Pollo con mango 2

Brunch: desayuno de caza británico

“¿Vamos a brunchear?”, es una pregunta que comienza a escucharse en las casas argentinas. Y es que así como la modernidad nos ha traído los tiempos acelerados durante las jornadas laborales, también hemos empezado a marcar la diferencia respecto de los fines de semana, tomándonos todo con más calma, incluso la comida. Así nacieron los brunch, una mezcla equilibrada entre los elementos gastronómicos que integran el desayuno y el almuerzo.

El brunch es una comida que se come entre las 10:00 am y las 2:00 pm, a veces acompañada de bebidas alcohólicas (típicamente champán o un cóctel). La comida se originó en el desayuno de caza británico. La palabra brunch es un acrónimo de desayuno y almuerzo. La palabra se originó en Inglaterra a fines del siglo XIX y se hizo popular en los Estados Unidos en la década de 1930.

Es una opción ideal para sábado y domingo, porque uno se levanta un poco más tarde, no está tan pendiente del reloj y muchos optan por hacer una combinación justa entre desayunar y almorzar. Por esto, los brunch comienzan al mediodía y suelen extenderse hasta las 17 horas, proponiendo degustar distintos platos en pocas cantidades y disfrutándolos con calma.

El brunch ideal debe ser rico y saludable, por eso no pueden faltar los jugos de frutas naturales y los smoothies (son bebidas cremosas no alcohólica preparadas a base de trozos y zumos de fruta, pueden ser concentrados o congelados, y están mezclados tradicionalmente con productos lácteos, hielo o helado). Al mismo tiempo, el argentino pide aquello que lo despierta cada mañana, para muchos es el café (con leche, expreso o los ahora famosos que vienen en cápsulas), otros optan por el té (en hebras es mucho más tentador) y también hay quien se anima a matear como primer paso del día.

Para ir degustando, los platos se sirven tipo tapas (de todo, en pocas cantidades, para no quedarse con las ganas de probar alguno), y puede incluir: pincho de pollo con chutney, spoons de langostinos, muffins de hierbas con jamón crudo y dip de ciboulette. También son siempre bienvenidos por los comensales los chipá de gruyere.

Luego se sigue con el plato principal, que debe ser algo que satisfaga, pero en la justa medida. Las recetas que incluyen salmón u otro tipo de pescados son muy elegidas pues reúnen las condiciones mencionadas.

Para terminar, el dulce no puede faltar, pero, claro está, en pequeñas proporciones. Así, las cupcakes, las mino copas de mouse, los pequeños tiramisus o cheesecakes reinan en las mesas.

Con todos estos ingredientes, el brunch te prepara para una tarde dominguera llena de placer.

Historia

El suplemento de 1896 del Oxford English Dictionary cita la revista Punch , que escribió que el término fue acuñado en Gran Bretaña en 1895 para describir una comida dominical para los «juerguistas del sábado por la noche» en el artículo del escritor Guy Beringer «Brunch: A Plea» en Hunter´s Weekly .

En lugar de la cena dominical temprana de Inglaterra, una prueba después de la iglesia de carnes pesadas y pasteles sabrosos, el autor escribió, ¿por qué no una nueva comida, servida alrededor del mediodía, que comienza con té o café, mermelada y otros complementos del desayuno antes de pasar a la comida más pesada?

Al eliminar la necesidad de levantarse temprano los domingos, el brunch haría la vida más brillante para los juerguistas de los sábados por la noche. También promovería la felicidad humana de otras maneras.

«El brunch es alegre, sociable e incitador», escribió Beringer. «Es convincente para hablar. Te pone de buen humor, te hace sentir satisfecho contigo mismo y con tus semejantes,

—  William Grimes, «En el brunch, cuanto más extraño, mejor» New York Times , 1998

A pesar de la fecha sustancialmente posterior, también se ha afirmado que el término posiblemente fue acuñado por el reportero Frank Ward O’Malley, quien escribió a principios del siglo XX para el periódico The Sun de Nueva York desde 1906 hasta 1919. Se cree que es posible que se le ocurriera el término después de observar los hábitos alimenticios típicos del mediodía de sus colegas en el periódico.