Rip Curl: Chetos y esclavistas.
Un operativo realizado por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) detectó esclavitud en seis talleres textiles ubicados en los barrios de Villa Luro y Mataderos, en la ciudad de Buenos Aires. Las 24 personas relevadas hacían tareas sin estar registradas.
Pero el escenario empeoró rápidamente mientras los inspectores hacían su relevamiento. Dieciocho personas vivían en sus lugares de trabajo, «bajo una situación total de esclavitud y en deplorables condiciones de seguridad e higiene», según confirmó la AFIP en un comunicado oficial.
El sector textil en la Argentina registra un alto grado de informalidad en la Argentina bajo el sistema de «camas calientes», cuando el taller hace a la vez de vivienda y lugar de trabajo.
Los trabajadores confeccionaban buzos y remeras para Rip Curl, y jeans para diferentes marcas. La mayoría eran de nacionalidad boliviana, la jornada superaba las 8 horas diarias y todos desconocían su remuneración real. La Dirección Nacional de Migraciones intervino en el operativo porque en uno de los establecimientos había personas indocumentadas.
Además, participó la Dirección Nacional de Investigaciones del Ministerio de Seguridad y la División Trata de Personas de la Policía Federal.
Ninguno de los seis talleres no contaba con medidas de seguridad, y los trabajadores estaban expuestos a accidentes eléctricos o de gas: las instalaciones no cumplían con las normas necesarias.
Con todo, la AFIP presentará la denuncia correspondiente por los delitos de reducción a la servidumbre y trata de persona ante el Juzgado Criminal y Correccional Federal de turno.
En septiembre del año pasado, el organismo había descubierto que cuatro de cada cinco empleados en un taller textil de La Matanza trabajaban en negro. Trabajaban para marcas con una facturación mayor de $80 millones por año.
fuente AFIP
