Ovación del público en el estreno de la película El Ciudadano Ilustre en la Competencia Oficial del Festival de Venecia

Buenos Aires, 4 de septiembre de 2016 – El Ciudadano Ilustre, única representante Argentina en competencia oficial del 73° Festival de Cine de Venecia, uno de los más importantes del mundo, se presentó ayer contando con su protagonista Oscar Martínez, Andrea Frigerio, sus directores Gastón Duprat y Mariano Cohn, su guionista Andres Duprat y el productor Fernando Sokolowicz.

La gala y proyección se realizó en el «Palazzo del Cinema, Sala Grande, allí el elenco pasó por la red carpet para posar ante los medios, luego con una sala colmada se proyecto el film. Al finalizar el público ovacionó de pie con un extenso aplauso para dar cierre a una hermosa jornada.

La película es una de las 20 seleccionadas que buscarán llevarse el León de Oro, compitiendo con los nuevos títulos de grandes directores como Wim Wenders, Terrence Malick, François Ozon, Tom Ford, Damien Chazelle, entre otros.

El próximo 10 de septiembre se sabrán los ganadores de este preciado León de Oro.

Producida por Arco Libre – Televisión Abierta – Magma Cine – A Contracorriente Films, en asociación con Aleph Media, con el apoyo de Televisión Española, Fox, Canal 13, Penguin Random House y Clarin.
El jurado de la selección oficial estará presidido por Sam Mendes (American Beauty, Camino a la perdición, Skyfall) y secundado por figuras como la artista, cantante y cineasta Laurie Anderson (Heart of Dog, Home of the Brave, y la actriz Ciara Mastroianni (Ma maison préférée, Trois Coeurs).

El film narra la historia de Daniel Mantovani un escritor argentino que vive en Europa desde hace más de tres décadas, consagrado mundialmente por haber obtenido el premio Nobel de literatura. Sus novelas se caracterizan por retratar la vida en Salas, un pequeño pueblo de Argentina en el que nació y al que no ha regresado desde que era un joven con aspiraciones de escritor.
Entre la numerosa correspondencia que recibe diariamente le llega una carta de la municipalidad de Salas en la que lo invitan a recibir el máximo reconocimiento del pueblo: la medalla de Ciudadano ilustre. Sorprendentemente, y a pesar de sus importantes obligaciones y compromisos, Daniel decide aceptar la propuesta y regresar de incógnito por unos pocos días a su pueblo.
El viaje tendrá para Daniel múltiples aristas: será el regreso triunfal al pueblo que lo vio nacer, un viaje al pasado en el que se reencontrará con viejos amigos, amores y paisajes de juventud, pero sobre todo será un viaje al corazón mismo de su literatura, a la fuente de sus creaciones e inspiración. Una vez allí, el escritor constatará tanto las afinidades que aún lo unen a Salas como las insalvables diferencias que lo transformarán rápidamente en un elemento extraño y perturbador para la vida del pueblo.
La calidez pueblerina desaparece al mismo tiempo que las controversias se multiplican, llegando a un punto sin retorno que revela dos formas irreconciliables de ver el mundo.