La Legislatura porteña convocó a sesión especial para el día de mañana. Entre los proyectos que se van a votar se destaca la transformación progresiva del Jardín Zoológico (Ecoparque); el Autódromo de la Ciudad de Buenos Aires; la vinculación entre la Autopista Illia y la Avenida 9 de Julio y la creación del área ambiental Buenos Aires Centro.
El diputado socialista, Adrián Camps se opone al proyecto del gobierno y presentó despacho de minoría para crear un Jardín Ecológico en el ex zoológico; se opone a la nueva concesión del Autódromo y se abstendrá en el proyecto de la autopista Illia.
Ecoparque
El Poder Ejecutivo de la Ciudad presentó un proyecto para darle marco legal al Ecoparque (ex Zoológico de Buenos Aires). El diputado Adrián Camps, quien en 2015 presentó el proyecto de reconversión hacia un Jardín Ecológico -autoría del grupo SinZoo-, propuso un dictamen de minoría.
«Presente un dictamen de minoría porque el Gobierno quiere transferir animales desde Buenos Aires a otros zoológicos y que el Ecoparque siga funcionando como un zoo más chico»
La propuesta presentada por el diputado Camps sostiene que los animales que no puedan ser liberados o enviados a santuarios, culminen su vida biológica en el Ecoparque sin ser reproducidos, salvo cuando se trate de especies en peligro de extinción en el marco de planes de repoblamiento. También plantea que no se introduzcan nuevos animales, a excepción de los rescatados del tráfico de fauna, con el fin de recuperarlos para volver a la naturaleza.
«El bienestar animal no está en los zoos sino en su hábitat; así como el bienestar humano no está en una cárcel. Por eso nos alegramos cuando el Gobierno de la Ciudad dijo, hace apenas unos meses, que los zoológicos ya no respondían a esta época y que necesitaban ser reconvertidos. Como dijo el Presidente Mauricio Macri cuando terminó el «retiro espiritual» en Chapadmalal, lo peor que se puede hacer es defraudar a las personas, prometer cosas y no cumplirlas. Acá hay mucha gente que se siente defraudada por el proyecto de ley presentado por el Ejecutivo».
Autódromo de la Ciudad de Buenos Aires
«El Autódromo está en una situación de abandono, que viene de varias concesiones, otro fracaso de esta política. Este es un muy mal proyecto para la Ciudad desde todo punto de vista. No hay beneficios para los porteños, los únicas favorecidas son las empresas automotrices y sus actividades conexas.
Me opongo a esta ley por su inconstitucionalidad; la Legislatura está delegando facultades otorgadas por el artículo 82 de la Constitución que nos habilita de manera exclusiva para otorgar concesiones sobre bienes de dominio público. A su vez el artículo 84 nos prohíbe delegar funciones; aquí no sabemos a quienes se la estamos delegando porque aparece un fideicomiso que se integrará por una representación de la ciudad que no sabemos quiénes son, ni quien los van a designar, y una representación privada que también desconocemos. Esto es un cheque en blanco para que un grupo de inversores privados disponga de tierra pública sin control legislativo.
Las concesiones en la historia de la ciudad han sido totalmente ruinosas. Yo les pediría a los diputados que van a votar este proyecto que me den un sólo ejemplo, de una concesión a 30 años cuyos bienes hayan vuelto al dominio de nuestros ciudadanos en mejores condiciones de lo que estaban. Eso no ha sucedido. Como proyecto de futuro no es un buen negocio para la ciudad ya que nunca va a recuperar esas tierras”.
Autopista Illia
«Este es un proyecto que tiene claro-oscuros. Estoy de acuerdo con que debe correrse la autopista por una cuestión de seguridad, porque es peligrosa para las personas que viven allí pegadas a la traza. En cualquier momento puede descarrilar un camión y producir un accidente grave. O despejamos la traza dejando 12 metros libres como fija la ley, o desplazamos la autopista.
Desde hace años, los vecinos de las villas 31 y 31 bis vienen luchando por la urbanización. Sus habitantes critican que se inviertan 1.000 millones de pesos en el corrimiento de la autopista sin que exista correlación con las obras que se están haciendo en la urbanización. Tienen la sospecha de que detrás del corrimiento haya un negocio con las empresas constructoras dado que las obras en la villa van a una velocidad muy inferior. Están desfasadas las prioridades. Tampoco ha habido una política de contención para un conjunto de familias que deberían ser desalojadas por superposición con la traza de la autopista y no se les ha garantizado una nueva vivienda. Eso ha generado una gran preocupación en la 31 y la 31 bis y así lo manifestaron en la audiencia pública y en la reunión de comisión de la Legislatura; algunas exposiciones se quebraron por el llanto».
