“La importancia de la Higiene Femenina”, Jabón Íntimo Femenino Gynoderm.

Mantener una rutina adecuada de higiene puede ayudar a la mujer a prevenir infecciones y molestias. “La importancia de la Higiene Femenina”, de los profesionales de Laboratorios IMVI, para su Jabón Íntimo Femenino Gynoderm.
El nivel de pH en la zona íntima de la mujer es un factor muy importante que ayuda a generar una barrera contra posibles enfermedades. Hacerlo con un Jabón Íntimo ayuda a mantener el pH óptimo genital, generando una protección contra posibles infecciones.
Asesor Científico de Gynoderm, Dr. Claudio Zurlo Médico MN Nº 79.406

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¿Qué es el pH?
Todas las mujeres tienen un pH diferente según la zona del cuerpo. El pH adecuado de la zona genital debe ser entre 3.8 – 4.5, resultando un pH ácido. Estos niveles favorecen el desarrollo de Lactobacilos y otros microorganismos que forman la flora vaginal normal y que actúan como una barrera protectora impidiendo el desarrollo de otras bacterias que pueden provocar infecciones, prurito, mal olor. Al mantener el pH acido se restablece la barrera protectora. Si aumenta el pH vaginal se pierde la protección que desarrolla el Lactobacilo y favorece la aparición de otros microorganismos pudiendo causar infecciones.
Los jabones comunes no respetan el pH ácido de la mujer, dejándola así, propensa a posibles infecciones, picazones, ardor y mal olor.

¿Qué puede afectar el pH en la zona íntima?
El pH se puede ver afectado por la mala higiene femenina, el uso de la ropa interior sintética, las prendas ajustadas como jeans y ropa deportiva, el uso diario de protectores diarios, intensa actividad sexual porque el semen tiene pH alcalino y disminuye la acidez, jabones perfumados en exceso, el uso de papel higiénico teñido y perfumado, menstruaciones, embarazo, menopausia, suavizante de telas en la ropa interior, píldoras anticonceptivas y preservativos, tratamientos con antibióticos, estrés, fatiga o una dieta inadecuada.

¿Cuáles son las complicaciones más frecuentes de una mala higiene íntima femenina?
La vagina contiene normalmente un tipo de bacterias beneficiosas, que se encuentran en un delicado equilibrio que protegen contra infecciones. La flora vaginal normal está formada por una flora microbiana que son los Lactobacilos (Bacilo de Doderlein) que no producen patología y generan, a partir de la glucosa, acido láctico que mantiene el pH acido genital. A pesar de ello, la flora normal en ocasiones se ve desplazada por microorganismos indeseables, lo que se asocia con la aparición de vaginosis bacteriana, vaginitis por Candida spp. y Tricomoniasis.

¿Cuál es el beneficio de una adecuada higiene intima?
Concretamente, genera una protección contra posibles infecciones. Ayuda a prevenir infecciones vulvo-vaginales como la candidiasis, tricomoniasis y vaginosis bacteriana, enfermedades que – entre otros factores – se ve favorecida por la mala higiene intima.
A estas enfermedades, para tratarlas de forma complementaria, es necesaria una higiene adecuada, con una limpieza de zona genital, ducha vulvar, gel vaginal, se recomienda jabón con ácido láctico al tratamiento standard de Vaginosis Bacteriana y Tricomoniasis, ya que favorece el equilibrio de la zona siendo útil en el alivio de los síntomas.

¿Qué mujeres deben prestar especial atención a su higiene intima?
El pH de la mujer va atravesando cambios según en la etapa que se encuentre, con lo cual habrá que prestar mayor atención a la higiene en determinadas situaciones:
Al nacer, los Lactobacilos son predominantes en la vagina puesto que el revestimiento de la misma está todavía bajo la influencia de los estrógenos de la madre. Aquí el pH vaginal en esta etapa es baja (ácido). Durante los dos primeros años de vida, los estrógenos que podrían llegar desde la madre desaparecen y la mucosa vaginal adelgaza y el pH se eleva a 6-7,5.

A partir de la primera menstruación, que marca el comienzo de la pubertad, el Lactobacillus se vuelve predominante debido al aumento del nivel de estrógenos. El ácido láctico es ahora formulado abundantemente en la vagina, lo que reduce el pH vaginal, protegiendo a las células del epitelio genital contra la colonización por otros gérmenes que podrían resultar patógenos.
Durante la menstruación y el embarazo, los niveles de hormonas femeninas fluctúan, que a su vez altera el equilibrio del pH genital. Esta interferencia en el ambiente ácido de la vagina deja espacio para que bacterias con capacidad patogena aparezcan.
Durante la menopausia, los ciclos hormonales se alteran por lo que es muy común para la mayoría de las mujeres experimenten sequedad vaginal debido al menor número de secreciones lubricantes naturales de la vagina. Como la producción de hormonas disminuye en esta etapa, los lactobacilos y ácido láctico también se reducen, haciendo que el pH vaginal suba a 6 – 7. Este aumento debilita la capa de protección ácida de la vagina y lo hace más propensa a infecciones.
La higiene íntima de la mujer debe realizarse con cuidado, atendiendo a las necesidades específicas de esta zona mediante una rutina que resulte saludable y que ayude a prevenir posibles trastornos.