Alto grado de contaminación, mala calidad ambiental del agua y peligro biotóxico en la Ciudad de Buenos Aires

Buenos Aires, marzo 2017. La Facultad de Ingeniería de la Universidad de Palermo realizó, con el apoyo del Consejo Económico y Social de la Ciudad de Buenos Aires (CESBA), una evaluación ambiental de la calidad del agua y la contaminación sonora en la Ciudad de Buenos Aires.
Para medir el ruido en la ciudad se tomaron muestras con equipos portátiles en horario diurno y nocturno, utilizando decibelímetros adecuados para reflejar el grado de molestia sensitiva que afecta a las personas. Así se obtuvieron datos de nivel sonoro equivalente (Leq) en decibeles, en diversos horarios diurnos y nocturnos en las esquinas de 9 de Julio y Corrientes, Cabildo y Juramento, Rivadavia y Callao y Av. Pedro de Mendoza y Almte. Brown, en el Puente Nicolás Avellaneda y en el Aeroparque J. Newbery. Determinando que el ruido en los 7 puntos es “muy fuerte, sin llegar a ser intolerable”.
En cuando a la evaluación de la calidad del agua, la metodología empleada fue la determinación del Índice de Calidad del Agua (ICA) desarrollado por la Fundación de Sanidad Nacional de los Estados Unidos. El valor del índice surge de la combinación de los resultados obtenidos en los test de oxígeno disuelto, demanda biológica de oxígeno, coliformes fecales, pH, nitratos, fosfatos, desviación de la temperatura, turbidez y sólidos totales. Los valores de los nueve parámetros mencionados se combinan matemáticamente y se obtiene un único valor numérico al que se puede considerar como la calificación ambiental del curso o espejo de agua. El valor del índice puede ir de 0 a 100, cuanto más alto su valor, mejor es la calidad ambiental del agua. Se estudiaron los lagos de Regatas, el planetario, Plaza Holanda, Parque Centenario y Puerto Madero.
Se toma como referencia para clasificar los sonidos en decibeles como muy bajo entre 10 y 30 dB, bajo entre 30 y 55 dB, ruidoso entre 55 y 75 dB, ruido fuerte entre 75 y 100 dB, ruido intolerable a partir de 100 dB y daño al oído más de 120 dB. Los resultados de la investigación mostraron en horarios diurnos en la esquina de 9 de Julio y Corrientes un Leq de 76,18 dB, en Cabildo y Juramento de 69,4 dB, en Rivadavia y Callao de 67,1 dB, en Aeroparque J. Newbery de 69,45 dB, en Av. Pedro de Mendoza y Almte. Brown 69,61 y en el Puente Nicolás Avellaneda de 68,14. En las locaciones de Leq Nocturno en dB se midió en la esquina de 9 de Julio y Corrientes 68,97, en Cabildo y Juramento 67,70, en Rivadavia y Callao 69,67 y en el Aeroparque J. Newbery 60,84.
El control de la contaminación acústica en la Ciudad de Buenos Aires está regulado por la ley 1540. Al comparar los resultados obtenidos con los límites legales se observa que en el horario diurno el ruido está muy cerca del valor máximo permitido mientras que en horario nocturno todas las locaciones medidas superan dicho límite.
Respecto a la contaminación sonora y tomando el año 2011 como punto de partida, se observó una tendencia leve pero constante a la baja en los niveles sonoros equivalentes para CABA en horario diurno.
“Entre las posibles causas para la disminución en la contaminación sonora de la ciudad, se pueden mencionar la gran renovación del parque automotor ocurrida como consecuencia del boom de la venta de automóviles de los años 2012/2014 y el ordenamiento del tránsito que se dio con la construcción del Metrobus”, explica la investigadora de la Facultad de Ingeniería de UP coordinadora del proyecto, Mónica López Sardi.
Respecto al agua, la mejor calidad se observó en el Lago de Regatas, con un ICA de 60. Desde la década de 1990 el lugar recibe cuidados de la empresa AySA. En este lago se detectaron altos niveles de cromo que pueden deberse a lluvias intensas con sudestada en fechas próximas a la toma de muestras. En estas condiciones es inevitable la entrada de un cierto volumen de efluentes cloacales al lago, debido al retroceso de las aguas del arroyo Vega.
El lago del Planetario presenta un valor de ICA de 51. El estudio de los antecedentes de este lago demuestra una tendencia al desarrollo de algas en sus aguas, que se repite periódicamente. También se observa una mayor tendencia a arrojar basura a sus aguas, lo que en 1999 provocó una gran mortandad de patos.
El lago de Plaza Holanda presentó valores de ICA de 35, lo que indica que sus aguas presentan una calidad muy baja. El valor de ICA obtenido para el lago de Parque Centenario es 70,47, lo que muestra un agua de calidad ambiental buena, completamente apta para usos recreativos teniendo la precaución de no ingerirla. La baja inhibición del desarrollo en el crecimiento de las raíces observado en el test de Allium cepa realizado, permite desestimar la posibilidad de biotoxicidad de las aguas analizadas.
Respecto a los aspectos del agua en Puerto Madero, muestras recogidas desde el Puente de la Mujer arrojaron un valor de microorganismos coliformes totales 110 veces mayor al máximo permitido. Esto indica contacto de las aguas del río con aguas negras o cloacales.
Los coliformes fecales, mientras tanto, arrojan un valor 9300 veces mayor a lo permitido. Los microorganismos coliformes fecales son enterobacterias presentes en los líquidos cloacales y en las heces humanas y animales. La principal bacteria del grupo es la Escherichia coli, que es la responsable más frecuente de infecciones urinarias y gastrointestinales. Algunos tipos de E. coli son aún más peligrosos, causando desde meningitis hasta síndrome urémico hemolítico.
Frente a la alta contaminación del agua, Mónica López Sardi consideró que “el deterioro observado en los lagos de uso paisajístico y recreativo podría minimizarse mediante acciones sencillas como un aireamiento más intenso y un favorecimiento del reciclaje biótico, introduciendo especies cuyos sistemas de raíces, en forma conjunta con los microorganismos del suelo contribuyan a la purificación del agua”.
Acerca de la Universidad de Palermo
La Universidad de Palermo es reconocida internacionalmente por su rigurosidad académica y su compromiso con la innovación y la investigación. Mantiene vinculaciones con Yale y New York University, entre otras prestigiosas universidades. Estudian en la UP más de 14.000 alumnos de grado y posgrado, provenientes de 59 países y distribuidos en los campos: Arquitectura, Ciencias Económicas, Ciencias Sociales, Psicología, Derecho, Diseño y Comunicación e Ingeniería.