Día del padre: ¿qué regalos prefieren los papás del nuevo milenio?

Como cada año, en el Día del Padre honramos los roles importantes de la familia. Ahí surge el dilema: ¿qué regalar? ¿Realmente el presente le transmite todos nuestros sentimientos? ¿Hay una mejor manera para sorprenderlos?

Regalarles a los hombres es un dilema que se dice mucho, pero en verdad hoy, se puede ejercitar poco. La diversidad de opciones y las gamas más extremas de experiencias paternas nos convocan a despedirnos de aquél preconcepto. Natalia Gitelman, socia de la Consultora Datos Claros (
www.datosclaros.com
), nos cuenta que «ante los nuevos escenarios, donde las personas están repensando sus gastos en términos generales, donde las prioridades van cambiando porque los aumentos de precios no siempre acompañan los aumentos de salarios, empiezan a surgir nuevas estrategias como empezar a evaluar segundas marcas (o ‘marcas blancas’, las de los supermercados). Este es un aprendizaje que, como consumidores, ya tenemos de otros momentos específicos de movimientos económicos que no benefician al consumo de primera instancia». Es una tendencia que también se replica para todo lo que es la elección de regalos. El consumidor empieza a elegir otro tipo de opciones: si son de marca, que no sea lo único que prepondera para la elección; la calidad; la utilidad (si puede ser fácilmente usado o no)
Esas son estrategias funcionales, racionales, que tenemos las mujeres cuando hay que comprar para el día del padre.

Pero también hay otra estrategia mas emocional, que viene consolidandose a lo largo del tiempo entre las mujeres, que tiene que ver con encontrar beneficios en regalos que lleven una carga emotiva, que signifiquen algo para la persona y no sean un ‘perfume que encontré en la góndola’, sino pensar regalos mas artesanales, que den lugar a imaginar como fue producido ese producto… acá entra algo que se llama ‘responsabilidad social del consumo’: no consumir cualquier cosa y de cualquier manera, sino involucrar ese consumo en algo que represente una producción digna del producto (donde puedas garantizar que eso suceda), donde haya producción local que, por ejemplo sean grupos de madres que promueven entre ellas sus propias cosas que hacen y que puedan ser compradas o canjeadas para regalarle a un tercero.
Y también empezamos a encontrar una tendencia fuerte hacia eso. Como también existe otra tendencia interesante que consiste en regalar algo ya existente en el hogar, algo propio, porque eso lleva dentro algún significado.
Todo lo que tiene que ver con la tensión emotiva sobre los regalos empieza a ser mas significativa que antes. Y no necesariamente tiene que ver con la crisis económica, o con una reduccion del poder adquisitivo, sino con poner adelante otro tipo de valores que van de la mano del consumo responsable.’
Convalidando esta nueva costumbre, Ricardo Katz, CEO de Prioridad 1 (prioridad1.com), nos cuenta que el regalo que más recuerda es una bandeja de desayunar que le regaló su hija, porque fue pintada por ella. Ese es el tipo de cosas que mas le gusta recibir, lo que mas valora: cosas hechas por sus hijos o vivir una experiencia especial con ellos (una salida al campo, ir a pescar).
Y recuerda que «en cambio, los regalos que yo le hacía a mi padre, eran más tradicionales como ropa de vestir o algo que le gustara, siempre con una tarjeta o algo que le haya escrito.»
En cuanto a los regalos más difíciles, opina que «en general perfumes o corbatas son muy personales y cuesta dar en el clavo. Aún con la mejor intención, puede ocurrir que algo no sea tan bien recibido: una billetera que no encaja en el traje o en el jean y a uno le pese llevarlo. Pero no recuerdo ningun regalo del día del padre que no me haya gustado».
Diego Enriquez, fundador de Holistic Relocation (holisticrelocation.com), es padre de mellizas de 8 años y de un nene de un año y medio y suscribe a la misma tendencia: «recuerdo un regalo de cuando las nenas tenían un año. Mi mujer las ayudó a armar una especie de collage de cartón con sus fotos con para traerme a la oficina. Me gusta sentir que el regalo fue pensado para mi: algo que yo necesito o que saben que me gusta. Desde que soy padre disfruto más que mi lado de hijo. Cambió mucho para mí la importancia del día. Es más lindo festejarlo así».
Diego opina que lo peor es la despersonalización del regalo, cuando se nota que es para sacárselo de encima y ya. Suele resultar algo que sólo con verlo sabes que no hay manera de que te guste (por el color, el modelo ó incluso la marca) y termina siendo un regalo perdido.
Cuando le preguntamos qué es lo peor que podría recibir el día del padre, Alejandro Raizman, socio fundador de Gama Gourmet (gamagourmet.com.ar), nos dijo que le parecería horrible recibir un pijama. ‘Porque es algo que no uso y que demostraría claramente que no me conocen». Y reafirma la idea de que las más agradables son «las cosas que sirven para proponer tiempo juntos y no tanto la ropa, que si bien se necesita es algo que no muestra ninguna atención especial. En mi caso, me visto siempre igual y hasta podría comprar como un trámite, por internet».
Lo comenta mientras mira unas lindas lechuzas pintadas a mano sobre piedra que valora más que cualquier objeto comercial porque fueron hechas exclusivamente para él, con toda la creatividad, dedicación y esmero.
David Fernández, directivo de Cruz Naranja (
www.cruznaranja.com
), sugiere alejarse de lo tradicional o previsible, que por lo general son los regalos “genéricos”. «Para esto lo importante es centrarse en los gustos personales de cada padre. Tener en cuenta sus intereses, su personalidad, actividades que le gustan desarrollar en su tiempo libre, su profesión o el tipo de espacio de trabajo; todo esto puede darnos pistas sobre qué puede necesitar».
Otro factor a tener en cuenta es el color. Muchos padres son conservadores y prefieren colores oscuros como el negro o el azul. Pero también los hay modernos que gustan de colores más intensos como el rojo, el celeste o el verde. Saber detectar su gusto nos va a ayudar a no equivocarnos. Al momento de elegir el color también debemos tener en cuenta el tipo de producto que vamos a regalar y su uso.
«Para darle nuestro toque personal al regalo -continúa-, podemos pensar en un envoltorio decorado por nosotros mismos, una tarjeta original, o quizá incluir una foto con un lindo mensaje escrito detrás. Estos pequeños detalles hacen que el obsequio sea especial. No olvidemos que, más allá del regalo en sí, nada hace más feliz a los padres que ver el gesto y dedicación que ponemos en ello.’
En el mismo sentido, José Camino Dali, diseñador de interiores en Dali+Life (
www.facebook.com/dali.life
) propone hacer las cosas en forma ordenada: «si es un regalo para el que se va a juntar toda la familia es importante definir quien se encarga de pensar las opciones, definir el monto, ir a buscarlo y llegar a tiempo. Y asegura que lo fundamental es elegir algo que tenga que ver con el disfrute del homenajeado».
Si hablamos de compartir momentos, Graciela Süss, fundadora de Süss Cupcake Café (
www.susscupcakecafe.com.ar
), asegura que «no te podés equivocar con una experiencia gastronómica, porque… al fin y al cabo a qué papá no le gusta comer rico?» Un buen desayuno, un brunch especial, un domingo sin cocinar ó algo dulce para la disfrutar de la tarde en familia.
Otras opciones son los vouchers de regalo (para que disfrute cuando quiera), un desayuno a medida que incluya exactamente lo que más le guste al homenajeado, una torta ó una caja de cookies decoradas con mensaje.
Siguiendo con la opción de contentar los paladares, Andrea Jatar, creadora de De a Olla (
www.delaolla.com
), sostiene que «nada es más regocijante que acompañarlo con manjares. Las viandas son geniales para que los papás que trabajan tengan una opción deliciosa, original y saludable en sus almuerzos… y para que cuidan su silueta sin pasar hambre ni restricciones».
Cuando hablamos de objetos que hagan sentir querido al homenajeado, un libro suele ser una buena opción. Martín Lambré, Director de Marketing de Editorial Del Nuevo Extremo (delnuevoextremo.com), apunta que «el libro es un vehículo de cultura y entretenimiento que mantiene ágil nuestro cerebro y activa la imaginación. Entonces regalar un libro a un padre en su día es un acto de reconocimiento y de deseo de colaborar con su bienestar. Y si bien cualquier día es bueno para regalar libros, esta es ‘la’ ocasión». «Un libro también es una experiencia -sostiene Andrea Canevaro, directora de Editorial Albatros (
www.albatros.com.ar
)-. No sólo puede ser divertido como objeto, sino que puede invitar a hacer algo juntos». En ese sentido la editorial propone «Este libro lo hacemos vos y yo» de Flavia Tomaello, para hacer actividades en conjunto y compartir el rato creando objetos o atravesando momentos compartidos.
En tanto Guadalupe Giani, creadora de Mudo Objetos, (
www.mudoobjetos.com.ar
), recomienda que a la hora de regalar tengamos en cuenta lo simbólico y busquemos algo que implique más que el objeto en sí mismo. «Si ese regalo es capaz de generar un momento, un disfrute, un compartir en familia, o una compañia para cuando papá trabaja, habremos dado en el clavo». En definitiva no es sólo cuestión de regalar, sino de agasajar.