«Tracción a sangre» de Eduardo Sanguinetti

«Tracción a sangre»

Eduardo Sanguinetti, Filósofo y poeta argentino

Las privaciones padecidas por millones de individuos, son apenas el prólogo de un «tiempo de esclavitud» que ya se cierne sobre los pueblos, librados a una suerte macabra, devenida del accionar criminal de los corporacionistas financieros que todo lo abarcan, menos algún ideal, alguna instancia poética, que daría sensibilidad a esta existencia y a un mundo, donde el amor a tomado perfiles muy difusos.

Sabemos que la miseria suele dar ganancias a las ganancias, a los especuladores de bolsa de valores, a la banda de offshore… a estos solo les importa los juegos financieros, las especulaciones con tracción a sangre, los flujos impalpables, la realidad virtual, hoy más influyente que ninguna.

El discurso de la verdad debe ser velado a los ojos de los ciudadanos mansos y desentendidos, por las corporaciones económico mediáticas, de opinión excluyente y monolítica, al servicio del pensamiento único, en el que la libertad de expresión brilla por su ausencia en el planeta virtual del simulacro, es asustadiza, huidiza y sobre todo, un “refugio de la mentira elevada a símbolo».

El poder mediático tiene un peso gravitante en la conformación de la opinión pública, no solo porque ello le permite influir en la configuración de actores sino también por el margen de maniobra que disponen para establecer los temas de debate, en tanto tienen el poder de decidir a quiénes dan visibilidad y a quiénes no, qué relatos refuerzan y a cuáles eliminan… hasta se elige a la oposición, como en la Argentina PRO, de la posverdad, donde el gobierno dan bienvenida a los pseudo opositores, un espectáculo insano y delictivo, falaz y propio de energúmenos totalitarios.

En la tan mentada “Grieta” los pensamientos más vulgares y groseros, asimilados a las emociones más obvias, se alzan entonando su “himno colaboracionista”: irritante indignidad, de fanáticos subordinados a patologías psicopáticas.

Escribo en estas líneas de como un pueblo, otrora excepcionalmente dotado, ha experimentado el derrumbe de todos los valores, se ha ubicado en un lado u otro de “La Grieta”, apenas enterándose de porque confronta con sus compatriotas… ¿o algún funcionario al que defienden no ha sido corrupto?, ¿existe tal calidad de funcionario elegido en estas democracias fingidas?, ¿algún político merece consideración?, ¿no han pensado en dejar la TV y dedicarse a vivir?… “La Grieta” lleva a la inmolación de las comunidades, empapadas de oscurantismo y bestialidad… ¡sí! es perfectamente evidente y comprobable lo que afirmo, con desgano y cierta tristeza, ante el paisaje que asoma hace un tiempo en Argentina.

De “La Grieta”, una vez instalada, las partes, no pueden evadirse más, no pueden recuperarse, pues la verdad y el equilibrio dejan de existir… no es ni un recuerdo… solo un sedimento de memoria de lo que jamás ha sucedido.

En los “cuartos intermedios” los políticos, de todos los colores, funcionarios y empresarios, ¿sobre qué dialogan? o simplemente son coartadas para salir del ‘mal paso’, que la realidad impone… los pueblos realmente están convencidos de la presunta ‘institucionalidad’ de los actos de los gobernantes, no se ignora de que “La Grieta” ha dejado al borde del camino la veracidad de los acontecimientos de todo tipo, que publicita la denominada prensa diaria, nutrida de espanto y farsa, de mentira y estafa al fiel espectador, que se nutre de desvalores y de resentimiento… no se han enterado los ciudadanos de Argentina que no existe estructura institucional alguna que los lleve a decir que existen referentes, todo se hace y deshace según el ánimo de quién dice gobernar, siempre a favor de los que acumulan y saben hacer dinero lavando o simplemente estafando.

El poder de las corporaciones financieras privadas, suelen manipular las deudas del Estado, que no vacila en convertir las deudas de estos especuladores privados, en deuda pública y tomarla a su cargo. A partir de entonces esas deudas serán pagadas, sin compensación alguna, por el conjunto de la ciudadanía.

La economía privada de estos grupos financieros, gozan de una libertad sin límites… libertad provista de todos los derechos, de toda permisividad, como podemos apreciarlo en la Argentina gobernada por Macri… libertad de quienes gobiernan o ‘algo así’, desenfrenada cuya lógica enerva los ánimos de un pueblo hambreado, sojuzgado, sin ánimos para inventarse glorias y cuyo naufragio se avecina… ¿cabe alguna duda?

Se precisan hombres y mujeres que se planten y canten fuerte verdades incómodas… y el pueblo que tiene miedo se congela y se orina encima, si no fuera tan cobarde, todo iría mejor…. es mentira el sufrir de los que sufren y si mando esta advertencia ya sabida, es para aquellos que creen que para ser patriotas solo basta plantarse una escarapela… cual Dron de carne, venas y hueso, visualizo “La Grieta», conformada por bandos enfrentados… se insultan, difaman, injurian, matan, en nombre de ideologías inexistentes… ¿es que algo ha muerto?… en este silencio de verdades, se ha instalado una gigantesca irresponsabilidad hacia todos los valores…

Nadie en función de poder, llámese oposición, periodismo alternativo, tienen la audacia, el coraje de reconocer o mencionar el peligro… omisión gravísima, vital, porque nadie enfrenta la amenaza tan a la vista, nadie se opone, ni intenta revertir el estado de las cosas… menos denunciar el credo que ordena esas virtualidades siniestras, con un sentido que lleva al derrumbe de la República, ya de por si degradada… se entierra en vida a quienes dependen de un sistema muerto.

Este credo «invisible», jamás será enunciado, al que se atreva a exigir se manifieste y se concrete en palabras, le aguardará la pena más rigurosa, ¿cómo cometer semejante sacrilegio con los predicadores de desvalores?… en fin, chantaje en el sendero angosto de los ricachones fraudulentos.

El desastre ha comenzado, sin dudas, ante tanta pasividad, indiferencia, cobardía y traición replicada en actos de quienes podrían instalar un potente debate liberador… pero la rapidez de la inserción del «credo invisible», sobrenatural, convenciendo a un pueblo amancebado que no existe otra alternativa, ellos son los «salvadores de la patria», o lo que queda de ella… el mismo e idéntico fenómeno que los conservadores neoliberales, que son el pequeño grupo de poderosos en dinero, paupérrimos en cultura e ideales, los que ya no tienen necesidad del trabajo de la mayoría, que sobrevive, que ha bajado la guardia… esta banda de fraudulentos corporativistas, con sus execrables actos, les dicen sin voz, a quienes no soportan más esta existencia: ya pueden irse a otra parte estos excluidos, con sus reclamos de salud y educación de excelencia, pero desgraciadamente no existe otra parte, los excluidos no tienen una geografía de recambio, ni otro suelo que donde han nacido, su tierra, que va desde los parques a los cementerios.