Plantas de interior, cuáles y donde conviene tenerlas.

Cuando hablamos de plantas de interior en realidad estamos hablando de plantas que son originarias de países de climas tropicales, cálidos y húmedos. En estos países estas plantas crecen en forma natural y espontánea y a la sombra. Cuando las sacamos de estos hábitats necesitamos adaptarlas y darles protección, ahí es cuando las convertimos en plantas de interior.

Estas plantas necesitan humedad en el ambiente (que no es lo mismo que humedad en el suelo) y temperaturas cálidas. Para garantizar la humedad en el ambiente de las plantas podemos conseguir un rociador y aplicarles el rocío a las hojas directamente, otra manera es acercar recipientes con agua que cuando se evapore va a generar humedad y vamos a poder reproducir el clima de sus lugares de origen. Para controlar la humedad en el suelo podemos utilizar un tutor o palito en la tierra, si el tutor sale seco entonces vamos a ver que la planta necesita riego, por el contrario si sale húmedo no va a necesitar.
Aquí tener en cuenta que mueren más plantas por exceso de riego que por falta de agua, así que debemos tener cuidado con este aspecto.

Lo que debemos evitar es que el suelo esté demasiado húmedo para que las plantas no se pudran. Entonces en este equilibrio de humedad ambiente y humedad del suelo vamos a encontrar un balance que emule las condiciones naturales de la planta de interior.

Al ser plantas que crecen a la sombra, las plantas de interior tienen una característica de color. La mayoría de las especies que se desarrollan fuera de la luz solar directa tienen hojas de un verde más intenso, hojas más grandes y muchas son suaves. Son pocas las especies que tienen flores y las que las tienen producen flores pequeñas. Estas características nos sirven para identificar las distintas plantas y reconocer si son aptas para el interior: si veo una planta con flores, es probable que no sobreviva en interior mientas que si lo que tengo frente a mí es una planta con hojas grandes, de color oscuro con poca flor entonces probablemente pueda llevarla a un interior.

Las plantas de interior requieren también ambientes luminosos y estar protegidas de las corrientes de aire. Dependiendo de eso podemos buscarles un lugar en la cocina, habitación o baño. Cualquier ambiente es apto para sumar un toque verde si tenemos en cuenta la humedad, el clima y la luminosidad que va a necesitar para no forzar a las plantas.

Aportan mucho a los ambientes porque crean un clima relajado y reducen los niveles de estrés al tiempo que ayudan a reducir el polvo del ambiente. Las plantas de interior son un elemento imbatible para decorar un hogar o un negocio, un espacio en el que queramos generar buenas energías porque las diversas gamas de verde transmiten mucha sensación de calma. Lo que debemos tener en cuenta es que una vez que vemos que la planta se adapta y crece esta se “enamora” del lugar y lo conveniente es no moverla para que no se ponga fea. ¿Y cómo darnos cuenta que el lugar no gustó? Porque vemos que la planta no crece, que las puntas se ponen negras (esto significa exceso de agua), si veo las hojas caídas (eso es falta de humedad).

Entre las cosas que sí debemos modificar periódicamente se cuentan la maceta, a medida que la planta va creciendo, y el sustrato al que es conveniente mejorar cada 3 meses y aplicar un fertilizante de liberación lente para asegurarnos que tengan todos los nutrientes que necesiten y que la planta no se agote.

Liliana Santarelli, profesora en AJEU (www.facebook.com/amigosdeljardinylaecologiaurbana).