Se consolida el modelo de endeudamiento y fuga

«La suba de la deuda no es una preocupación»
«Quédense tranquilos, no es un problema»
Luis Caputo (29/09/2016)

Finalizada la 37° Convención Anual del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF) es interesante realizar un breve relevamiento por los principales indicadores monetario-financieros para ver qué rol ha jugado dicho sector en el armado macroeconómico del actual gobierno. Durante el mes de agosto se terminó de asentar el modelo monetario-financiero buscado por el gobierno. La consolidación de la recesión y el ancla cambiaria sostenida con endeudamiento en divisa desplomaron la inflación y permitieron avanzar sobre el rearmado general de las variables monetarias y financieras.

Hasta aquí, dada la «garúa de inversiones», el despliegue de la mayor fuga de capitales de los últimos cinco años (US$ 10 mil millones netos en lo que va de 2016) y el rotundo fracaso del «blanqueo», el modelo sólo cierra con endeudamiento en divisas, tanto con actores externos como con residentes. Tal es así que durante 2016 el país tomó US$ 64 mil millones de deuda bruta (15% del PBI), lo que significó US$ 34 mil millones netos (8% del PBI).

El destino de estos fondos es harto conocido: financiar la fuga, engrosar momentáneamente las reservas y re-pagar deuda. Asimismo, otra parte de ese endeudamiento en divisa nunca tuvo como contraparte el ingreso de dólares al Tesoro… En muchos casos la denominación del activos es en dólares pero la suscripción es en pesos; es decir, en muchos instrumentos colocados (letras del tesoro y algunos bonos) el gobierno recibió pesos y se comprometió a devolver dólares físicos.

Mientras tanto, el endeudamiento en pesos no aminora su marcha: entre pases y Lebac el BCRA debe re-pagar en septiembre un monto equivalente al 53% de la base monetaria y el 78% de las reservas (que disminuyeron en más de mil millones en agosto).