11 MESES PRÓFUGO. FUE DETENIDO EL “ASESINO DE FIN DE AÑO”

Mató a su amigo de siete puñaladas. Plantó pruebas falsas en la escena del crimen para desviar el curso de la investigación. Declaró como testigo y luego de unos días se dio a la fuga.

El área de Investigaciones de la Comuna 15 detuvo a Alejandro Sergio Megliolo, quien asesinó el 31 de diciembre de 2012 a su amigo Juan Carlos Difilippo, de 50 años casado con una mujer de nacionalidad brasileña. El homicidio se produjo en el domicilio particular de la víctima ubicado en Triunvirato 3792, barrio de Villa Ortúzar. La detención fue llevada a cabo en la localidad bonaerense de Ingeniero Budge en las cercanías de la casa de la ex mujer del imputado.

La causa se inició el 31 de diciembre de 2012, cuando el hermano y una amiga de Difilippo fueron a buscarlo a su casa, ya que hacía varios días que no podían establecer contacto y se acercaban los festejos de fin de año. Por este motivo, se contactaron con una oficial de la Policía Metropolitana que estaba realizando patrullajes de prevención y le informaron de la desaparición. Luego, los familiares ingresaron junto a dos oficiales y encontraron a Difilippo muerto sobre el sillón del living con varias heridas punzantes.

A partir de ese momento la Policía Metropolitana dio intervención a la Fiscalía de Circuito Saavedra, a cargo del fiscal José María Campagnoli ante el secretario Juan Manuel de la Torre quienes trabajaron coordinadamente con el Juzgado Nacional en lo Criminal de Instrucción N° 41 del juez Hernán Martín López y el secretario Darío Bonano. Las autoridades judiciales ordenaron al área de Investigaciones de la Comuna 15 que inicie las actuaciones y tareas investigativas correspondientes para esclarecer el homicidio.
Una vez hallado el cuerpo, el médico legista del Poder Judicial y el personal del área de Criminalista de la Policía Metropolitana concurrieron al lugar para realizar las pericias preliminares de la escena del crimen. Por un lado, se determinó que Difilippo llevaba entre 24 y 36 horas fallecido, por lo que se estimó que fue asesinado el sábado 30 de diciembre entre las 6 y las 18. Por otra parte, las brigadas de investigaciones se encontraron con la primera pista, un papel que decía “delator y puto Srio. de drogas”, la cual fue plantada por Megliolo con el fin de desviar la investigación.

Luego, Megliolo concurrió a la sede policial a prestar declaración en carácter de testigo. Allí, expuso ante los policías que a Difilippo no lo veía desde el 27 de diciembre y que “se la tenían jurada, porque había personas que creían que los había mandado al frente ante la policía por un tema de drogas”. De esta manera, intentaba vincular la causa con el narcotráfico. Posteriormente, ratificó sus afirmaciones ante la justicia y días después se dio a la fuga.

Cabe destacar, que Difilippo era propietario de dos inquilinatos en el barrio de Constitución ubicados en las calles México 2900 y Santiago del Estero 1400, que eran administrados por Megliolo. Anteriormente, estas propiedades habían sido allanadas por la Policía Federal en dos procedimientos a cargo del juez Federal Sergio Torres durante el que se investigaba a una banda de origen dominicano dedicada al narcotráfico. Debido a esta causa Difilippo era testigo secreto y estaba por ingresar en un programa de protección del Ministerio Público Fiscal. Por este motivo, en un principio, la línea investigativa se dirigió en ese sentido.

Al llegar de Brasil, la esposa, que había pasado las fiestas con sus familiares, les indicó a los investigadores que faltaba una importante cantidad de dinero y la existencia de una deuda por parte de Megliolo, por lo que la causa comenzó a inclinarse sobre un posible móvil económico. Además, recalcó que ella sospechaba sobre la mala administración de los inquilinatos y negocios a “las espaldas de mi marido”.

En este sentido, una vez que los investigadores obtuvieron las grabaciones de las cámaras de seguridad de la zona, la hipótesis que indicaba que el asesinato provenía de una supuesta represalia perdió veracidad. Luego de un detallado análisis de las imágenes los investigadores apuntaron como principal culpable a Megliolo, ya que fue la única persona que se vio entrar y salir de la casa durante el día en que se produjo el asesinato.

Por otra parte, el área de Telemáticas analizó la información de siete celulares secuestrados en la escena del crimen. En base a los datos obtenidos y un cruzamiento realizado con las escuchas telefónicas, un informe brindado por una empresa de telefonía y los horarios de las cámaras de seguridad se comprobó que la única persona que estuvo en el departamento fue Megliolo. Además, se descubrió parte de la coartada, ya que el asesino utilizó el teléfono de la víctima para evitar que una amiga en común se haga presente en la casa de Difilippo. Asimismo, varias horas después de haberlo matado mandó un mensaje de texto desde su celular al teléfono de la víctima, con el objetivo de demostrar preocupación por su paradero.

Durante los 11 meses que duró la investigación se realizaron tres allanamientos. Dos en los inquilinatos de Constitución y uno en la localidad bonaerense de Monte Chingolo, donde vivía el único imputado y prófugo de la justicia.

Finalmente, las brigadas de la Comuna 15 estaban realizando tareas de seguimiento en el partido de Lomas de Zamora y descubrieron Meglino entrando a un ciber ubicado en la localidad de Ingeniero Budge, en las cercanías de la casa de su ex esposa. Inmediatamente, debido a que tenían la orden de captura, se comunicaron con personal de la Policía Bonaerense que se dirigió hasta el lugar y colaboraron en la detención.

Luego, la justicia ordenó que se allane la casa de la ex mujer donde el prófugo había estado viviendo el último tiempo. Allí se secuestró una consola de juegos, una cámara de fotos, cadenas de oro, $7000, un colchón con manchas de sangre y documentación. Todos estos elementos estaban relacionados con la causa.

Una vez detenido, Megliolo fue trasladado en primera instancia a la Comisaría 10ma de Lomas de Zamora, luego a la Comisaría de la Comuna 12 de la Policía Metropolitana donde fue identificado; y posteriormente, por orden de la justicia, fue alojado en la U-28 del Palacio de Tribunales donde fue indagado por el juez Hernán Martín López que ordenó su inmediata detención en una unidad penal del Servicio Penitenciario Federal.