38 detenidos, cocaína y armas de guerra en más de 30 allanamientos

Fueron desbaratadas dos bandas de narcos. Operaban en la Villa 31, en la villa 1-11-14 y en diferentes barrios de la Ciudad de Buenos Aires. Cocinaban y distribuían cocaína.

En un operativo en conjunto llevado a cabo por las áreas de Delitos y Sumarios e Investigaciones Criminales de la Policía Metropolitana, se logró desbaratar dos bandas narcos, lideradas por ciudadanos de origen peruanos, en dos operativos denominados “Prensas Blancas” y “Ceviche Blanco”. Durante los mismos se realizaron más de 30 allanamientos en la Ciudad de Buenos Aires y en La Plata. En los procedimientos, donde intervinieron las grupos especiales de BRI, DIC y DOEM, se detuvo a 32 personas de nacionalidad peruana y seis argentinos y se procedió al secuestro de más de 10 kilos de cocaína, tres kilos de sustancia de corte, precursores químicos, 300.000 pesos, 22.000 dólares, 10 vehículos, 129 teléfonos celulares, 300 municiones y armas de calibre de guerra, 21 balanzas de precisión, prensas hidráulicas, moldes para cocinar panes de cocaína, estufas halógenas, computadoras y documentación relacionada a la causa.

Prensas Blancas

El operativo “Prensas Blancas”, fue llevado a cabo por el área de Investigaciones Criminales de la Policía Metropolitana a partir de una denuncia de ventas de drogas en una casa ubicada en la Calle 13 de la Villa 31. Inmediatamente se judicializó la causa y tomó intervención el Juzgado Federal N° 11 a cargo del Dr. Claudio Bonadío.

Las tareas investigativas se llevaron a cabo a partir de agosto de 2013, y en primer lugar se centraron sobre los movimientos de la casa donde se detectó la venta de cocaína. Luego, se pudo comprobar que el propietario de la vivienda se llamaba Roberto y se dedicaba a la venta de estupefacientes. En este sentido, también se comprobó una de las ramificaciones de la banda en la Villa 31, liderada por Hugo y Junior, también habitantes del asentamiento.

En la segunda etapa de la investigación, a raíz de una serie de entrecruzamiento de datos y análisis de las llamadas telefónicas se logró identificar a dos de los líderes y proveedores de la organización narco: “Pecho” y “Cansao”. Estos hombres, en la mayoría de las comunicaciones establecidas entre sí, hacían referencia a acciones vinculadas a la comercialización, fraccionamiento y estiramiento del clorhidrato de cocaína. “Cansao” era el encargado de abastecer la droga en su máxima pureza, mientras que “Pecho” se dedicaba a realizar el estiramiento, fraccionamiento y distribución.

Asimismo, estos líderes tenían vinculaciones con una persona en la ciudad de La Plata, quien se hacía llamar “Cocoliso”. Este hombre sólo tenía trato con los líderes de la organización y se dedicaba a la venta y distribución de cocaína en esta zona de la provincia de Buenos Aires.

Por otra parte, el tercer líder de la organización era una mujer llamada Adriana, quien era la encargada de distribuir la cocaína en el Bajo Flores y la Villa 1-11-14. En esta etapa de la investigación, las brigadas lograron establecer la estructura de la banda narco y determinar quienes actuaban como intermediarios entre estos.

Por último, se comprobó que para la logística utilizaban a jóvenes que viven en las villas y los barrios donde operaban para que fraccionen la cocaína y la entreguen. Éstos, eran denominados “satélites”, ya que para que no los detecte la policía rotaban continuamente.

Luego de ocho meses de investigación, se presentaron todas las pruebas al juez Bonadío quien ordenó realizar 13 allanamientos, nueve en la Ciudad de Buenos Aires y cuatro en La Plata.

Ceviche Blanco

La investigación que desencadenó en el operativo “Ceviche Blanco” fue llevada a cabo por el área de Delitos y Sumarios de la Policía Metropolitana, luego que en octubre de 2013 una persona de identidad reservada denunciara que en un edificio ubicado en la calle Perón, en la Ciudad de Buenos Aires, se estaba comercializando droga.

Luego, por orden del Juzgado Federal N°1 a cargo del juez Marcelo Martínez de Giorgi las brigadas comenzaron con las tareas investigativas preliminares. Una vez presentadas las pruebas y las posibles conexiones con el exterior, la justicia ordenó profundizar la investigación y determinar la existencia de una banda narco.

En primer lugar se realizaron seguimientos, vistas fotográficas y cruzamientos de datos que permitieron identificar a algunos de los integrantes de la banda. Luego, a partir de la información recabada se realizaron análisis de las llamadas telefónicas, lo que por un lado confirmó la existencia de una organización criminal dedicada la venta de cocaína; y por otro dejó al descubierto la totalidad de los integrantes.

En la tercera etapa de la investigación, se determinó que no sólo se dedicaban a la comercialización de la droga en el país sino que había conexiones con la República del Perú, desde donde provenía la mayor parte de la cocaína. Además, para la venta, la logística y la distribución se utilizaban taxis, puestos de venta ambulante y restaurantes de comidas peruanas ubicados en el barrio porteño de Once.

La estructura de la banda estaba conformada por tres líderes, dos mujeres y un hombre, que proveían de cocaína a los demás integrantes que distribuían y realizaban la venta directa a los clientes.

Una vez que se presentaron todas las pruebas, el juez Martínez de Giorgi ordenó que se lleven a cabo 21 allanamiento, en domicilios ubicados en los barrios de Once, Chacarita, Agronomía, Belgrano, Constitución, Almagro, Palermo y Monserrat.

En total, durante los operativos “Prensas Blancas” y “Ceviche Blanco”, se realizaron 33 allanamientos y se detuvo a 38 personas, en su mayoría de nacionalidad peruana, que quedaron incomunicados a disposición de los juzgados correspondientes. Asimismo, todos los elementos secuestrados fueron puestos a disposición de la justicia.

En este sentido, durante una conferencia de prensa, el ministro de Justicia y Seguridad Guillermo Montengro, expresó que: “Estamos orgullosos del resultado del trabajo en conjunto de la Metropolitana con la Justicia Federal y las policías Federal y Bonaerense, en una investigación que lleva ocho meses y más de 30 allanamientos; debemos asumir que el narcotráfico es más que un problema: es una batalla que tenemos que dar todos los sectores. La situación es muy grave”.