Los Diputados y Senadores tienen terror de quedarse sin fueros, solo algunos renuncian a ellos.

Raffo: «Los fueros son un privilegio indigno». El diputado Julio Raffo (Diálogo y Trabajo, en el interbloque Frente Renovador-UNA) explica acerca de la posibilidad o no de que un Diputado deje sus fueros:

«En julio del año pasado renuncié. Los fueros son de la Cámara pero el beneficiario puede decir ‘lo renuncio’. La Cámara, por un nefasto espíritu de cuerpo, no trata esto. A mi pedido no lo trataron nunca; exijo y quiero que se trate», reclamó Raffo.

El diputado opinó que los fueros son un inconveniente en el avance de las causas judiciales: «Se equivocan los que dicen que los fueros no entorpecen el proceso. Los fueros son una forma de generar un privilegio indigno, fuera de época», señaló.

«La Constitución Nacional es muy clara: su artículo 70 NO requiere que haya pedido del juez para iniciar el procedimiento para la suspensión del diputado y su sometimiento a la Justicia. La Cámara puede iniciar ese procedimiento de oficio y así lo he solicitado, con un proyecto formalmente presentado. Los que inventan esa exigencia son ‘ayudadores’ o cómplices de De Vido».

Originalmente se trata de una protección para quienes actúan en el ámbito legislativo. La idea es mantener la división de poderes, impidiendo que se encarcele a miembros de los otras ramas del Estado por cuestiones políticas. Este derecho está garantizado por el artículo 69 de la Constitución, que establece que sólo se podrá arrestar a un Diputado o Senador en caso de ser sorprendido in franganti en un delito.

El derecho de los legisladores fue limitado por la Ley de Fueros, aprobada en septiembre de 2000 luego del escándalo por los sobornos que se pagaron por la aprobación de la llamada “ley de reforma laboral”. En ella se establece que un legislador no puede ser encarcelado durante su mandato, a menos que haya sido desaforado, pero sí puede llevarse adelante todo el resto del proceso judicial. Lo que la ley sí prohíbe es que se allanen el domicilio o las oficinas de los legisladores.

En general, el problema de las causas en las que se investigan actos de corrupción está más relacionado con la larga duración de las investigaciones que con los fueros, ya que no hay muchos casos en los que legisladores hayan sido condenados y no se los haya podido encarcelar a causa de los fueros.

Los Diputados y Senadores de la Argentina tienen terror de quedarse sin fueros, solo algunos renuncian a ellos.