Banco Francés advirtió: un «deterioro en la economía y el empleo, junto con una aceleración de la inflación»

Para arrancar, una familia tipo necesitó $19.601 en junio para no ser pobre. El nivel de pobreza en la Argentina se define por el costo de la Canasta Básica Total. En el mes de junio, una familia tipo necesitó $19.601 para no estar en la línea de la pobreza. INDEC: la actividad económica cayó 5,8% en mayo por la corrida cambiaria
El nivel de actividad económica se contrajo fuertemente en el mes de mayo por la corrida cambiaria y es la caída más fuerte desde julio de 2009.

CONTEXTO DELICADO

El BBVA Banco Francés advirtió que en los próximos meses se observará un «deterioro en la economía y el empleo, junto con una aceleración de la inflación», al tiempo que alertó que por el entorno internacional «no pueden descartarse nuevos episodios de riesgo que afecten con severidad a la Argentina».

El estudio indicó un mal pronóstico para los próximos meses en cuanto a la economía, al tiempo que alertó que por el entorno internacional «no pueden descartarse nuevos episodios de riesgo que afecten con severidad a la Argentina».

En el marco de este estudio, el equipo de Research del banco estimó que la economía sufrirá una contracción en el segundo trimestre del 2,1% contra igual período de 2017 y en el tercer trimestre caerá 0,8%.

Sin embargo, proyectó que la economía «crecerá 0,5% en el año debido, principalmente, al desempeño muy positivo del primer trimestre».

«La economía internacional sigue estando sometida a las tensiones de fuerzas dispares, entre el buen desempeño económico y factores potencialmente negativos como el impacto sobre inflación del aumento del precio del petróleo y las medidas proteccionistas», aseguró.

Así lo sostuvo el informe «Situación Argentina», que publica BBVA Research, en el cual se explica que en un contexto de mayor aversión al riesgo, las tensiones financieras en países emergentes han aumentado de forma generalizada por la depreciación de las divisas y la ampliación de las primas de riesgo.

No obstante, señaló que «se han diferenciado negativamente los países con mayores necesidades de financiación externa, como es el caso de Argentina.

«La consolidación fiscal y los avances de productividad de Argentina fueron demasiado lentos como para asegurar la sostenibilidad de deuda en este entorno, lo que sumado a errores de política propios, provocó el cierre de los mercados de crédito para el país, y fuertes tensiones en el mercado de cambios local», agregó.

Advirtió que «la volatilidad cambiaria se mantuvo hasta principios de julio, con una depreciación acumulada del peso del 47% desde finales de 2017, lo que obligó al Banco Central a subir y mantener la tasa de intervención en 40%».

«Las buenas perspectivas para el sector transable post- devaluación, en particular para el sector agrícola, impulsarán la recuperación de la economía en el cuarto trimestre, que creemos se consolidará en 2019 ante la mejora de la confianza y el salario real, para alcanzar un crecimiento medio de 1,5%», señaló.

Dijo también que «el entorno internacional podría continuar deteriorándose y no pueden descartarse nuevos episodios de riesgo que afecten con severidad a Argentina, dado que, pese al auxilio del FMI, el Tesoro necesitará seguir colocando deuda de relativo corto plazo para absorber el excedente de Lebac».

«Se ha logrado evitar un ajuste desordenado en el nivel de actividad, pero en los próximos meses, se verá un deterioro en la economía y el empleo, junto con una aceleración de la inflación que podría repercutir sobre la conflictividad social», afirmó la entidad.

El Gobierno atribuyó este martes la fuerte baja de la actividad económica a una «tormenta perfecta» conformada por la sequía y la crisis financiera y redujo su estimación de crecimiento a entre 0,5% y 0,6% para todo el año.

El viceministro de Política Económica, Guido Sandleris, dijo que la sequía «impactó de lleno» en el nivel de actividad. El funcionario adjudicó al flojo desempeño del campo la casi totalidad de la caída, al señalar que «la baja del 35% del agro explica el 5,76% de la caída de mayo», que fue del 5,8% en forma interanual.

Así, se corrigió la última estimación que había dado el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, de entre 1,4% y 1,5%, por debajo del 3,5% estimado en la ley de Presupuesto.

Agregó que la caída de mayo es «grande, pero tiene que ver con que impacta de lleno la sequía».

Explicó que los otros sectores «podrían haber empujado para arriba el indicador, pero a una tormenta perfecta hay que sumarle la turbulencia financiera, la suba del riesgo país, la huelga de camiones en Brasil, que provocó una baja del 3% en ese país, y todo pegó en mayo».

El viceministro de Hacienda estimó que «en junio van a seguir los números negativos pero no de esta magnitud» al referirse al indicador de mayo de la actividad económica.

«Nosotros esperábamos esta caída y un segundo trimestre flojo y no es ninguna sorpresa, pero la caída más fuerte ya pasó, en el tercer trimestre sufrirá algún impacto de la volatilidad financiera y estimamos que la economía empiece en el cuarto trimestre a levantar», señaló.

El funcionario nacional estimó una caída en torno al 3% interanual en el tercer trimestre con una leve suba en el indicador desestacionalizado respecto del mes anterior.

«Todavía falta camino por recorrer pero estimamos un crecimiento de entre 1,9% y 2% para el año que viene, esperando que el campo vuelva a su nivel después de la sequía», añadió Sandleris.

En una conferencia de prensa brindada en la sala de periodistas del Ministerio de Hacienda, señaló: «Teníamos una economía que venia creciendo al 1%, pero sube el precio del petróleo y bajan los precios de productos que importamos, la caída de la actividad en Brasil, la sequía y ya fue una tormenta perfecta».

Al referirse a los próximos aumentos tarifarios, dijo que «este es un gobierno que no hace su política mirando el calendario electoral y estamos trabajando con el ministro de Energía, Javier Iguacel, para fijar un calendario de aumento que suavice el impacto en el bolsillo de la gente».

Sostuvo que «en un país que tuvo durante tantos años la adicción al déficit fiscal, romper con eso es difícil, e hicimos mucho esfuerzo para volver a normalizar la economía».

Señaló que el anterior Gobierno «gastaba el 25% del PBI, y pasamos a uno del 7%, y esa irresponsabilidad la estamos pagando ahora».

Al opinar sobre la inflación, estimó «difícil decir cuánto de la devaluación resta del traslado a precios, pero si esperamos que el nivel de julio, seguirá siendo alto, no es el que nos gustaría, pero va a ser más bajo que en junio».

«Ya hubo un poco de traslado a precios de la devaluación, pero cuando la tormenta financiera termine de normalizarse vamos a ver una inflación más baja», confió el funcionario.