Un ambiente se puede resolver usando tanto muebles a medida como los de fabricación industrial. Cuando se pueden emplear diseños hechos especialmente para el espacio o si es posible mezclarlos con piezas estándar se consigue una mayor libertad creativa y, por lo general, hace más rico o interesante el trabajo. Casi siempre la decisión de usar muebles especiales está relacionada con el presupuesto disponible para llevar adelante la obra.
Hay casos en los que es mejor recurrir solo a muebles especiales, como cuando se necesita por alguna razón que cubra totalmente una pared, que quede fija a la misma o que quede ubicado entre paredes. En todos esos escenarios será necesario la toma de medidas y colocación de ajustes laterales para que el mismo quede perfecto.
Hay que tener idea que en la mayoría de los casos resultan más caros que un modelo estándar porque implican más visitas y replanteos para la toma de medidas o plantillado si existe un ángulo extraño o si el mueble va a ir entre paredes. Pero, en la cara contraria, entre sus beneficios se destaca que están pensados exclusivamente para cumplir con los requerimientos de un caso particular, por lo tanto resultan la mejor solución. Se puede elegir terminación, lustre y color, no se está atado a una lista de colores básica.
También, es posible darle toques personales a los muebles que ya se tienen. A veces un cambio de color de lustre o la aplicación de alguna pátina o decoupage sobre un diseño existente lo hace ver totalmente como nuevo. También el retapizado de sillas o sillones hace que se vean como modelos totalmente diferentes a los anteriores. Incluso, se puede recurrir a otras alternativas como cambio de herrajes antiguos por otros más modernos y la utilización de accesorios como almohadones y alfombras que agregándolos al conjunto hacen que el mismo cambie totalmente. Esto se puede aplicar sobre los muebles que son entregados junto con las nuevas unidades o casas, para evitar así que todos los departamentos se parezcan unos con otros.
