A suspender los postres… Con cinco kilos de sobrepeso aumentan el riesgo cardíaco.

Según especialistas en nutrición, apenas cinco kilos de sobrepeso aumentan el riesgo cardíaco.

Un sobrepeso igual o mayor a cinco kilos produce un aumento del riesgo cardiovascular, que predispone a la persona a sufrir, entre otras enfermedades, diabetes, hipertensión arterial y colesterol elevado, que comprometen al corazón, informaron especialistas en nutrición.

El encuentro denominado «Sobrepeso y Riesgo Cardiometabólico» con el aval de la Fundación Argentina de Nutrición (FAN) reunió en la jornada, a destacados especialistas para abordar esa problemática.

Silvio Schraier, médico especialista en Nutrición y ex presidente de la FAN, explicó que “un sobrepeso, en que la persona tenga apenas cinco kilos de más, aumenta progresivamente el riesgo de mortalidad, de enfermedad cardiovascular y de diabetes».

Schraier, de la Carrera de Médicos Especialistas en Nutrición de la Facultad de Medicina de la UBA, añadió que «cuando disminuye el sobrepeso mejoran los demás factores de riesgo, por la cual es necesario implementar estrategias que permitan bajar de peso en forma efectiva”.

Para el especialista, «una disminución de peso aparentemente modesta, de 5 a 10 por ciento del peso corporal, puede disminuir notablemente el riesgo, mejorando los niveles de presión arterial, colesterol y azúcar en sangre».

Schraier insistió en que «los pilares para bajar de peso, ya sea 2, 5 o 50 kilogramos, son los mismos: un plan de alimentación adecuado que incluya todos los grupos de alimentos, con especial interés en frutas y verduras».

Es que los vegetales y las frutas son hipocalóricos, poseen alto poder de saciedad y son una de las fuentes principales de vitaminas, minerales y fibra, que ayudan a toda dieta que además, debe complementarse con actividad física.

Edgardo Ridner, médico especialista en nutrición, sostuvo que «el gran problema es que, pese a todos los avances logrados en los últimos tiempos, para tratar el exceso de peso es preciso un enfoque integral”.

Ridner indicó que «después de décadas de dietas restrictivas, de contar calorías y de recurrir a píldoras mágicas, hemos aprendido que la única estrategia eficaz es la que implica un cambio de hábitos como aprender a comer en forma adecuada, decidir qué se come, incorporar la actividad física a la vida y hacer que la familia sea parte de la solución”.

“Las dietas tienen fecha de vencimiento empiezan y terminan, pero no funcionan a largo plazo, no se puede cumplir menús fijos, ni evitar de por vida alimentos», puntualizó.

En el tratamiento de la obesidad, «pequeños pasos pueden conducir a grandes resultados y los logros se deben medir en períodos de años, no en semanas», dijo y consideró que estas medidas permiten evitar el efecto rebote y obtener una disminución de peso y de riesgo cardiometabólico efectiva.

En el encuentro médico se acordó que para bajar de peso y reducir el riesgo cardiovascular, pueden usarse con indicación médica suplementos dietarios como el ácido linoleico conjugado, que en las personas físicamente activas reduce la cantidad de grasa, en particular la abdominal y la reemplaza paulatinamente, por tejido muscular.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) sostuvo que el sobrepeso y la obesidad son el quinto factor principal de riesgo de muerte en el mundo, cada año fallecen por lo menos 2,8 millones de personas adultas por esa causa.

El 44 por ciento de la carga de diabetes, el 23 por ciento de la carga de cardiopatías isquémicas y entre el 7 y el 41 por ciento de la carga de algunos cánceres son atribuibles al sobrepeso y la obesidad.