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Inseguridad: Adaptar un sistema de seguridad.

Por Ing. Ricardo Katz, Presidente Prioridad 1, www.prioridad1.com

En líneas generales, la necesidad de seguridad tiene algunos patrones que se repiten en un determinado tipo de gente. En el caso de las casas o departamentos, los requerimientos para protegerse suelen ser similares. Entonces desde ese punto de vista, las personas acostumbran a comprar un paquete cerrado, en el cual ya se contempla una cantidad de necesidades que resulta útil para la mayoría de los usuarios. Pareciera que se trata de un tema de marketing donde en general lo que se adquiere es suficiente para lograr un determinado grado de seguridad.

Si se tiene una determinada preocupación por la seguridad, que va más allá de un equipamiento básico, no es recomendable optar por paquetes que quizá no se avengan a la verdadera necesidad del cliente. Seguramente este método va a servir pero puede ocurrir que no considere todas las condiciones que tienen que ver con la rutina de cada usuario como sus horarios, sus procesos, sus movimientos y otras particularidades que hacen a su funcionamiento, aspectos todos involucrados en la precisión de un sistema que cubra todo lo que necesita.
Por ejemplo, no se habla en general de los sistemas de incendio, pero sin embargo, en una casa donde predomina la madera, sería fundamental tener en cuenta un aspecto de la seguridad que se llama “incendio” y en consecuencia, cubrirse adecuadamente en este aspecto: hablamos de un sistema hecho más a medida.
La realidad es que no se debería adquirir un sistema de seguridad, sin realizarle los ajustes necesarios para que sea realmente efectivo, sin hacer un relevamiento previo de las necesidades del sitio a proteger. Estas necesidades no sólo se determinan por el tamaño de una casa, departamento o empresa, sino también por las posibilidades de acceso a ella, por su entorno (por ej. un terreno abandonado lindero, una casa ocupada ilegalmente al fondo o en construcción, etc.), el tipo de riesgo (personas, bienes, o ambos), la velocidad de detección requerida para evitar un daño importante (alarma temprana, asalto), etc.
Para graficar esta cuestión, existe un sistema de seguridad denominado sectorización, que consiste en una alarma que permite activar un sector del hogar y no toda la alarma. ¿A quiénes les puede resultar conveniente este método? Por ejemplo, a las personas que poseen un quincho en el fondo de su casa y desean tener su casa activada aun cuando se encuentran en el fondo. Pues bien, este sistema permite ir al quincho mientras el resto de la casa continúa activada, -lo que implica que todo el perímetro está activado-, pero con la sectorización, el usuario puede desplazarse por su jardín y de todos modos estar protegido sin que se active la alarma, salvo que se detecte una amenaza.

En definitiva, de esto se trata la personalización de un sistema de seguridad, hecho a la medida de las necesidades de cada cliente, disponiendo de una tecnología que acompaña cada uno de estos procesos.

Lo importante es analizar cuál es la verdadera amenaza a la que uno es más permeable a enfrentarse y en función de eso armar un pequeño modelo de seguridad con el asesoramiento adecuado, para poder lograr la protección deseada sin invertir en equipos innecesarios o dejar desatendidos aspectos importantes.
El camino correcto es analizar cuáles son los riesgos probables que se corren con la ayuda de un experto, quien podrá señalarle aspectos que quizá no fueron tenidos en cuenta. Y recién a partir de este diagnóstico de situación, hacer un proyecto sobre qué sistemas de seguridad resultan más adecuados.