Palermo Online Noticias IMAGEN

El miedo a las agujas complica el cuidado de la salud de muchos pacientes.

El temor de muchos pacientes a las agujas es uno de los factores que complica el cuidado de la salud y hace que algunas personas dejen de vacunarse, aplicarse insulina o realizar un tratamiento que incluya una inyección.

Así lo reveló un informe médico, en el que se precisó que el 70 por ciento de los profesionales de la salud admite que las inyecciones son un obstáculo para tratar a muchos pacientes.

Mariela Panichella, médica pediatra infectóloga, indicó que «el solo hecho de imaginarse recibiendo una inyección provoca en muchas personas un escalofrío tal que dejan de vacunarse o realizar tratamientos que impliquen el uso de una aguja, como aquellos para superar alergias o aplicar insulina».

Panichella, coordinadora médica del Centro Prevenciones e Inmunizaciones Preventive Life, que elaboró el informe, insistió en que «se estima que el miedo a las agujas es una de las principales causas por las que las personas evitan transitar por un proceso que perciben como una situación de dolor o impresión».

«A muchos les impresionan las inyecciones, hacerse pruebas médicas, ir al dentista, recibir operaciones quirúrgicas o ver sangre y heridas, poniendo en riesgo su propia salud», alertó.

Reconoció que «existen casos extremos en que la persona que va a recibir una inyección siente mareos, se desmaya o entra en shock: se trata de la fobia a las inyecciones denominada tripanofobia».

Las fobias son trastornos de ansiedad que actualmente padece alrededor del 10 por ciento de la población mundial y se trata de un temor irracional y exagerado ante determinado objeto que normalmente no produce ese tipo de respuestas.

En el caso de las personas que sufren tripanofobia se sienten inquietas y se alteran con el sólo hecho de pensar en la inyección, ya que se mentalizan en que les va a doler y los lastimará.

Pero Panichella indicó que «hoy en día la inyección ya no debe ser sinónimo de dolor, gracias a que los avances tecnológicos han permitido desarrollar diferentes herramientas que brindan a la persona un proceso más sencillo y menos doloroso».

Explicó que, «por ejemplo, para la vacunación antigripal se aplica la inyección de manera intradérmica con un innovador sistema de microinyección con una microaguja de 1,5mm -10 veces más corta y 5 veces más fina que la aguja convencional de administración intramuscular- que disminuye ampliamente el dolor».

Además, destacó que «no lastima venas ni nervios en ese proceso, ya que es introducida a 1,5 mm de profundidad de la dermis».

Sostuvo que «ese dispositivo intradérmico permite un proceso de vacunación más rápido, es de muy fácil aplicación y administra en la dermis la dosis exacta de antígeno de forma precisa e independientemente de las características del paciente».

Otro avance fue en el tratamiento de la diabetes un sistema de inyección desechable tipo lapicera, fácil de utilizar y que requiere escasa fuerza para la aplicación de la insulina, lo que contribuye a la individualización del tratamiento.

Esa aplicación también ayuda al seguimiento del tratamiento, brindándole al paciente mayor comodidad en la aplicación, confianza, seguridad y eliminando prácticamente el dolor en la aplicación diaria.

En el campo de los tratamientos de fertilización asistida, los avances lograron mejorar la calidad de vida de las mujeres que atraviesan por este tipo de situación.

También, con un dispositivo con formato tipo lapicera con una microaguja intradérmica se permite la autoadministración de drogas necesarias para llevar adelante el tratamiento de una manera indolora.