Al Mago sin Dientes le robaron una caja fuerte de su casa.

Al Mago sin Dientes le robaron una caja fuerte de su casa y sospechan de su empleada doméstica.

Las cámaras muestran cómo la mujer se lleva el cofre de seguridad que estaba en un placard; ella dice que le hicieron el cuento del tío.

Pablo Cabaleiro, más conocido como El Mago sin Dientes sufrió un robo en su casa del barrio de Palermo, donde vive con su pareja, Ana María Patricelli. Durante un viaje relámpago que tuvieron que hacer a Uruguay, la empleada doméstica que había quedado a cargo de la casa y del cuidado de las dos hijas de la novia del artista, denunció que le hicieron un cuento del tío, por lo que tuvo que entregar una pesada caja fuerte que tenían en el departamento.

“Yo viajé el lunes con Pablo con urgencia a Uruguay por un tema personal y estaba volviendo el jueves. Cuando llegué, hablé con mi hija y le pedí a la empleada que se quedara y que cuidara todo. Al otro día llamo al mediodía al celular de mi empleada y no me atiende, llamo a mi casa y no me atiende, me preocupo, pero no tenía noticias. Y a la hora y media, me llama a mi celular llorando de tal manera que era imposible entenderle. Me corta, después lo llama a Pablo, tampoco le entendía, y por tercera vez me llama a mí y, entre llantos, me decía que me quería explicar que, supuestamente, llamaron al teléfono de línea de mi casa, que nunca se usa, una supuesta prima mía y que le dijo que yo estaba retenida en Uruguay con un problema de la AFIP. Que vaya a mi casa y busque en un placard mío (no tienen llave menos uno y yo tengo la llave), violentó con unas herramientas esa parte del placard, rompió una de las puertas y sacó una caja fuerte que mide un metro por ochenta”, empezó explicando.

Y prosiguió: “Ella en el ascensor (hay un espejo) envolvió la caja fuerte con dos bolsas grandes de consorcio, y a su vez le puso un vestido mío rojo para disimular. Y cuando llega abajo, en la otra cámara se ve que se le cayó la caja fuerte porque era muy pesada y el jardinero le presta su carrito, y justo se la ve llevándola hasta la cortada de Gelly con un señor y ella vuelve a entrar como si nada. Y el trasfondo que a mí no me cierra es que la puerta principal de mi casa se ingresa con huella digital, y las únicas que tienen huella son mis hijas y yo, ella no. Con lo cual bajó por la principal y subió por la principal”, manifestó con mucha preocupación.

“Yo no puedo acusar a nadie, pero no me cierra porque no es una persona que se pueda guiar por un cuento de un tío. Además, los jardineros no están todos los días, estaban poniendo flores porque llega el verano. Yo hace siete años que vivo acá y nunca los he visto, excepto muy rara vez”, siguió relatando.

“¿Puede ser que la empleada doméstica esté atrincherada en tu casa?”, le consultó Gastón Marote.

“No, ella está aquí, está como si nada, planchando, y hasta tanto yo no tenga pruebas, tampoco puedo hacer nada. Para mí es muy difícil, yo llegué anoche de urgencia, estoy sin dormir, a mi hija la mandé en un taxi al colegio. Y la verdad que no estoy tranquila, tengo inseguridad, no la puedo acusar, y tampoco la puedo echar, ella está en blanco desde que entró, yo la tengo declarada como empleada doméstica y es una situación para mí muy difícil”, cerró, visiblemente angustiada.