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Alejandro Radetic, acusado por las picadas en la 9 de Julio, recuperó la libertad.

Alejandro Radetic, uno de los acusados por las picadas en la 9 de Julio, recuperó la libertad ayer por la noche, luego de haber reconocido que manejaba uno de los vehículos que aparece en un video viralizado en redes sociales, mientras la Justicia busca al otro conductor implicado.

La Asociación Civil Luchemos por la Vida, en tanto, afirmó que el hecho «pone de manifiesto la urgente necesidad de legislar los Delitos contra la Seguridad Vial», en particular «el de la conducción con exceso notable de velocidad, antes de que otros potenciales homicidas del tránsito, como estos, lleguen a matar».

La organización sostuvo en un comunicado que si bien ya existe el delito por «correr picadas, también es cierto que el exceso de velocidad, se corran picadas o no, implica un peligro tan grande para la vida de los terceros, que debe ser sancionado con la máxima expresión de la repulsa social».

En ese sentido, recordó que propuso a los legisladores penar con prisión e inhabilitación especial para conducir automotores «a quien condujere cualquier tipo de vehículo automotor a una velocidad superior en 40 km/h a la máxima establecida para dicha autopista, semiautopista, ruta, avenida o calle».

«Estos delitos ya existen en los países exitosos en su lucha contra las muertes en el tránsito», manifestó Luchemos por la Vida, y mencionó el caso de España, donde «su implementación es una contribución muy importante a la reducción de las muertes en ese país».

«Estamos hablando de ‘delitos’, y no de una simple infracción o contravención, de las cuales la experiencia cotidiana muestra que es fácil escapar con total impunidad», aclaró la organización.

El Libertador
El juez Pablo Casal tomó la decisión al considerar que ya no hay «riesgo de entorpecimiento en la causa» porque el acusado entregó su camioneta. En este sentido, el abogado de Radetic, Rodolfo Baqué, explicó que el conductor deberá «pagar una fianza de 100 mil pesos, presentarse cada 15 días en la fiscalía, entregar la licencia de conducir y no manejar ni participar de espectáculos automovilísticos» mientras dure su proceso.

Fuentes policiales identificaron como Alejandro Biscardi al conductor que permanece prófugo tras la picada que atravesó la avenida 9 de Julio a 240 kilómetros por hora.

Radetic, de 36 años, había sido detenido el sábado por orden de Casas, magistrado del juzgado 10 en lo Penal, Contravencional y de Faltas de la Ciudad, acusado de «conducción riesgosa en concurso con daño agravado», delito penado con entre seis meses y siete años de prisión.

Las camionetas que intervinieron en la picada, Dodge RAM y Porsche Cayenne, en tanto, fueron secuestradas en dos operativos realizados por la policía porteña en Caballito y Palermo, a raíz de una orden del fiscal Gonzalo Viña. El fiscal general porteño, Luis Cevasco, dijo en declaraciones a radio La Red que «si se le diera la pena máxima no podría manejar durante seis años, porque es el doble de la pena que se le dé por conducción riesgosa».

«Lo que habría que ver es qué deciden las autoridades administrativas sobre darle o no darle el nuevo registro», expresó el jefe del ministerio Público porteño, y dijo que «una inhabilitación perpetua para conducir no está prevista en ninguna norma. Pero son decisiones legislativas».

Cevasco manifestó que se trata de «una persona desaprensiva con la vida propia y la de los demás» y afirmó que manejar a la velocidad que lo hizo «es como andar por el medio de la ciudad disparando con una ametralladora al aire».

El titular del ministerio Público porteño explicó que la figura penal que enfrenta Radetic es la de «conducción riesgosa, que refiere a quienes corren picadas en la Ciudad o en lugares no autorizados» y sostuvo que «tiene una pena que va de tres meses a tres años de prisión».

Asimismo, advirtió que deberá responder «por haber destruido los conos de protección del Metrobus, que son propiedad pública y es un daño calificado, que tiene una pena que va de 6 meses a 4 años de prisión».

Cevasco sostuvo que la Ciudad «podría quitarle todos los puntos (del Sistema de Evaluación Permanente de Conductores) y someterlo de nuevo a los controles», pero reiteró que, en cualquier caso, en algún momento volverá a estar habilitado para conducir.