Amenazas terroristas en escuelas porteñas ahora la amenaza es «mercurio en el agua»

Los alumnos de la escuela ENS en Lenguas Vivas “Sofía E. B. de Spangenberg” fueron evacuados luego de que las autoridades del establecimiento recibieron una llamada telefónica alertando sobre la presencia de mercurio en el agua, ayerfué el turno de la Guemes, y ya hace una semana el Lenguas había sido amenazado y los resultados fueron falsos, hoy varias escuelas recibieron el mismo mensaje, la amenaza del mercurio. Se nota que alguien no estudió.

Con un corto comunicado la Escuela suspendió las clases.

Estimadas familias:
Por pedido de la Sra. Vicerrectora a cargo de Rectorado, Prof. María Cecilia Pfister, les informamos que en el día de hoy se suspenden las clases para todos los niveles, turnos y talleres extraescolares, debido a que el magistrado ordenó tomas de muestras de agua en el establecimiento.
Saludos.
Cooperadora Lengüitas

La Policía de la Ciudad trabajó en el lugar pasadas las 8 45 y se retiró de la escuela sin encontrara nada. La Escuela Lenguas Vivas Sofía Spangenberg se ubica, hacia el costado suroeste del Parque Las Heras, en la calle Juncal 3251 (entre la calle Jerónimo Salguero y la Avenida Coronel Díaz), en el Barrio Porteño de Palermo. Palermonline Noticias, habló con Juan y nos comentó como fué su experiencia y dijo que “Llegamos al colegio, los patrulleros se veian a la distancia. Entramos, la gran mayoría de los pibes y pibas estaban agrupados en el hall de entrada, se nos tomo lista y estuvimos cerca de media hora haciendo tiempo, luego de esto se evacuó a las personas a las que no las podían pasar a buscar, los mayores de edad pudimos firmar e irnos”.

Los estudiantes de la institución, ubicada en la esquina de Juncal y Salguero, fueron trasladados fuera de la escuela, durante la amenaza, los estudiantes presente fueron los secundarios y los niños del Jardín de Infantes que esperaron a sus padres junto a las maestras que controlaron todo a la perfección

La Brigada de Explosivos, de la Policía de la Ciudad, debe revisar cada rincón de la escuela para confirmar o descartar la amenaza de bomba.

La Escuela Normal Superior en Lenguas Vivas Sofía Esther Broquen de Spangenberg (Ex John F. Kennedy), apodado popularmente Lengüitas, es una institución Educativa de carácter público de enseñanza inicial, primaria, secundaria y terciaria de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Depende del Ministerio de Educación del Gobierno de la Ciudad.

Fue fundada en el año 1957 por la Profesora Sofia Broquen de Spangenberg, e inicialmente era un colegio de mujeres. Su nombre original fue Instituto Nacional Normal Superior en Lenguas Vivas John F. Kennedy, sustituido en el año 2004 por el de su fundadora y primera directora.

Ayer más de 600 alumnos del Colegio Normal 6 del barrio de Palermo fueron evacuados por la mañana tras una amenaza por derrame de cianuro en los tanques de agua, por lo que concurrió personal de la brigada de bomberos y descartó la presencia del veneno, informaron fuentes de la cartera de seguridad.

El hecho ocurrió pasadas las 10.30 en el establecimiento ubicado en la calle Güemes 3859, de la ciudad de Buenos Aires, adonde personal de Bomberos y de Emergencia concurrieron para asistir en la evacuación y control del lugar.

MERCURIO Y SUS PELIGROS

En la Edad Media el mercurio alcanzó distinciones insospechadas. En toda la época medieval la principal fuente fue España y los reyes árabes hicieron un uso espectacular. Abdar-Rahmán III edificó hacia el 950 un palacio cerca de Córdoba, en cuyo patio fluía continuamente un surtidor de mercurio.

De otro rey se dice que dormía en un colchón que flotaba en un charco del mismo elemento.

Otro detalle quizás más conocido es que tiene una alta tensión superficial: 484 dinas/cm, seis veces mayor que la del agua en contacto con el aire. Por consiguiente, el mercurio no puede mojar ninguna superficie con la cual esté en contacto. ¿Recordáis haberlo tenido alguna vez en la mano?

Un problema del mercurio es que hierve a 357ºC (por supuesto, todos estos datos son a presión atmosférica) y esto hace que a temperatura ambiente produzca cantidades perceptibles de vapor y dicho vapor es acumulativamente venenoso. Provoca daños en el cerebro, riñones y función motora (y muchas más cosas). Esto lo conocen muy bien las personas que lo manipulan. Si hirviera a temperaturas mucho más altas, como el galio que lo hace a 1983ºC, no habría apenas vapor. Pobre, aquel rey que dormía sobre el charco de mercurio: iría enfermando paulatinamente. Cuidado, por tanto, si se os rompe un termómetro de mercurio y éste es liberado. Mientras se evapora es posible que lo respiremos, con el correspondiente peligro.

Cuando uno arroja pilas con mercurio a la basura, estas van a parar junto con el resto de los residuos a la tierra o al agua. A pesar de estar descargadas seguirán liberando ese elemento a su alrededor. La fauna piscícola, tanto marina como fluvial, es la que mejor refleja el grado de contaminación por mercurio en una determinada zona del planeta. El mercurio se fija y acumula en sus tejidos sin perjudicar sus órganos vitales por lo que más que afectados son portadores, pero una vez ingerido el pez por animales de sangre caliente, por ejemplo nosotros, el mercurio se libera de su fijación y recupera toda su toxicidad. Así que, por favor, tira las pilas en el sitio adecuado: es un bien para todos.

El mercurio está presente en muchos productos, entre ellos los siguientes:

pilas;
instrumental de medida como termómetros y barómetros;
interruptores y relés eléctricos en diversos aparatos;
lámparas (incluidos ciertos tipos de bombilla);
amalgamas dentales (para empastes);
productos para aclarar la piel y otros cosméticos;
productos farmacéuticos.
Se están adoptando muy diversas medidas para reducir los niveles de mercurio en ciertos productos o retirar progresivamente otros productos que lo contienen. En el sector sanitario los termómetros y tensiómetros que contienen mercurio están siendo reemplazados por dispositivos alternativos.

El mercurio existe en varias formas: elemental (o metálico) e inorgánico (al que la gente se puede ver expuesta en ciertos trabajos); u orgánico (como el metilmercurio, que penetra en el cuerpo humano por vía alimentaria). Estas formas de mercurio difieren por su grado de toxicidad y sus efectos sobre los sistemas nervioso e inmunitario, el aparato digestivo, la piel y los pulmones riñones y ojos.

El mercurio, presente de forma natural en la corteza terrestre, puede provenir de la actividad volcánica, la erosión de las rocas o la actividad humana. Esta última es la principal causa de las emisiones de mercurio, procedentes sobre todo de la combustión de carbón en centrales eléctricas, calefacciones y cocinas, de procesos industriales, de la incineración de residuos y de la extracción minera de mercurio, oro y otros metales.

Una vez liberado el mercurio al medio, ciertas bacterias pueden transformarlo en metilmercurio. Este se acumula entonces en peces y mariscos (se entiende por bioacumulación una concentración de la sustancia más elevada en el organismo que en su entorno). El metilmercurio pasa también por un proceso de bioamplificación. Los grandes peces depredadores, por ejemplo, tienen más probabilidades de presentar niveles elevados de mercurio por haber devorado a muchos peces pequeños que a su vez lo habrán ingerido al alimentarse de plancton.

Aunque las personas pueden verse expuestas a cualquiera de las formas de mercurio en diversas circunstancias, las principales vías de exposición son el consumo de pescado y marisco contaminado con metilmercurio y la inhalación, por ciertos trabajadores, de vapores de mercurio elemental desprendidos en procesos industriales. El hecho de cocinar los alimentos no elimina el mercurio presente en ellos.