Anestesista Gerardo «el chacal» Billiris, había sido suspendido por la Asociación Argentina de Anestesistas

Ayer se allanó el departamento de calle Beruti al 4500, en el barrio porteño de Palermo, donde el anestesista Gerardo Billiris atacó violentamente a Belén Torres, de 20 años, quien trabajaba para él. En el lugar se secuestraron distintos tipos de drogas. La caratula que enfrentará este chacal va a ser directamente proporcional y la acción penal será muy contundente, a esto hay que aplicarle tambiém la acciión civil. A Billiris lo espera literalmente la carcel, a no ser que un juez lo deje libre, pero ese juez puede caerá en un Jury. En el muro de su red social aplica https://www.facebook.com/gbilliris?fref=ts publicó Filofobia.

El padre de Belén Torrres, que fue salvajemente golpeada por el anestesista Gerado Billiris, contó que la noche de la pelea habían «consumido paco». El médico ya había sido suspendido por la Asociación Argentina de Anestesistas debido a sus problemas con las adicciones.

El anestesista Gerardo Billiris, que golpeó en forma salvajemente a la estudiante de kinesiología Belén Torres -quien trabajaba con él y mantenían una relación intima-, era adicto a las drogas y la pelea se produjo en medio de una noche de excesos paco y violencia extrema. El saldo: la joven terminó con golpes en la cara, cuello y brazos; y cortes en la cabeza producidos por un objeto contundente de vidrio. El médico fue detenido.

Las adicciones de Billiris, de 40, habían puesto en jaque su trabajo y la Asociación Argentina de Anestesistas había resuelto su suspensión. Trabajaba como coordinador de grupo pediátrico del Hospital Militar, en el área de Anestesiología.

Belén y Billiris se cruzaron porque la contrató como una especie de secretaría. Hace 20 días que trabajaba para él, concurría dos o tres veces por semana al departamento del médico, en Palermo, para pasar unos papeles a la computadora. Le ofreció un sueldo mensual de 7 mil pesos, flexibilidad horaria y una ganancia del 10% de los papeles si seguía trabajando bien.

Leonardo, encargado del edificio contó que Belliris, «es una persona bastante tranquila». Agregó que el lunes alrededor de las cinco o seis de la tarde» llegó junto a la mujer, y que varios vecinos dijeron que ya la habían visto.

Era su horario de entrada al trabajo y escuchó ruidos de una pelea. Cuando ingresó al departamento, pudo ver que había un desorden bastante importante y que Billiris «estaba ahí, bastante tranquilo». «No sabía qué había pasado, de hecho me preguntó qué era lo que había pasado», sostuvo el encargado.

El SAME, que tardó 40 minutos en llegar al lugar, trasladó en primera instancia a Belén y luego con custodia policial a Belliris. Ambos fueron recibieron primeras atenciones en el Hospital Fernández. La joven luego fue trasladada al Hospital Rivadavia, mientras que el médico quedó detenido e incomunicado en la comisaría 23°.

Belén pudo contarles a los médicos que «consumió paco toda la noche». Los padres de Belén se enteraron de la noticia a través de la televisión.

El padre, Rubén Torres, que la joven le había mentido a la familia diciendo que se iba a dormir a la casa de la hermana. «Nosotros controlamos a nuestros hijos lo que podemos pero el pueblo tiene que saber que esto hace la droga», aseguró minutos antes de referirse al médico como «chacal».