antonio machado

Antonio Machado en el Jardín de los Poetas del Rosedal de Palermo.

Antonio Machado Ruiz nació en Sevilla; 26 de julio de 1875 y falleció en Colliure; 22 de febrero de 1939. Cuando empezó la Guerra Civil Machado se puso al servicio de la República. En noviembre de 1936 fue evacuado con su familia a Valencia. En 1938, ante el avance del ejército nacionalista Machado y su familia fueron evacuados a Barcelona. El título de su último libro, Poesías de la guerra, refleja los años trágicos en que fue escrito. A finales de la guerra, en enero de 1939, Machado cruzó la frontera francesa acompañado de su anciana madre. A los pocos días, el 22 de febrero de 1939, murió en el exilio en Collioure.

La placa de bronce que está al lado de la escultura de Antonio Machado un Sevillano en el Jardín de los Poetas del Rosedal de Palermo, dice que «En el aniversario cincuenta de su muerte 1989» .Donación de la Junta de Andalucía al pueblo Argentino, Firmado por el Aula de Poesía EspañolaAntonio Machado.









La vida de Antonio Machado

Fue un poeta español, el más joven representante de la generación del 98. Su obra inicial, de corte modernista (como la de su hermano Manuel), evolucionó hacia un intimismo simbolista con rasgos románticos, que maduró en una poesía de compromiso humano, de una parte, y de contemplación casi taoísta de la existencia, por otra; una síntesis que en la voz de Machado se hace eco de la sabiduría popular más ancestral. Dicho en palabras de Gerardo Diego, «hablaba en verso y vivía en poesía ».

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Fue uno de los alumnos distinguidos de la Institución Libre de Enseñanza (ILE), con cuyos idearios estuvo siempre comprometido. Murió en el exilio en la agonía de la Segunda República Española.

Se formó en la Institución Libre de Enseñanza y en otros institutos madrileños. En 1899, durante un primer viaje a París, trabajó en la editorial Garnier, y posteriormente regresó a la capital francesa, donde entabló amistad con Rubén Darío. De vuelta a España frecuentó los ambientes literarios, donde conoció a Juan Ramón Jiménez, Ramón del Valle-Inclán y Miguel de Unamuno.

En 1907 obtuvo la cátedra de francés en el instituto de Soria, cuidad en la que dos años después contrajo matrimonio con Leonor Izquierdo. En 1910 le fue concedida una pensión para estudiar filología en París durante un año, estancia que aprovechó para asistir a los cursos de filosofía de Henri Bergson y Joseph Bédier en el College de France. Tras la muerte de su esposa en 1912, pasó al instituto de Baeza.

Doctorado en filosofía y letras (1918), desempeñó su cátedra en Segovia, y en 1928 fue elegido miembro de la Real Academia Española. Al comenzar la Guerra Civil Española (1936-1939) se encontraba en Madrid, desde donde se trasladó con su madre y otros familiares al pueblo valenciano de Rocafort y luego a Barcelona. En enero de 1939 emprendió camino al exilio, pero la muerte lo sorprendió en el pueblecito francés de Colliure.

Autorretrato

En una breve autobiografía casi improvisada por Machado en 1913, dejó escritas algunas claves personales que dibujan mejor que ningún estudio crítico su perfil humano:

Tengo un gran amor a España y una idea de España completamente negativa. Todo lo español me encanta y me indigna al mismo tiempo. Mi vida está hecha más de resignación que de rebeldía; pero de cuando en cuando siento impulsos batalladores que coinciden con optimismos momentáneos de los cuales me arrepiento y sonrojo a poco indefectiblemente. Soy más autoinspectivo que observador y comprendo la injusticia de señalar en el vecino lo que noto en mí mismo. Mi pensamiento está generalmente ocupado por lo que llama Kant conflictos de las ideas trascendentales y busco en la poesía un alivio a esta ingrata faena. En el fondo soy creyente en una realidad espiritual opuesta al mundo sensible.

Antonio Machado, Autobiografía.

Ideología

Creo que la mujer española alcanza una virtud insuperable y que la decadencia de España depende del predominio de la mujer y de su enorme superioridad sobre el varón. Me repugna la política donde veo el encanallamiento del campo por el influjo de la ciudad. Detesto al clero mundano que me parece otra degradación campesina. En general me agrada más lo popular que lo aristocrático social y más el campo que la ciudad. El problema nacional me parece irresoluble por falta de virilidad espiritual; pero creo que se debe luchar por el porvenir y crear una fe que no tenemos. Creo más útil la verdad que condena el presente, que la prudencia que salva lo actual a costa siempre de lo venidero. La fe en la vida y el dogma de la utilidad me parecen peligrosos y absurdos. Estimo oportuno combatir a la Iglesia católica y proclamar el derecho del pueblo a la conciencia y estoy convencido de que España morirá por asfixia espiritual si no rompe ese lazo de hierro. Para ello no hay más obstáculos que la hipocresía y la timidez. Ésta no es una cuestión de cultura —se puede ser muy culto y respetar lo ficticio y lo inmoral— sino de conciencia. La conciencia es anterior al alfabeto y al pan.

Antonio Machado, Autobiografía.

Cronología de publicaciones

A modo de guía, y según su fecha de publicación:

Poesía

1903 – Soledades: poesías
1907 – Soledades. Galerías. Otros poemas
1912 – Campos de Castilla
1917 – Páginas escogidas
1917 – Poesías completas
1917 – Poemas
1918 – Soledades y otras poesías
1919 – Soledades, galerías y otros poemas
1924 – Nuevas canciones
1928 – Poesías completas (1899-1925)
1933 – Poesías completas (1899-1930)
1933 – La tierra de Alvargonzález
1936 – Poesías completas
1937 – La guerra (1936-1937)
1937 – Madrid: baluarte de nuestra guerra de independencia
1938 – La tierra de Alvargonzález y Canciones del Alto Duero

Prosa

1936 – Juan de Mairena (sentencias, donaires, apuntes y recuerdos de un profesor apócrifo)
1957 – Los complementarios (recopilación póstuma a cargo de Guillermo de Torre publicada en Buenos Aires por Editorial Losada).
1994 – Cartas a Pilar (edición de G. C. Depretis, en Madrid con Anaya-Mario Muchnik).
2004 – El fondo machadiano de Burgos. Los papeles de AM (edición de A. B. Ibáñez Pérez, en Burgos por la Institución Fernán González).

Teatro

(con Manuel Machado)

1926 – Desdichas de la fortuna o Julianillo Valcárcel
1927 – Juan de Mañara
1928 – Las adelfas
1930 – La Lola se va a los puertos
1930 – La prima Fernanda
1932 – La duquesa de Benamejí
1932 – Teatro completo, I, Madrid, Renacimiento.
1947 – El hombre que murió en la guerra (homenaje en Buenos Aires)

Adaptaciones de clásicos, en colaboración

1924 – El condenado por desconfiado, de Tirso de Molina (con José López Hernández), estrenada el 2 de enero de 1924, en el Teatro Español de Madrid, con Ricardo Calvo como protagonista principal.
1924 – Hernani, de Victor Hugo (con Francisco Villaespesa), estrenada el 1 de enero de 1925, en el Teatro Español de Madrid, por la compañía de María Guerrero y Fernando Díaz de Mendoza.79
1926 – La niña de plata, de Lope de Vega (con José López Hernández).

Lagigante  obra de Antonio Machado

Los textos iniciales de Machado, comentarios de sucesos y crónicas costumbristas escritos en colaboración con su hermano y firmados con el seudónimo Tablante de Ricamonte, aparecieron en La Caricatura en 1893. Sus primeros poemas se publicaron en Electra, Helios y otras revistas modernistas, movimiento con el que Machado se sentía identificado cuando comenzó su labor literaria.

Antonio Machado

No obstante, aunque las composiciones incluidas en Soledades (1903) revelaron la influencia del modernismo, el autor se distanció de la imaginería decorativa de la escuela rubeniana para profundizar en la expresión de emociones auténticas, a menudo plasmadas a través de un sobrio simbolismo. En su siguiente libro, Soledades, galerías y otros poemas (1907), reedición y ampliación del anterior, se hizo más evidente el tono melancólico e intimista, el uso del humor como elemento distanciador y, sobre todo, la intención de captar la fluidez del tiempo.

Al igual que Unamuno, Antonio Machado consideró que su misión era «eternizar lo momentáneo», capturar la «onda fugitiva» y transformar el poema en «palabra en el tiempo». En los años posteriores se acentuó su meditación sobre lo pasajero y lo eterno en Campos de Castilla (1912), pero no por medio de la autocontemplación, sino dirigiendo la mirada hacia el exterior, y observó con ojos despiertos el paisaje castellano y los hombres que lo habitaban. Una emoción austera y grave recorre los poemas de este libro, que evoca la trágica España negra tan criticada por la Generación del 98 desde una perspectiva regeneracionista, al tiempo que se describe con hondo patriotismo la decadencia y ruina de las viejas ciudades castellanas.

En su siguiente volumen de poemas, Nuevas canciones (1924), el autor intensificó tanto su enfoque reflexivo como la línea sentenciosa de los «Proverbios y cantares» incluidos en el libro anterior. Esta tendencia filosófica se había manifestado ya entre 1912 y 1925, etapa en la que Machado redactó una serie de apuntes que verían la luz póstumamente con el título de Los complementarios (1971).

En este cuaderno, miscelánea de lecturas, esbozos y reflexiones cotidianas, aparecieron por primera vez sus heterónimos, el filósofo y poeta Abel Martín y su discípulo, el pensador escéptico Juan de Mairena. Ambos son personajes imaginarios que permitieron expresar al creador sus ideas sobre cultura, arte, sociedad, política, literatura y filosofía, especialmente en el libro Juan de Mairena. Sentencias, donaires, apuntes y recuerdos de un profesor apócrifo (1936).

Paralelamente, en las ediciones de Poesías completas de 1928 y 1933 se decanta una lírica de tema amoroso y erótico inspirada por la que fue, tras la muerte de su esposa, su gran pasión en la vida real, Pilar de Valderrama, llamada Guiomar en dichos versos. Ya durante la contienda civil, Machado escribió algunos poemas y varios textos en prosa, parte de los cuales fueron recogidos en La guerra (1937). Se trata de escritos testimoniales, plenamente incardinados en las circunstancias históricas del momento.

A un olmo seco

Al olmo viejo, hendido por el rayo

y en su mitad podrido,

con las lluvias de abril y el sol de mayo

algunas hojas verdes le han salido.

¡El olmo centenario en la colina

que lame el Duero! Un musgo amarillento

le mancha la corteza blanquecina

al tronco carcomido y polvoriento.

No será, cual los álamos cantores

que guardan el camino y la ribera,

habitado de pardos ruiseñores.

Ejército de hormigas en hilera

va trepando por él, y en sus entrañas

urden sus telas grises las arañas.

Antes que te derribe, olmo del Duero,

con su hacha el leñador, y el carpintero

te convierta en melena de campana,

lanza de carro o yugo de carreta;

antes que rojo en el hogar, mañana,

ardas en alguna mísera caseta,

al borde de un camino;

antes que te descuaje un torbellino

y tronche el soplo de las sierras blancas;

antes que el río hasta la mar te empuje

por valles y barrancas,

olmo, quiero anotar en mi cartera

la gracia de tu rama verdecida.

Mi corazón espera

también, hacia la luz y hacia la vida,

otro milagro de la primavera.

Poema escrito en 1912, fecha en la que Machado sufrió la muerte de su esposa Leonor. El poema tiene una cadencia muy marcada; al principio un tono muy pesimista, que se va dirigiendo a uno más esperanzador. Hay un claro paralelismo del poema con el momento vital de Machado. En este poema Machado usa muchos adjetivos, muchos negativos, marcando el carácter pesimista de los versos iniciales.

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