Apple y Samsung no han cedido terreno en una disputa por patentes

El profesor de mercadotecnia del MIT John Hauser, dijo que consultó a los clientes a través de Internet sobre cuánto pagarían por algunas de estas tecnologías incluidas en la demanda, como el desplazamiento táctil y el reconocimiento de múltiples zonas de contacto, que Apple asegura que Samsung le robó.

Sin embargo, Samsung hundió a Hauser con preguntas sobre si su estudio en realidad se relaciona con la toma de decisiones de los clientes en el mundo real.

Además, el director de la cartera de patentes de Apple, Boris Teksler, describió la estrategia de licencias de la empresa diciendo que se puede contar «con una mano» la cantidad de veces que ha permitido que otras compañías utilicen sus patentes de diseño. Teksler no mencionó a esas firmas.

Apple y Samsung no han cedido terreno en una disputa por patentes que emula la lucha por la supremacía de la industria entre ambos rivales, que controlan entre sí más de la mitad de las ventas de ‘smartphones’ del mundo.

La compañía estadounidense acusa a Samsung de copiar el diseño y algunas características del iPad y el iPhone, y pide que se prohíban las ventas de la surcoreana en el país y una compensación por daños.

Samsung, que intenta extenderse en Estados Unidos, dice que Apple violó algunas de sus patentes clave de tecnología inalámbrica.

Al término de la segunda semana del juicio en la corte federal de San Jose, California, la mayoría de los testimonios se concentraron en las patentes de características técnicas.

Sin embargo, al final del día Hauser dijo que los consumidores de ‘tablets’ estarían dispuestos a pagar 90 dólares (73,2 euros) por las mismas características patentadas por las que habrían pagado 100 dólares en sus ‘smartphones’.

Esa información podría ser relevante a la hora de calcular posibles daños en favor de Apple, que busca unos 2.500 millones de dólares (2.033 euros) de parte de Samsung.

El abogado de la empresa surcoreana, William Price, preguntó a Hauser que por qué no dijo a los jurados cuánto pagarían los clientes por algunas características como la memoria adicional en diferentes modelos de ‘tablets’. Eso se puede comparar a los precios que Apple cobra en el mundo real, dijo Price.

Si bien Hauser dijo que confiaba en su metodología, eventualmente reconoció que sus resultados no necesariamente corresponden con lo que los consumidores pagarían en realidad por esa tecnología en el mundo real.

«Esto se relaciona con eso, pero no lo es, no», dijo Hauser.

Teksler, que salió al estrado después de Hauser, afirmó que si bien Apple está abierto a dar licencias sobre ciertas categorías de patentes, se resiste mucho a dar acceso a otras compañías a tecnología que considera central para su «experiencia de usuario única», decía en el juicio.

Todas las patentes de Apple en la demanda contra Samsung caen dentro de esa categoría especial, sostuvo Teksler.

Después de que Samsung lanzase su teléfono Galaxy S en el verano de 2010, Teksler dijo que el antiguo presidente ejecutivo de Apple y su actual jefe Tim Cook, habían contactado a Samsung personalmente para quejarse.

Por otro lado, Apple es uno de los mayores clientes de materiales que Samsung fabrica para ‘smartphones’y ‘tablets’.

«Estábamos muy sorprendidos», dijo Teksler. «Ellos eran un socio en el que confiábamos», agregó.