Las entidades que representan a los criadores de caballos de pura sangre de Argentina se reunieron con el subsecretario de Ganadería, Rodrigo Troncoso, para delinear una agenda de trabajo conjunta con miras a mejorar la actividad. El titular de la Asociación de Propietarios de Caballos de Carreras (APCC), Mariano Fragueiro, señaló que el país es el cuarto productor mundial de caballos de carreras y que es necesario armar una lista de prioridades poniendo al tope, el tema impositivo. Este sector es el único de cría equina que no está exento del pago de aranceles.
En la Argentina, allá por la década de los ’60, el gobierno de entonces eximió a todos los equinos del pago de impuestos nacionales, excepto a los pura sangre de carrera, ya que en ese momento era una industria floreciente. Cincuenta años después las cosas ya no son como entonces y la actividad necesita de la asistencia de los slots en capital y las salas de juego en la provincia, para poder mantenerse. “En definitiva lo que hemos pedido es que se equiparen a los pura sangre de carrera con el resto del parque caballar y por otro lado que funcione en la compra de caballos de carrera una exención de impuesto a las ganancias con la primera compra”, explica Fragueiro.
Para los criadores, esto sería una herramienta necesaria para que empiece a funcionar una actividad que genera trabajo para alrededor de 400 mil personas de forma directa e indirecta y que representa entre el 8,5 y el 9,5 por ciento del producto bruto interno agropecuario del país. Esos datos, según explica Fragueiro, les eran desconocidos para la gente del Ministerio de Agricultura de la Nación, por lo que asegura que quedaron sorprendidos al conocerlos, porque el principal objetivo que tenían era de saber cómo estaba la actividad en el país.
Cabe destacar que hasta la década de los ’90, en la entonces Secretaría de Agricultura y Ganadería funcionaba un Instituto de actividades hípicas, el INA, y tiempo después el Comité Hípico Nacional (CHN). Luego de la privatización del hipódromo de Palermo en 1994, estas dos entidades quedaron en un departamento del nuevo ministerio, sin que ninguna realizara actividades con relación a la cría de Pura Sangre. Fragueiro explica que no hubo ninguna acción para el fomento de la raza, ni controles o temas reglamentarios. “No hubo ninguna actividad por parte del Estado. Frente a eso, al alertar sobre este tema, quedaron preocupados por generar políticas de acción, no solamente a nivel sanitario, sino también a nivel reglamentario. Por ejemplo, el Stud Book, donde se registran los sangre pura de carrera, depende de la Secretaría de Agricultura”, señala.
Una de las metas que tienen los criadores es, fundamentalmente, llevar las carreras al interior del país a través de una red de agencias lotéricas, lo que va a beneficiar de forma inmediata a la actividad. “Si alguien quiere jugar en el norte del país, no hay bocas de expendio, creo que utilizando la red lotérica la cosa puede mejorar”, explica y añade que se hizo una prueba piloto en cinco agencias de San Isidro, en donde no sólo aumentó el juego del hipódromo, sino que mejoró el juego de las agencias en general. Es decir, que aquel que apostaba en las diversas carreras también lo hacía en otros juegos de azar, por lo que en nada perjudicó al agenciero, sino que le trajo un beneficio extra. Para Fragueiro “con mayor cantidad de bocas de expendio de venta y paga o con un sistema digitalizado en donde pueda jugarse en los hipódromos, estamos en un buen camino”.
Si bien, en otros momentos de la historia de la industria, los criadores apuntaban a la exportación de caballos de pura sangre para polo como principal forma de mejorar la actividad, el titular de APCC explica que eso es sólo una de las alternativas del productor para aumentar u mejorar la producción. “Somos el cuarto productor mundial de caballos de carreras, estamos delante de Gran Bretaña y Francia y detrás de Estados Unidos, Irlanda y Australia. El polo y otras actividades afines es un buen canalizador de la producción de pura sangre de carreras, pero lo que nosotros necesitamos es aumentar la exportación para que lleguen a otros hipódromos del mundo y las barreras sanitarias, todo lo que está relacionado con los derechos de exportación, que hoy siguen siendo del 10 por ciento, que es bastante oneroso, si todo eso cambiara, mejoraría mucho la ecuación del sangre pura”. Cabe señalar que Australia pasó vertiginosamente a la Argentina en el tema de producción echando mano a lo que ahora los productores quieren implementar en el país, una red de juego eficiente y transparente.
Los productores quieren que el tema del juego interno sea el catalizador del pulmón económico que necesita la actividad para crecer y poder llegar a más negocios fuera del país. “Acá es muy importante trabajar en forma conjunta con Loterías. Tiene que ser algo a nivel nacional, no sólo a nivel provincial. Los tres hipódromos máximos no llegan oficialmente a muchísimos lugares. Después hay otras cuestiones, tenemos que ver cómo hacemos para la difusión; en la ley de la provincia está previsto el canal hípico que no está desarrollado, hay que desarrollarlo, al tema de la publicidad hay que darle todo el apoyo”, señala Fragueiro.
En definitiva, lo que los sectores de producción de Pura Sangre piden es que haya una política nacional del Turf, porque insisten en que, siendo el cuarto productor mundial es inaudito que la actividad esté desatendida por el estado. Fragueiro cree que las autoridades tienen que poner orden en lo relacionado a los registros, a la uniformidad del reglamento y a la anarquía que rige en los lazaretos, las entidades responsables de extender los certificados veterinarios. Fragueiro explica que “si bien el juego lo manejan las provincias, todas estas cuestiones tienen que ser controladas en el ámbito nacional. Ésta fue una primera reunión de trabajo, nos pidieron como primer tema el impositivo, la Asociación de propietarios y el resto de las asociaciones hicimos algo conjunto, pero quedan pendientes otras reuniones para ir tratando todas las temáticas en los que el estado no puede estar prescindente”.