Arte suntuario ¿15,7 millones de dólares del narcotráfico?

Durante los últimos 15 años todos los narcotraficantes colombianos, peruanos y mexicanos compraron suntuosas mansiones y propiedades en Nordelta, salieron en los diarios detenidos y esposados por la Policia Federal y dejaban a sus esposas disfrutar, gastaron tanto dinero en ese «país» del Tigre que evidentemente el que se venfició de esos dineros absolutamente manchados de sangre tiene un solo nombre. EL caso de Mi sangre entre otros era un asiduo concurrente al club house, hacia fiestas con poderosos empresarios, etc. Nadie en su sano juicio se cree que ese dinero es de gente trabajadora y honesta.

¿Es tan evidente todo o solo Paranóia periodistica?

La asociación vecinal que vela por la seguridad en Nordelta dispuso de un millonario sistema de vigilancia, con más de 200 cámaras y custodia permanente las 24 horas del día. No obstante, la mayor amenaza no provenía precisamente de una incursión delictiva de las zonas aledañas sino de algunos integrantes de la propia comunidad: el 30 de octubre de 2012 fue detenido Henry de Jesús López Londoño, alias ‘Mi Sangre’, uno de los narcos más buscados del mundo, «el más importante desde Pablo Escobar Gaviria», según las autoridades argentinas. Durante el allanamiento en su domicilio en Nordelta se le encontraron U$S 600.000 en cheques.

Mi plata es limpia de color sangre

El empresario argentino Eduardo Costantini marcó un nuevo récord en el arte latinoamericano al comprar una pintura del mexicano Diego Rivera en 15,7 millones de dólares en una venta privada. Así, el cuadro “Baile de Tehuantepec” se convirtió en la obra más cara de la historia para un artista de América Latina. Se trata de un óleo de gran tamaño (2 metros de alto por 1,63 de ancho) que pintó el prestigioso artista mexicano en 1928.

Se trata de la obra más importante de Diego Rivera en una colección privada fuera de México. La obra se exhibió por primera vez en el MoMA en 1930 y un año después integró la retrospectiva del muralista en el museo neoyorquino. A su vez, en 1950, se presentó en la XXV Bienal de Venecia en el envío oficial de ese país, con obras de José Clemente Orozco, Rufino Tamayo y David Alfaro Siqueiros.

Esta adquisición del coleccionista argentino se completa con otras obras excepcionales de arte moderno latinoamericano, como “Abaporu”, de Tarsila do Amaral, “Autorretrato con loro y chango”, de Frida Kahlo y “Retrato de Ramón Gómez de la Serna”, de Diego Rivera. Las dos primeras forman parte de la muestra permanente del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires.

La obra llegará en marzo próximo al Malba, fundado en 2001 por Costantini. Será colgado en las paredes, donde acompañará el cuadro de Frida Kahlo, esposa del muralista mexicano, que posee el Museo. Antes, la obra tendrá un recorrido internacional: en octubre se presentará en el Museo de Arte de Filadelfia y en febrero irá a Arco Madrid, en España.

Costantini recibió una llamada desde Nueva York hace dos semanas en la que le ofrecían la pintura. El empresario argentino ya la había querido comprar más de veinte años atrás. Contó que cuando le informaron que el cuadro estaría nuevamente disponible, se le “rompieron todos los esquemas”. Para él, Rivera es el artista más importante de la historia moderna y contemporánea latinoamericana y “Baile en Tehuantepec”.

Mi vecino el Narco

Sin el costado excéntrico de otros capos narcos, alquilaba una casa en el barrio «Los Sauces» de Nordelta, en el partido bonaerense de Tigre, donde vivía con su esposa y sus dos hijos, uno de ellos de ocho meses.

La propiedad de dos plantas tiene una pileta de agua cristalina y un desorden poco habitual que deja al descubierto el operativo que realizaron el miércoles pasado los hombres de la Secretaria de Inteligencia (SI).

El registro fotográfico al que accedió PERFIL muestra una cocina repleta de platos sucios, los juguetes tirados y revistas distribuidos por la vivienda. Inmaculada, la imagen de una virgen descansa sobre la chimenea.

Otro vecino que pagó al contado «la casita»
El narco extraditado Ignacio Álvarez Meyendorff, antes de alojarse en Nordelta, vivía en el country Abril, el barrio privado de Berazategui, aunque sus hijos sí habitaban en la exclusiva ciudad pueblo tigrense. Además, en octubre del año pasado fue detenido por Interpol Miguel Ángel Vázquez Bonilla, un joven mexicano que habitaba en el barrio «Los Castores», acusado de asesinar a otro hombre en el estado de Veracruz.

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La documentación a la cual tuvo acceso PALERMONLINE NOTICIAS pone de relieve la predilección de las familias narcos por algunos de los más lujosos barrios privados de la ciudad–pueblo Nordelta. Los domicilios allanados corresponden a Raymond Anthony Martínez Grajales (Parcela 90, Fracción 13 Benavídez y Complejo Benavídez 1, Nordelta); Mariela Grajales Gómez (La Alameda 53, Tigre y De los Jazmines 3, Nordelta); José Martínez Grajales (De la Angostura 25, Nordelta); Natalia Arboleda Buitrago (La Alameda 53, Benavídez); Claudia Natalia Arias Célis (Agustín García 6549, Benavídez) y Jesús Antonio Yepez Gaviria, todos ellos sospechados de conexiones con los cárteles de la droga colombianos. Según consignan medios colombianos, Yépez Gaviria, antes de viajar a Argentina, vivió en el municipio Caquetá, en Puerto Rico, conocido por su influencia cocalera. En los últimos años, el personaje también registró oficialmente 36 ingresos a Uruguay.
En la mayoría de los casos, los investigadores constataron que las adquisiciones de propiedades se llevaron a cabo solamente a través de un boleto de compra, es decir, sin proceder al cambio de titularidad del inmueble en la escritura. «Son narcos y tienen sicarios, ningún ‘vivo’ va a ir a revender la propiedad que ya le cedió a uno de estos personajes», señaló a este diario una fuente oficial que participa de las pesquisas.

Eduardo nadie te cree nada.