Buenos Aires tendrá su primer parque de deportes extremos

Costanera Norte. Se montará en un predio de 7,5 hectáreas. Habrá espacios para clásicos como el skate o los rollers y para modalidades que suman adeptos como el longboard. Estiman abrirlo a mediados del año próximo.

Dejaron de ser “la cosa rara” para convertirse en otra de las postales cotidianas de la Ciudad. En la calle, en las plazas y en cualquier explanada que invite, cada vez es más común encontrar gente que elige los diferentes formatos de “rueditas” para circular, ejercitar o simplemente distenderse. Hablamos de los clásicos patines en línea (rollers) y tablas de skate, pero también de nuevas disciplinas como el longboard, el snake skate y el mountainboard, entre otros. El problema es que no existe un lugar específico para el desarrollo de estas actividades sin sumar riesgos innecesarios tanto para los que practican como para los vecinos que circulan alrededor (y sin deteriorar el mobiliario urbano, diseñado con otro fin). Frente a esa situación, desde el Gobierno porteño anunciaron que en septiembre empezarán a construir el primer parque de deportes extremos de la Ciudad en un predio de Costanera Norte. La inauguración está prevista para mediados de 2013.

El Parque va a funcionar en un predio de 7,5 hectáreas ubicado cerca del cruce de Rafael Obligado y La Pampa (el parque Saint Tropez), que se encuentra en desuso. Tendrá una cinta principal de circulación de 780 metros que servirá para conectar las diferentes actividades: un skate park de 2.500m2, una pista de longboard de 550m de longitud extensible a 750m, bowls (ollas) de diferentes diámetros, verts (rampas verticales) de alturas varias y playones para inline hockey e inline slalom, entre otras disciplinas. Habrá circuitos para mountain bike, trialbike y una palestra de bulder (modalidad de escalada). Y tendrá un espacio para eventos y recitales , sector de descanso y estacionamiento.

Hasta ahora los “patinadores” porteños se repartían entre el Rosedal y los tres parques de skate (Paseo de las Américas, en Palermo; Parque Alberdi, en Mataderos; y Parque Centenario), a los que asisten más de 500 personas por mes . Pero, a diferencia de lo que sucede con los rollers o las tablas de skate, para el longboard se requieren superficies extensas y con pendiente.

¿Cuál es la diferencia con el skate? El tamaño de la tabla, de las ruedas y la distancia entre ambos ejes. “El skate se utiliza para saltar y disfrutar con pruebas más técnicas. Al ser cortito, permite más maniobrabilidad. El longboard permite levantar una velocidad mayor con menos esfuerzo”, explica Martín Hernández Elizalde, presidente de la Asociación Argentina de Longboard (entidad con personería jurídica en trámite). Hay distintas modalidades: downhill (la que suma más adeptos y se suele practicar en las rutas del interior del país), freeride, freestyle, slide y slalom.

“El deporte está creciendo muchísimo, especialmente el último año. Y Buenos Aires es plano, salvo alguna bajada en la zona Norte, no hay otros lugares para practicar. El único era el que habíamos encontrado en la Plaza Mitre, pero se empezó a complicar con los vecinos ”, explica Hernández Elizalde. Es que practicar en un lugar que no está diseñado con ese fin genera riesgos para los deportistas, para los transeúntes, para los vehículos y para el mobiliario urbano, que pasa a ser parte de los trucos. “Un espacio así marca una bisagra. Además de tener un lugar exclusivo e ideal para la práctica, nos permite pensar en organizar campeonatos en los circuitos internacionales”, apunta Hernández Elizalde.