Carlos Penelas

Cajón de sastre de un artículo al paso. Escribe Carlos Penelas.

La decadencia de los países comienza por su lengua y la distorsión de los conceptos.

Séneca

He escrito hace una semana un breve artículo sobre la violencia en este territorio. En él hice mención a un contexto social, político y económico que avanza sin cesar desde al menos setenta años. Entre otras causas el populismo, la tercera posición, la ineficacia, proclamas devastadoras y demás borracheras nacionalistas. Intentaré, en pocas líneas y con el apoyo de últimas estadísticas oficiales, dar un panorama que engloba al artículo de marras. Estimado lector: debe tener en cuenta que partimos siempre de un lugar tóxico. Algo más: es un artículo, no un estudio ni un ensayo. Y además es breve. Para que lo pueda entender Rosita, la vecina de mi tía.

Hace unos setenta años Buenos Aires estaba entre las cinco capitales más importantes del mundo. Más atrás: en los años treinta – con todos sus problemas – Argentina se hallaba entre los diez países mejores del mundo. Ahora tenemos, desde hace décadas, almas bellas que apoyan a Nicaragua o Cuba o Irán, burócratas sindicales, corruptos de toda calaña, piqueteros de diversos matices, odios a la carta, educación destruida, hospitales que fueron inaugurados catorce veces (no miento, hay varios ejemplos), un crecimiento inédito de pobreza, ciento cincuenta días de cuarentena (la mayor del planeta), delirios al delivery. Y una suerte de intelectuales que pertenecen al grouchomarxismo. Los habitantes de este suelo tienen una proverbial amnesia. Ya lo dijo el general: “al enemigo ni justicia”. Y eso lo dijo cuando volvió, en 1972, cuando dijo ser “un león herbívoro”.

Cuando vimos revolear bolsos, coches de alta gama en secretarios presidenciales, mansiones, hoteles, cajas fuertes y demás incredulidades todo lo que sigue es normal. Algunos datos, entonces.

Sobre mil familias, seiscientas cincuenta responden que su calidad de vida empeoró en relación al año pasado. Y recordemos que 2019 no fue un año para tener en la memoria. El dólar saltó de 38 pesos a 80 pesos. Como señaló un periodista “un intendente confesó que se vendía falopa en ambulancias.” Hay un alto porcentaje de la población que no puede acceder a la comida. Recordemos que nuestros políticos, ministros, economistas, sicarios y demás gente proba de toda impunidad no se cansan de decir que tenemos soja, maíz, trigo, oro, plata, litio…además de montañas, glaciares, cataratas, playas y saltimbanquis.

La Unicef señaló que “de cada cien chicos argentinos, sesenta y tres son pobres. Y que diecinueve no tiene para comer”. Según un informe privado, el 10% más rico de la población se queda con el 32,4% del total de los ingresos mientras que el 10% más pobre representa apenas el 1,4% del ingreso total, en un marco de restricciones para los autónomos y monotributistas, entre otros sectores. Un poco más, tenga paciencia.  “Por su parte, frente al ingreso de hogares y familias al mes de marzo de este año, también hay que sumar que en muchos casos sectores trabajadores asalariados tuvieron recortes de entre el 25% y hasta el 50%. En el mes de junio no se han podido pagar aguinaldos y el programa de asistencia al trabajo y la producción (ATP) cubre una parte del salario en muchos sectores donde no hay actividad para cubrir el resto. Es el caso de turismo, hotelería, gastronomía, peluquerías y gimnasios, entre otros”,

El 62,5% de las personas que viven en la mitad de los hogares de la Argentina tienen ingresos promedios per capita familiar de hasta $16.933. En el caso de un hogar de cuatro integrantes que dependa de un solo ingreso no alcanza para cubrir su canasta básica alimentaria de consumo masivo, que es de $20.300, según detalló el informe de la consultora. “El sector más pobre gana 23 veces menos que el sector más rico de la población”.

De acuerdo con el relevamiento, el 45,4% de las personas vive en hogares donde la suma del ingreso total de todos sus miembros es menor de $46.500, lo que en muchos casos no alcanza para una canasta básica total.

Un informe reciente de la oficina de Naciones Unidas en la Argentina sobre el impacto de la pandemia de COVID-19 en el país y su proyección advirtió sobre un incremento de la pobreza infantil. No se olvide en separar pandemia de cuarentena, es fundamental.  En el segundo semestre de 2019 la pobreza afectaba al 53% de los niños y el organismo alertó de que tras la pandemia podría escalar hacia fines de 2020. El incremento proyectado implicaría que entre 2019 y 2020 la cantidad de niñas, niños y adolescentes pobres pasaría de 7 millones a 7,76 millones; y la pobreza extrema, de 1,8 a 2,1 millones.

Amigo lector, no doy más. Tengo que seguir leyendo un libro  sobre la Historia de Roma. Luego me esperan dos tomos sobre la Historia de Grecia. Vaya usted con Dios.

Carlos Penelas

Buenos Aires, agosto de 2020