La menor, de 11 años, era abusada sexualmente y obligada a trabajar como esclava por su «dueño».
Su mamá, de precaria condición social, tomó la decisión porque carecía de dinero.
Una mujer decidió vender a su hija, de 11 años, a un hombre que abusaba sexualmente de ella a cambio de un freezer. Pero esto no termina ahí ya que el sujeto la obligaba a trabajar como una esclava en su taller clandestino.
El hecho, que conmociona a la localidad bonaerense de Bernal Oeste, empezó en octubre del año pasado cuando Pabla Cesarina Monzón Aldana viajó a Paraguay a buscar a la niña, informó el diario Crónica
Al regresar, ambas se instalaron en Villa Itatí, partido de Quilmes. La mujer le pidió a su hija que trabajara, porque su papá estaba enfermo y ella necesitaba algo más de dinero para mantener la familia compuesta por sus hermanos trillizos.
La situación de la menor se fue agravando cuando Pabla decidió utilizarla como moneda de intercambio. Así fue como, por un freezer y otros mercancías, vendió a la niña a un vecino, de 30 años
