Cataluña: todo nacionalismo es fascista. Escribe Carlos Penelas.

Vamos a ser breves. E intentaremos ser claros. Todo nacionalismo es fascista. Todo socialismo es internacionalista. Esto viene de lejos. Hay cientos de textos, bibliografías, documentos sobre el tema. Hay fotografía, documentales, ensayos, discursos. Ocurre que nos olvidamos, que somos ignorantes o nos hacemos los distraídos. Deslizamientos del oportunismo, la estupidez y la barbarie. Pensamientos stalinistas, demagogos y fragmentados.

Cataluña lleva años, reitero años, desarrollando un movimiento pre-fascista. Si releemos a Stefan Sweig, el gran escritor austríaco, nos daremos cuenta que ya lo advirtió hasta el cansancio en los años 30. Repetimos para que se entienda bien: Sweig nos abre los ojos ante todo nacionalismo, nos señala que todo nacionalismo termina con posiciones fascistas. O nazis. En nuestros días veo, huelo, cierto populismo con tufillo a fascismo. Fascismo de derecha o fascismo de izquierda.

El discurso del Rey – no soy monárquico – es claro y preciso. LLamó la atención a los ciudadanos de algo que no está llamando la atención los políticos. Curioso, lo dice el Rey, no los movimientos esclarecidos, defensores de Venezuela o Cuba. Aquí, estimados lectores, hay un golpe de Estado. Quieren destruir la democracia. Una democracia que le costó mucho a España. Que tiempos serán los que vivimos, decía Bertolt Brecht, que hay que defender lo obvio.

Recordemos el llamado 23-F. Recordemos el año 81 y antes la Operación Galaxia. Hablamos del Teniente Coronel Antonio Tejero. Allí hubo un golpe de Estado y toda una sociedad se movilizó. Ahora ponen la mirada en la policía. ¿Nos entendemos, vemos la torpeza mental, la imbecilidad que nos come el cerebro? Nacionalistas de todo tipo con las hurras.

Algunos hablan del referéndum escocés de 2014 y lo quieren comparar. No es así, no es así. Aquel referéndum fue legal y consensuado. Quebec, por otra parte, se manifestó dos veces sobre si convenía un Estado independiente.

Hoy miles de personas se congregaron en Madrid y en otras ciudades de España. No quieren ser cómplices de la irracionalidad. Una España federal en una Europa federal.

Por último. Entre los que apoyan la independencia de los catalanes vemos a los populistas españoles agazapados, disfrazados de progresistas, de vanguardia esclarecida. Jóvenes a la veleta y caballeros que creen hacer una revolución proletaria. En el fondo un poco pasaditos de bienestar y cervezas. Entre los que apoyan a los catalanes nacionalistas encontramos a los dirigentes derechistas de Gran Bretaña y de Austria. ¿Qué hay cosas que mejorar? Que duda cabe. ¿Qué el gobierno se equivocó en varios pasos? Sin duda. Pero ese es otro tema. Todo nacionalismo es fascista. No nos olvidemos. De izquierda o de derecha, da igual.

Carlos Penelas
Buenos Aires, 7 de octubre de 2017


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