El presidente de la Cámara del Comercio (CCA), Alberto Príncipe, criticó duramente al gobierno porteño por los aumentos de impuestos establecidos tanto para Automotores como el de Alumbrado, Barrido y Limpieza.
«Este impuestazo lo tomamos mal porque realmente es un avance sobre el automóvil y sobre la actividad comercial. El público en general ya está harto de pagar tributos, y los comerciantes estamos hartos de que nos metan la mano en el bolsillo», remarcó Príncipe a Télam.
A su criterio, «los del gobierno de la Ciudad no tienen imaginación para recaudar».
«Además del aumento a las patentes, el incremento del ABL nos afecta fuertemente porque nuestra actividad demanda la utilización de una gran cantidad de metros. No lo resolvemos con un quiosquito, necesitamos grandes espacios», remarcó Príncipe.
Según pudo averiguar esta agencia, una concesionaria de unos 280 metros cuadrados que en 2008 pagaba de ABL 250 pesos mensuales, a partir de 2013 pasará a pagar 3.500 al mes, lo que representa un incremento de 1.300 por ciento en cinco años.
Este aumento, además, significa aproximadamente un 20 por ciento más del alquiler, que se paga por un espacio con este tipo de características.
Al respecto, Príncipe sostuvo que «la de Mauricio Macri es una sociedad lícita para sacarle la plata al vecino de la ciudad», y añadió: «se está arrogando un derecho de representación que no condice con lo que quiere el ciudadano».
«Vamos a denunciar esto permanentemente y sin descanso porque es abuso de autoridad», remarcó el titular de la CCA.
Asimismo, se quejó de que las autoridades porteñas «hacen bicisendas que no tributan nada, y al auto que tributa sellado y patentes le bloquean el tránsito».
Señaló que «no hay infraestructura para que haya menos tránsito», porque consideró que «faltan estacionamientos en los alrededores de la ciudad».
Además, indicó que «no hay un proyecto de autopista en circunvalación para evitar el tener que cruzar toda la ciudad», y añadió que «tampoco están los transportes para llevar a la gente si deja el auto en su casa. Y si lo saca, no tiene un lugar para estacionarlo», concluyó.
