Cervezas artesanales: pura espuma de calidad

El centro INTI-Cereales y Oleaginosas desarrolló un proyecto junto a productores del sector para resolver necesidades técnicas y mejorar los eslabones de la cadena de producción y comercialización.

Amparado en el incremento sostenido del consumo de cervezas artesanales, el centro INTI-Cereales y Oleaginosas dio los primeros pasos de un ambicioso plan para fortalecer al sector, con el objetivo de brindarle insumos de más calidad y cantidad a los eslabones de la cadena de producción y comercialización de la bebida.

En el marco de este proyecto -que consta de seis etapas- se está diseñando una planta piloto en el Instituto para iniciar los primeros pasos en lo referente a producción y desarrollo de nuevas maltas. En esta instalación se analizaron distintas variedades de cebadas y se evaluarán los comportamientos de las diferentes maltas y su aplicación en los procesos de las cervecerías artesanales participantes.

Junto a los cerveceros artesanales y lupuleros se logró conformar un equipo de trabajo muy consustanciado con los objetivos planteados; de modo tal que se establecieron las características necesarias que deberá reunir una maltería de baja escala, constituyendo una herramienta para replicarlas en diferentes tamaños y así abastecer las cervecerías artesanales del territorio nacional.

Entre los profesionales del INTI y los productores apuntaron a seis necesidades de mejoras puntuales: procesamiento post cosecha del lúpulo; desarrollo de equipos para producción de malta para cervecerías artesanales; desarrollo y producción de malta base y especiales para cervecerías artesanales; producción de envases; implementación de sistemas de calidad, y evaluación de necesidades y desarrollo de equipos adecuados a las necesidades de las empresas artesanales.

En referencia al primero, se trabajó con productores de lúpulo de la Comarca Andina, evaluándose las posibles mejoras en el procesamiento poscosecha y tecnologías para diversificar los productos elaborados a partir de lúpulo, no solo para su aplicación en la elaboración de cerveza, sino en otros usos y aplicaciones de interés alimentario. Para desarrollar el segundo, se presentó un proyecto de financiamiento para el diseño y construcción de una maltería prototipo en esa región que permita abastecer a las cervecerías integrantes de la Cooperativa de Cerveceros Patagónicos (Coocepa). Cabe destacar que este desarrollo podrá ser transferido a otros grupos regionales de cervecerías artesanales de otras partes del país.

En cuanto al desarrollo y producción de malta especiales, el Centro de Cereales y Oleaginosas diseñó y construirá una maltería piloto de 10 kg. de cebada por batch. En esta planta se realizaran ensayos con el objeto de iniciar el desarrollo de maltas bases y especiales, y estará disponible como herramienta para realizar tareas de investigación para el desarrollo de nuevos productos. Los puntos de trabajo restantes serán desarrollados en conjunto con cerveceros artesanales de las provincias de Buenos Aires, Río Negro y Chubut, con quienes se está trabajando desde 2009.

Cabe resaltar que para el financiamiento de los primeros tres puntos se presentó una propuesta conjunta entre los actores interesados en el marco de las Iniciativas de Transferencias de Innovación (ITIs) de PROSAP. A su vez, en forma simultánea se están concretando los primeros pasos proyectos tecnológicos de desarrollo de envases y de equipos especiales a escala artesanal, y la implementación de sistemas de un sistema gestión de calidad para lograr productos de calidad certificada y posicionamiento de este sector, con productos de calidad certificada.

Estas acciones y la integración del grupo de trabajo al servicio del sector cervecero artesanal permitirán eliminar las debilidades del sector que dificultan la sustentabilidad y deben ser atendidas para fortalecer a un sector que está en franco crecimiento..