«Che» Guevara, una melodía inolvidable Eduardo Sanguinetti, filósofo y poeta.

La revolución no es únicamente una transformación de las estructuras sociales, de las instituciones del régimen; es además una profunda y radical transformación de los hombres, de su conciencia, costumbres, valores y hábitos, de sus relaciones sociales.

Una revolución sólo es auténtica cuando es capaz de crear un “Hombre Nuevo” y éste, para Guevara vendrá a ser el hombre en el siglo XXI, un completo revolucionario que debe trabajar todas las horas de su vida; debe sentir la revolución por la cual esas horas de trabajo no serán ningún sacrificio, ya que está implementando todo su tiempo en una lucha por el bienestar para todo el pueblo; si esta actividad es lo que verdaderamente complace al individuo, entonces, inmediatamente deja de tener el calificativo de “sacrificio”.

Esto debe ser una cualidad fundamental en el revolucionario, sentir la misma ­revolución­ como tal, para trabajar con sentido vital. Pero no todo es tan simple, como en todo existe también su lado oscuro; la parte más dura de ser un revolucionario es que se deben definir de manera precisa los sentimientos, ya que todo revolucionario debe estar impulsado por grandes cantidades de amor aunado a un gran espíritu apasionado; para así realizar un caudal de acciones y hechos concretos orientados hacia un solo objetivo, lograr modificar el estado de las cosas del sistema imperante.

Estas dos condiciones o cualidades para ser revolucionario deben estar respaldadas por un factor fundamental que tiene que estar presente en la actitud de dicho individuo, y viene siendo la vigencia de una mente lúcida acompañado de una vida estoica, que ayudará, sin duda alguna, a tomar decisiones muy duras que no lleguen a torcer la proa de sus acciones y decisiones.

En cuanto a sus relaciones para con la familia, se hace un poco difícil mantener un entorno familiar real, a menos que ésta sienta el mismo amor y la misma pasión por la revolución para así poder entenderse; de lo contrario sería casi imposible sustentarlo.

En otro orden de ideas se habla de ser socialista, ya que es la esencia del mismo, aclarando que se debe ser el mejor en todos los aspectos, aunque cabe la posibilidad de que se cometan errores. Asimismo, se observa cómo deben de seguir algunas líneas marxistas, aplicándolas con ciertas variaciones que dependerán del contexto y la situación existente en un determinado momento, y de una época como es este tercer milenio.

Sostiene Guevara que la guerrilla se desarrolla inicialmente en dos planos, en el primero se encuentra la masa (pueblo) en estado de quietud, es estática (por lo que posteriormente habría que movilizarla) y, en el segundo, se observa a la guerrilla; fundamentalmente motor impulsor de la movilización y a su vez generador de conciencia revolucionaria y de entusiasmo combativo. Pero en ambos existe una semejanza: que el factor clave es el individuo y, gracias a sus actitudes, se crearán las condiciones subjetivas necesarias para la victoria.

Esta es más o menos una radiografía de la secuencia que tomó el contexto cubano a la hora de la revolución donde, finalmente, Guevara marcó una época heroica trasladando su ilusión a su pensamiento luego devenido en realidad. Quién hoy puede negarlo.

Por otro lado, es importante resaltar unos factores que son de gran relevancia para el “Che”, y destacar, al mismo tiempo, el papel que tienen dentro de la sociedad: éstos son la juventud y la educación directa.

El otro factor importante son todos los movimientos libres conformados por individuos, no negociables con el poder de turno, que son organizaciones de vanguardia, donde los mejores representantes deberían ser propuestos por sus compañeros para integrarlos. En este sentido se habla del Hombre Nuevo como hombre político (llamado por Guevara “cuadro”), destinado a cumplir una misión fundamental que, definida por el propio Guevara, se plantea teniendo en cuenta la transformación radical de la sociedad, que exige una profunda variación de las estructuras mentales de los individuos anestesiados por este sistema que aniquila, la libre expresión y la ausencia de autodeterminación en nuestras rutinas de vida.

Cuando Ernesto ” Che” Guevara comenzó a viajar, siendo joven, por América, huyendo del régimen peronista, fue cuando entró en estrecho contacto con la miseria, con el hambre y con las enfermedades, sintiendo unas ganas inmensas de ayudar a esa gente con su esfuerzo personal. De esa manera empezó a hacer notas para caracterizar al revolucionario, los primeros visos de su verdadero plan revolucionario.

Luego de vivir esa experiencia “Che” piensa y reflexiona acerca de la situación hasta llegar a plantearse esta importante pregunta: ¿Cómo hacer un trabajo de bienestar social? ¿Cómo hacer para relacionar el esfuerzo individual con las necesidades sociales? Luego de analizar su interrogante consiguió una respuesta justa y propicia: crear un nuevo tipo humano.

La creación de este Hombre Nuevo es necesaria para la construcción de una sociedad justa y libre, y con esta creación se evita que la generación que está dislocada por sus conflictos se pervierta y tenga algún tipo de influencia sobre la nueva generación.

La base fundamental del Hombre Nuevo es la educación, ya que es allí donde se va a lograr el cambio de conciencia, ideológicamente hablando. De esta manera, va actuando en jóvenes de todas las edades y se irá formando esa nueva generación que se espera ansiosamente, que irá creciendo con ese amor ferviente característico de un buen revolucionario; en otras palabras, no nacerá con el pecado original, así pues se irá encontrando la fórmula para perpetuar en la vida cotidiana esa actitud heroica.

La creación del Hombre Nuevo no fue entendida y es un factor importante dentro de los grupos de vanguardia, debido a que representa las ideas del siglo XXI, aunque para la época haya sido una aspiración subjetiva y no sintetizada.

Esas ideas que representará dicho individuo, van a ir orientadas a la realización de esos cambios importantes que tanto se buscan: la transformación de estructuras sociales, de las instituciones políticas y del régimen existente. Esto nos explica la importancia del Hombre Nuevo y la necesidad de su existencia, en una sociedad que quiere vivir en libertad plena, en igualdad de derechos para todos, llegando al socialismo deseado, construido por Hombres Nuevos.