Chipá

Chipá: La herencia chipacera.

Con sabor a extracto
Por Flavia Tomaello, https://flaviatomaello.blog/, Instagram @flavia.tomaello

Los pequeños bocados pueden ser un universo. Como las pequeñas joyas que deslumbran por su complejidad perfecta, para el amante del queso, los chipás son memorables si tras ellos hay cuidado en el hacer. Caté Chipá están hechos con amor uno por uno.

Cientos de experiencias gastronómicas nos rodean sin que sepamos sus origenes. Según los registros coloniales de los jesuitas se sabe que los guaraníes preparaban tortas y panes de mandioca o de maíz. En esos tiempos, la base de la alimentación de ese pueblo fue complementada con otros recursos aportados por los religiosos, se supone que porteadas a mano, como las carnes bovina y ovina, la leche, los huevos y los quesos, etc. Se estima que a partir de la fusión entre los ingredientes típicos aborígenes (maíz, mandioca, zapallo, etc.) y los traídos por los conquistadores, aparecieron nuevos alimentos que se fueron convirtiendo en la base gastronómica de la cocina local.
Se cree que en este contexto y en esa zona de las Misiones es donde se originó la receta base del chipá o “chipa almidón”. Los estudiosos de la historia culinaria local afirman que se desarrolló en la zona de misiones guaraníticas una cultura gastonómica particular. La zona de la época de la conquistaa se extendía mucho más allá de lo que hoy puede visualizarse como área de influencia guaraní. De allí surge el hecho de por qué hay platos tradicionales comunes en la zona fronteriza. El chipá (o la chipa) es uno de estos platos de origen y desarrollo común. Por ello podríamos decir que no tiene nacionalidad.

La herencia chipacera

A partir de mediados-finales del siglo XIX, las inmigraciones internas argentinas (especialmente la correntina), y la paraguaya han hecho que la chipá sea de consumo habitual en puntos geográficos lejanos. Hoy es de consumo habitual en el noreste de Argentina y en todo Paraguay. En Brasil se consume con estilo propio de cocción y bajo el nombre de pan de queso, aunque en la región donde antaño se originó esta comida, también es llamado chipá. Relativamente cerca, a este de Bolivia, y también con nombre guaraní, se consume una comida muy similar llamada “cuñapé” (pecho de mujer, en idioma guaraní), que se cree inspirada en el mismo origen.
Aunque puede comérselo solo, acompañar el desayuno o la merienda, integrarse a una picada, ser el bocado perfecto para el momento de hambre o puede explotar su sabor en la boca o bien marider con algún rico encurtido o embutido…. Lo cierto es que sin mano amable que lo haga dedicándole el amor de sus orígenes, no es igual. La propuesta impecable de Caté Chipá es precisamente esa. No hacen otra cosa que no sea chipá. Lo hacen con el cariño que merece cada pieza, como si fuera un embrión de sabor esperando crecer en la vida del comensal. Los entregan congelados para que te separen nada más que 20 minutos de la gloria.