columna meteorologica

Columna Meteorológica del Jardín Botánico. La inmigración austro-húngara en la Argentina.

Columna Meteorológica

El Jardín Botánico de Buenos Aires llamado, desde 1937, Carlos Thays en honor al paisajista Carlos Thays que lo concibió y, desde 2011,ubicado en Santa Fe  se encuentra próximo a los bosques del Barrio de Palermo de la mencionada ciudad. Nos encontramos con uno joya hermosa, la Columna Meteorológica obsequiada por la comunidad austro-húngara al gobierno nacional con motivo del Centenario de la Revolución de Mayo, en 1910, como agradecimiento al país por recibir a centenares de inmigrantes.

Columna Meteorológica, La inmigración croata en la Argentina

La inmigración croata en la Argentina puede dividirse en tres etapas históricas. La primera va desde la aparición de los croatas en este suelo hasta la Primera Guerra Mundial. La segunda abarca el período entre ambas Guerras Mundiales, y la tercera se extiende desde la Segunda Guerra Mundial hasta nuestros días. Si bien la primera y segunda etapa pueden considerarse como inmigraciones económicas, así como la tercera una inmigración política, las tres tienen como denominador común la lucha por la libertad frente al sojuzgamiento ejercido por distintos poderes, haya sido éste el imperio austro-húngaro, la monarquía servia o el actual régimen comunista yugoslavo.

La columna fue realizada por el ingeniero húngaro José Marcovich

Nicolás Mihanovich, (Doli, Reino de Dalmacia, Imperio austríaco, actual Croacia; nació en 1848 y murió en  Buenos Aires, Argentina en 1929) fue un empresario naviero austrohúngaro que lideró su área del mercado en el Río de la Plata entre las décadas de 1880 y 1920.

En 1903, se transformó en la Sociedad Anónima Nicolás Mihanovich. En 1907 estableció un servicio de embarcaciones que remontaban el Río Paraná, llevando visitantes a conocer las Cataratas del Iguazú. En esta rama el Ferrocarril de Entre Ríos fue su principal competidor, y era frecuente la guerra de tarifas para intentar dominar el mercado del Litoral.4 También se diversificó adquiriendo un matadero y acciones del Banco de Italia.

El interés de Mihanovich en el turismo también quedó demostrado cuando en 1906 fue inaugurado muy cerca del Puerto de Buenos Aires su Palace Hotel (actualmente una de las sedes de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA), construido en el terreno en las calles 25 de mayo y Cangallo (hoy Tte. Gral. Perón) donde antes estaban las oficinas de la naviera, que permaneció en la planta baja del nuevo edificio.

Un empresario, Inmigrante que dejó huella de verdad

La inmigración austro-húngara en Argentina fue una corriente migratoria que tuvo lugar durante los siglos XIX y XX. Entre los años 1857 y 1914, más de 190.000 austro-húngaros emigraron a Argentina, en su mayoría procedentes de las regiones de Bohemia, Moravia y Galitzia.

Los motivos que impulsaron la emigración de los austro-húngaros hacia Argentina fueron diversos. En primer lugar, las condiciones económicas en Austria-Hungría eran difíciles en ese momento, con una gran pobreza y escasa oportunidades de trabajo. Además, muchos austro-húngaros eran perseguidos por su origen étnico o religioso, lo que les llevó a buscar refugio en Argentina.

La mayoría de los inmigrantes austro-húngaros se establecieron en la región de Buenos Aires, pero también se asentaron en otras partes del país, como Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe. Muchos se dedicaron a la agricultura y la ganadería, mientras que otros trabajaron en la construcción de ferrocarriles y otras obras de infraestructura.

La comunidad austro-húngara en Argentina ha dejado una huella importante en la cultura y la sociedad del país. Muchos de los inmigrantes se integraron con éxito en la sociedad argentina y se destacaron en distintos ámbitos, como la música, la literatura y las artes plásticas. Además, muchos de ellos fundaron instituciones culturales y educativas que siguen en funcionamiento en la actualidad.

En 1909, los austro-húngaros formaron una Comisión de Homenaje, presidida por Nicolás Mihanovich e integrada por las máximas autoridades del Imperio en nuestro país. El embajador Norbert Ritter von Schucker fue designado Presidente Honorario. La ejecución de la obra se encargó al ingeniero José Marcovich, austríaco de origen croata, que se encontraba en nuestro país, para ser realizada en mármol blanco de la isla de Brac, ubicada en el Adriático.

Inicialmente fue emplazada en la intersección de Perú y Alsina, donde, en 1910, se colocó la piedra fundamental y el Embajador von Schucker decía: “Quiera la columna pronosticar siempre grandes bienes al pueblo argentino. Es este el más sincero voto que hoy formula la colonia austro-húngara, y animado de este deseo, invito a mis compatriotas a exclamar conmigo “Salud a la Nación Argentina. Que florezca y crezca”. Al poco tiempo, fue trasladada a la Plaza Rodríguez Peña y, finalmente, llegó al Jardín Botánico en 1923.

El monumento estaba formado por una columna de mármol blanco pulido, rodeado de tres escalones y asentado sobre una plataforma circular de granito de ocho metros de diámetro. En la parte media inferior, una serie de nichos contenía instrumentos meteorológicos de última generación (termómetros de máxima y mínima, barómetros y anemómetros, entre otros), mientras en la parte superior se habían colocado ocho relojes de precisión con la hora de las principales capitales del mundo: Buenos Aires, Londres, Viena, París, Madrid, Roma, Nueva York y Berlín.

Sobre uno de los costados de la columna debía haber un reloj de sol, en tanto toda la obra estaba coronada por una esfera de bronce de un metro representando a la bóveda celeste con un círculo zodiacal. En el interior, otra esfera representa a la Tierra con sus cinco continentes. Todos los materiales de la obra fueron entregados por los austro-húngaros excepto algunas partes del reloj proporcionadas por la casa Hans Wildi de la ciudad de Nabresina (Trieste). El monumento sería ejecutado en Austria., dada la complejidad de los elementos que lo componían. Pero no pudo terminarse a tiempo y se le hicieron algunos cambios: en los relojes, se reemplazó al de Berlín por el de Buenos Aires y se evitó así la construcción del reloj de sol que daría la hora local.

La Columna sufrió varias mutilaciones al año de su inauguración, ya que se retiraron los aparatos, que fueron destinados al Laboratorio del Gas de la Municipalidad. En 1977, el Servicio Meteorológico Nacional intentó, en vano, recuperar el valioso instrumental pero los originales no pudieron ser localizados y la Fuerza Aérea Argentina consideró que, dado que la Columna estaba ubicada en un paseo público, no era conveniente instalar instrumentos de alta precisión que pudieran ser robados o dañados.

En 2009, al acercarse el Bicentenario de la Revolución de Mayo, nuevamente las comunidades austríaca y húngara de la República Argentina afrontaron los costos de su restauración como un obsequio al país. La reinauguración, tras un largo trabajo de puesta en valor, se llevó a cabo el 23 de octubre de 2009.

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Lista de obras de arte del Jardín Bótanico. El jardín Botánico alberga una interesante colección de esculturas, de variados materiales y estilos, cuyos motivos evocan a la naturaleza, la historia o la música. Encuentre el recorrido en el plano principal y disfrute de su belleza.

1 – José de San Martín
2 – Ondina del Plata
3 – Los Primeros Fríos
4 – La loba Romana
5 – Canto de la Cosechadora
6 – Esquines
7 – Carlos Thays
8 – L’Aquaiolo
9 – Venus
10 – El Mensaje de Mercurio
11 – Fuente Decorativa
12 – Columna Meteorológica
13 – Bañista
14 – Sagunto
15 – Amazona
16 – La Flora
17 – La Soberanía
18 – 19 – 20 – La 6° Sinfonía de Beethoven
21 – El Despertar de la Naturaleza
22 – Flor Indígena
23 – Pureza
24 – Flora Argentina
25 – Francisco «Perito» Moreno
26 – Saturnalia
27 – Plegaria de la India Tehuelche
28 – La Primavera

MAPA DE ESCULTURAS DEL BOTANICO