Comerciantes del barrio de Palermo, organizados contra el Tarifazo.

Elizabeth, la dueña del lavadero de 30 metros cuadrados en el barrio de Palermo; madre, trabajadora, una comerciante que lucha contra el tarifazo todos los meses, desde que el gobierno decidió favorecer a las empresas de servicios.

A casi un mes del encuentro con el Jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta (https://www.facebook.com/Palermotarifazo/?hc_ref=PAGES_TIMELINE&fref=nf) y la (falsa) promesa de tomar cartas en el asunto, nos toca escribir esta crónica –anunciada- de otro caso de abandono total al ciudadano por parte del ejecutivo porteño.

Llegó un llamado a la semana de aquél encuentro. Un llamado vacío de contenido, con el solo fin de recaudar datos.

El panorama de Ely es grave. Recibe facturas de agua más altas que el costo del alquiler del comercio, tuvo que despedir un empleado, y por ende tuvo que pedirle a sus hijas para completen los turnos. Elizabeth no descansa los sábados, ni las tardes, trabaja 12 horas por día y lamentablemente, este es el panorama de muchos argentinos en estos tiempos.

Hemos impugnado la factura, hicimos el reclamo en el Ente Contralor, pedimos la tarifa social, pedimos un plan de pagos, pedimos un poco de presencia del Estado, fuimos a buscar a Horaco Rodríguez Larreta en persona, pero la respuesta siempre fue por la negativa o peor aún: por la total evasiva.

Hoy en día, gracias a la ayuda de la agrupación de abogados NACE UN DERECHO, conseguimos llevar el acaso al área de Relaciones Institucionales de la empresa de agua y saneamiento AYSA. Recibimos el compromiso por parte de sus autoridades de suspender por 60 días el cobre del servicio y la promesa de verificar una potencial ayuda tras un análisis del caso frente a la definición política de aumentar desorbitadamente el costo del servicio.

En este caso fue una «suerte» que la empresa de servicio (beneficiada por el Estado para condonar deuda) pusiera una cuota de racionalidad y entendimiento para la situación de Ely. Ahora hay otros cientos de comerciantes que no tuvieron ni tienen la consideración de parte de una empresa y ni siquiera del Estado.

Gracias a organizaciones de comerciantes unidos se puede hacer frente a la injusticia política. No reclamamos ni más ni menos de lo que prometieron, «que íbamos a vivir bien», no nos conformamos, exigir no es cuestionar gobernabilidad, es hacer que cumplan su palabra.