Cómo elegir un objeto corpóreo para tu espacio

Por Pedro Gomaris, socio de Cruz Naranja (www.cruznaranja.com.ar).

A la hora de elegir un objetos para dar personalidad a nuestro hogar o espacio de trabajo tenemos que tener en cuenta ciertos criterios para estar seguro de acercar. Por eso, cuando elegimos un corpóreo hay que tener en cuenta el tamaño del ambiente, el estilo de su decoración, que paleta tiene, qué materiales abundan y más.

Con los corpóreos es posible decorar con letras. Un nombre, una palabra o una frase inspiradora, todo es válido. De esta manera se personalizan los rincones, es ideal para apropiarse de cada parte de la casa, para tener cerca esa frase que cada día te motiva.

Entre sus beneficios figuran que son piezas livianas, fáciles de colocar, limpias. Además, son muy versátiles pues se adaptan también a los exteriores, sin sufrir por los cambios climáticos.

Cuando elegimos un color, hay que tener en cuenta que tenga cierto contraste con el tono que tendrá de fondo o que sea un poco más vibrante o pastel. Las letras son el toque de glamour en un ambiente, y deben notarse fácilmente, aunque al mismo tiempo tampoco molestar a la vista.

También hay que evaluar el lugar donde se lo va a ubicar, qué tipo de luz lo iluminará y, por supuesto, qué tipografía convendrá. Para ellos las cursivas no se usan tanto, mientras que para un dormitorio romántico son perfectas. Por supuesto, las letras más gruesas y más pesadas son de corte masculino, mientras que las finas y alargadas son para ellas.

Así tengamos un monoambiente o una casa de cinco ambientes, siempre podemos crear rinconcitos de placer. La letra o la frase deben estar en un lugar donde nos sea cómodo, que no nos moleste verlas.

Si vamos a colocar una frase, su elección dependerá de qué ambiente se trate. Para un hall de recepción que mejor que al abrir la puerta leamos una frase como “hogar, dulce hogar” o “bienvenidos”.

Por último, es posible elegir entre corpóreos adhesivos o los que son para apoyar. Los primeros se instalan fácilmente, pues traen atrás con una cinta de doble contacto adherida que hace todo el trabajo. En cambio, si se apoya, es posible jugar con su movilidad y llevarla a cada rincón en el que quieras sentir que es tuyo.