Cómo lograr los objetivos de este año sin quedarse en el camino

Con cada año nuevo solemos plantearnos metas y objetivos como: “este año me quiero independizar”, “voy a cambiar de trabajo”, “quiero buscar algo nuevo”. Pero ¿cómo materializamos estos proyectos que nos proponemos en los primeros meses? ¿Cómo hacer para que no queden en el camino?. No es una tarea fácil pero teniendo en cuenta algunas recomendaciones podemos lograrlo.

Saber lo que uno quiere. Es importante cuando uno se propone cualquier tipo de objetivo tener claro específicamente lo que uno quiere, que es lo que justamente más cuesta.

Las personas en general tienen más claro lo que “no quieren” que lo que “sí quieren”, ya que es más fácil descartar aquello conocido, que moverse hacia algo nuevo, que por lo común tiene bastante de desconocido. “Merced a nuestra capacidad de imaginar podemos siempre adelantarnos en el tiempo, de alguna manera proyectarnos, y es justamente esa capacidad de imaginar la que puede crear en nuestra mente una imagen lo más especifica posible de aquello que deseo, lo que quiero para mi vida, y de ese modo yo guío a mi cerebro para que trabaje hacia ese objetivo”, explica Alejandro Corbalán, Presidente de la Asociación Argentina de Counselors, counselor y Master Trainer en PNL.

Es muy común que las personas no resuelvan claramente y específicamente lo que quieren, entonces se confundan y empiecen a dilatar, a dar vueltas, porque no tienen claro hacia donde quiere ir. De modo tal que cuando nos planteamos proyectos para nuestra vida es muy importante trabajar en “lo que quiero” y dejar de hablar de todo aquello que no quiero o no me gusta. En este sentido Alejandro Corbalán señala: “Nuestro cerebro parece que trabaja mejor cuando le damos ordenes claras y especificas. Entonces es importante cuando nos planteamos objeticos elaborar una imagen de lo que quiero lo más especifica posible, ya que cuando uno tiene claro hacia dónde va a ir el cómo es más fácil”.

Tener en cuenta creencias arraigadas. No basta con definir los objetivos en positivo, específicamente y en tiempo presente, muchas veces hay ciertas cuestiones que uno no tiene muy conscientes pero que interfieren en el logro de esos objetivos: las creencias y especialmente aquellas que “dicen” algo acerca nosotros mismos, de “si podemos o no podemos”, “si somos capaces o no somos capaces”, “si somos merecedores o no lo somos”. “Si uno está atento y vive consiente de sí mismo puede descubrir algunas cosas que le pasan, por ejemplo, hay personas que claramente no se creen capaces de hacer determinadas cosas y a la hora de elegir objetivos relacionados con eso, fracasan. Pero claro, si yo creo que no puedo o que no tengo la capacidad o talentos necesarios es muy difícil que logre esos objetivos”, afirma Corbalán.

Otra cuestión es “si lo merezco o no lo merezco”, una creencia de la cual –como ocurre con nuestras creencias en general- a menudo no somos para nada conscientes. Esa creencia aparece en muchos casos obstaculizando el logro de objetivos. Hay personas que piensan que ciertas cosas “no son para ellas” y al aparecer proyectos relacionados con esas cosas, se limitan y producen una especie de auto boicot.

Objetivos posibles. Los objetivos que nos planteamos tienen que ser posibles. Por ejemplo si no terminé el secundario no puedo estar pensando en una carrera universitaria. Es importante planificar el camino hacia ese objetivo, podemos plantearnos pequeñas metas para ir cumpliendo los requisitos previos y así lograr el objetivo último.

Los objetivos tienen que depender de uno mismo. En muchos casos las personas se proponen objetivos que no dependen de sí mismo, esto hace que sea difícil alcanzar esos objetivos o proyectos ya que dependen de otras personas o variables que uno no maneja.

“La distinción de aquello que depende de mí de lo que no depende es crucial, muchas personas desperdician tiempo y energía atrás de cosas que no dependen de ellas. Por ejemplo: ”quiero mejorar las relaciones con mi familia”, pero eso no depende solo de mí, lo que sí puedo hacer es no entrar en discusiones que no valgan la pena, tratar de ser considerado y empático con el otro, etc., eso sí depende de mí y puede contribuir a lograr el objetivo, pero alcanzar que la relación o convivencia sea totalmente armoniosa no depende sólo de mí porque los otros están allí siendo quienes son y haciendo lo que hacen”, da cuenta el Counselor Alejandro Corbalán, Presidente de la Asociación Argentina de Counselors.

Acerca de la Asociación Argentina de Counseling
La Asociación Argentina de Counselors (Consultores Psicológicos) nuclea a los profesionales de esta disciplina desde 1991 y obtuvo su Personería Jurídica como entidad civil sin fines de lucro en 1993. Los objetos de la Asociación son: Nuclear a los profesionales Counselors; Generar espacios de capacitación y actualización; Establecer las normas generales y el código de ética y velar por su fiel cumplimiento; Promover la realización de trabajos de investigación y su difusión; Establecer vínculos, suscribir acuerdos y convenios de cooperación con otras instituciones y organizaciones; Proporcionar asesoramiento profesional; Crear espacios para compartir experiencias profesionales y recreativas; y hacer del Counseling una acción preventiva, promotora del desarrollo y bienestar de las personas.

Acerca de la disciplina
La especificidad del Counseling es el desarrollo y el bienestar personal, su tarea de ayuda está dirigida a personas que necesitan un espacio de escucha y acompañamiento para comprender mejor sus problemas, tomar decisiones, o realizar cambios en algunos aspectos de sus vidas. El counseling viene a llenar parte de un vacío socio-cultural, como una oportunidad para el desarrollo de las potencialidades de la persona, para que estos puedan reconocer sus propios recursos internos.

Como abordaje, el Counseling no procura una cura, se corre del paradigma médico terapéutico; es una disciplina que interviene en el área de la promoción del desarrollo humano y el bienestar. Es decir, no actúa en campos donde ya existen otras profesiones que dispensan atención a personas afectadas por trastornos de la conducta o de la personalidad.

Se trata de una profesión que facilita, por medio de un proceso acotado en el tiempo y encuadrado en sus objetivos específicos, áreas y medios de intervención, un proceso de cambio a personas, parejas, familias y grupos. El profesional facilita la resolución de problemas, fomentando el desarrollo, el despliegue del potencial de la persona y el cambio, sin que esto implique una reestructuración de la personalidad.

Contacto:
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comisiondirectiva@aacounselors.org.ar