¿Cómo superarlo? Marcelo Tinelli confirmó su romance con Guillermina Valdés. La mujer de su amigo.

Ser cornudo en el barrio de Palermo una tarea difícil de superar.

naranjasCornudos eran los de antes, cuando nadie o pocos se enteraban del dolor del crecimiento de la cornamenta en la cabeza. Hoy para los mediáticos es una tarea muy difícil, por que el cornudo se tiene que hacer cargo de la risa popular. Pero cuando la cornamenta crece por que el Señor TV se lustra a tu señora, la situación empeora mucho.

Marcelo Tinelli confirmó su romance con Guillermina Valdés, la mujer con quien Sebastián Ortega estuvo catorce años y con la cual tuvo a sus tres hijos. Si bien muchos se mostraron contentos por esta nueva relación del conductor de ShowMatch, otros criticaron que se fijara en la exmujer de quien fuera su socio en televisión.

Entre aquellos que criticaron a Tinelli, la primera que salió a hablar fue Flor de la V, cuando comentó que «le gusta ser segundo de Sebastián Ortega», haciendo referencia a que el productor actualmente le gana con el rating de Graduados.

Justamente, uno de los invitados especiales que tuvo este tira, Andy Kusnetzoff fue quien también se refirió con duras palabras a este romance: «Ella tiene todo el derecho de rehacer su vida, como lo hizo Seba (sale con la modelo Ivana Figueiras). Pero no me parece que a los seis meses de haberse separado, salga con un amigo tuyo. Y uno no puede salir con el ex de un amigo».

«Lo vi yo, estando con ella le mandó un mensaje para el Día del Amigo, me parecía una ironía y un toque cínico mandar un mensaje por el Día del Amigo estando con tu ex mujer. Cuando lo vi, no lo podía creer».

«Si te pintó el amor, eso lo puedo entender, pero Sebastián estaba todo el día en Ideas del Sur trabajando para Tinelli, yo lo escuché a Sebastián defendiéndolo a full. Más allá del amor, el tema se trata de códigos», comentó el conductor en su programa Perros de la Calle, por Radio Metro, quien contó que hasta hace poco ellos se encontraban en sus casas y mantenían una relación que excedía el vínculo laboral que una vez tuvieron cuando el productor trabajó para Marcelo en la realización de varias ficciones como Los Roldán o Tumberos, entre otras.

«Solo hablo de este tema porque una de las partes es amiga mía. No me importa si es Tinelli o no, no juzgo por quien sea. Ayer dije que estaba enojado y hoy aclaro que para mí es sin códigos, es lo que pienso yo», aseguró Kusnetzoff.

A modo de conclusión, el conductor destacó que es probable que no lo vean trabajando en Ideas del Sur, pero dijo que para él es más importante poder decir lo que piensa sobre este tema, aunque no quiere ser «un vocero de Sebastián Ortega».

«No estoy hablando que se separó hace diez años. Fue hace poco. No quiero hablar de ella, es la madre de sus hijos, Pero el tema de la amistad vale más que cualquier cosa. Quería decir esto, tenga costos o no. Tema cerrado», concluyó.

Superar la cornamenta una tarea difícil para Ortega

No obstante, cuando una persona es engañada por su pareja, sufre inmediatamente tres heridas: 1) dolor por el abandono (celos); 2) humillación (narcisismo y autoestima heridos); 3) rabia (odio, rencor, deseos de venganza). La progresiva cicatrización de estas heridas exige vivenciar el siguiente proceso:

expresar, desfogar las emociones ocasionadas (dolor, despecho, rabia) no sólo ante la propia pareja, sino también con otros familiares, amigos, etc., que acompañarán y compartirán el dolor de la persona y le darán ánimo y consejo.

la persona engañada y su pareja infiel deberán afrontar con coraje el suceso e investigarán conjuntamente por qué se ha producido, es decir, cuál fue el significado de la infidelidad: ¿una huida? ¿una sustitución? ¿un narcótico? ¿un castigo o venganza? ¿una muestra de soledad o desamor? ¿un síntoma de aburrimiento? Etc. Es indispensable responder a estas preguntas no sólo como parte del proceso curativo del engañado/a, sino también para prevenir futuras repeticiones de la infidelidad u otros síntomas indeseables.

resolver a fondo, si se quiere y se puede, todos los problemas descubiertos (p. ej., falta de amistad, comunicación o edipo; aburrimiento, desconfianza, rencores ocultos, problemas sexuales, problemas con los hijos, problemas emocionales en alguno o ambos miembros de la pareja [narcisismo, depresión, ansiedad, agresividad, falta de autoestima, dependencia, posesividad, rigidez moral, etc.], u otros).

Les parecerá una tontería… pero entendéis algo distinto si un Marcelo le pide «salir» en vez de «quedar a tomar un café»?

Yo veo que es casi lo mismo… aunque parece que mis amigos no. Supongo que «salir» implica algo más formal… aunque tal como lo entiendo, cualquiera ve que la intención es la misma. Es decir, si le pido a una chica (conocida o amiga sin demasiada confianza) quedar para tomar un cafe los dos solos… pues ya entendería que me gusta, anque sea algo más informal. O es que si le pido «salir» debería entender que me gusta directamente??? Yo creo q en ambos casos entendería lo mismo, no???

En fin, no me enrollo más… qué entendéis por «salir» y por «quedar para tomar algo»? Si os piden salir entenderíais algo más que si os piden quedar en una cafetería??? Q lío!!!

¿Cómo superarlo?
Cuando las parejas deciden darse un tiempo para recomponer el matrimonio, puede darse una infidelidad que defina el divorcio definitivo.
Una de las pesadillas más tortuosas de una persona separada es la incertidumbre de si su aun esposo o esposa está viendo ya a otra persona durante el tiempo que se han otorgado para aclarar las cosas. Podría creerse que los hombres son más dados a caer en esto, pero las estadísticas demuestran que son las mujeres las que recurren con más frecuencia a esta solución.

Hay una razón fundamental para ello y es el hecho de que los hombres sean más físicos y las mujeres más románticas en cuanto a las infidelidades. Un hombre solo busca sexo por lo general cuando se siente solitario, mientras que una mujer busca que alguien la reconforte a un nivel más íntimo. Esta es la razón por la que durante una separación que aún no llega al divorcio, las mujeres sean más vulnerables a caer en la búsqueda de una aparente felicidad que las saque de la depresión.

Desde luego hay muchos factores que influyen en esto. Por ejemplo, cuál de las dos partes fue la que decidió separarse, el tiempo que convivieron juntos, la autoestima y la capacidad para enfrentar consecuencias de cada uno, entre otros.