Por la Dra Mabel Bello, asesora médica de la Asociación de Lucha Contra la Bulimia y la Anorexia (www.aluba.org.ar).
La comorbilidad es un término médico que se refiere a los efectos de una enfermedad en un paciente, pero que son provocados por otra enfermedad primaria.
Por ejemplo, en el caso de las personas que padecen anorexia tienen algunos síntomas que pueden atribuirse a la desnutrición, como la irritabilidad, depresión, aislamiento social, disminución en la capacidad de concentración, insomnio, etc.
La anorexia nerviosa suele iniciarse entre los 14 y 18 años pero en los últimos 5 años la cantidad de casos fue creciendo, y la edad en que aparecen cada vez es más baja.
La anorexia es la tercera patología más común en adolescentes y mujeres jóvenes. La paciente con anorexia tiene una distorsión de su imagen corporal, que la lleva a creer que cada vez está aumentando más de peso. Entonces se obliga a mantener una dieta cada vez más estricta, aunque en realidad está adelgazando de manera alarmante. Entre las consecuencias de este trastorno podemos mencionar la caída del cabello, alteraciones de la piel y trastornos gastrointesinales, además de sentimientos de ansiedad, depresión, y aislamiento social.
Por su parte, la bulimia en general comienza alrededor de los 19 años. Este desorden alimenticio se caracteriza por episodios de “atracones” en los que se come en exceso, y luego viene un intento de compensar ese descontrol mediante vómitos, hacer ayuno, usar laxantes y hacer gimnasia en forma compulsiva.
Las personas bulímicas en general son impulsivas, auto-agresivas (que pueden desarrollar adicion a las drogas, y generar intentos de suicidio), con trastornos afectivos o experiencias de un pasado abuso sexual.
Uno de los grupos que están más en riesgo está formado por aquellas personas que tienen una personalidad bipolar, algo que muchas veces no está bien diagnosticado. El trastorno bipolar presenta dos periodos o fases: la Maniaca y la Depresiva, y en esos períodos la persona oscila entre uno y otro. Por momentos alguien bipolar puede ser muy impulsivo, tener una enorme autoestima, ser hiperactivo y tener delirios de grandeza. Entonces se compromete a hacer millones de cosas, gasta exageradamente, no puede autocontrolarse, y allí es cuando cae en los excesos de comida y bebida.
Después viene una fase depresiva, con ansiedad, baja autoestima y pensamientos suicidas, la persona está permanentemente triste, desganada, nada le despierta interés, tiene problemas para dormir y concentrarse… y nuevamente sufre de trastornos en la alimentación (pérdida del apetito y pérdida de peso o consumo exagerado de alimentos y aumento de peso)
Otra patología es la llamada “temperamento hipertímico”, que describe a una personalidad “explosiva”. Los llamados en forma coloquial “leche hervida” son personas inestables e impulsivas, que reaccionan desmedidamente a ciertas situaciones. Este es un rasgo bipolar que a veces sirve de antecedente a las adicciones.
Como vemos, muchas patologías alimentarias en realidad obedecen a trastornos de la personalidad de variado tipo. Por eso es importante consultar a un médico experto en este tipo de trastornos, que puede evaluar cuál es el problema y la mejor manera de abordarlo.
