Comunicación encriptadas buscan eludir el ciberespionaje en Internet

Nuevas formas de comunicación encriptadas buscan eludir el ciberespionaje en Internet

Un servicio de correo electrónico cifrado y bajo la protección de las «leyes suizas de privacidad» y una red social anónima de microblogging son algunas de las nuevas ofertas de comunicación encriptada, una forma de proteger los mensajes para evadir el ciberespionaje y cuyo tráfico web aumentó desde las revelaciones de Edward Snowden.

Un grupo de científicos de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN, por sus siglas en inglés) lanzó esta semana un servicio de correo electrónico encriptado llamado «ProtonMail», que promete seguridad por su sistema de cifrado «de punta a punta».

ProtonMail está basado en Suiza, al igual que el CERN, ese centro de investigación en el que hace poco más de 25 años Tim Berners-Lee desarrolló el protocolo HTTP (y el lenguaje HTML), que dio lugar a la World Wide Web, más conocida como «web».

«Estamos fuera de las jurisdicciones de los Estados Unidos y la Unión Europea, y toda la información está protegida por las leyes de privacidad suizas», promueven los desarrolladores de este nuevo servicio de mail.

El objetivo de ProtonMail es evadir el espionaje de las agencias de seguridad e inteligencia que, como la Agencia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (NSA), rastrean buena parte de los datos que circulan por la web.

Según sus creadores, el hecho de estar domiciliados en Suiza le permitirá al servicio evitar que el gobierno estadounidense lo cierre, como ocurrió con el extinto Lavabit, el sistema de mails cifrados que el ex técnico de inteligencia Edward Snowden utilizó para filtrar los porgramas secretos de la NSA.

«Gracias a nuestra encriptación de punta a punta, tus datos ya se encuentran cifrados en el momento en el que llegan a nuestros servidores. No tenemos acceso a tus mensajes, por lo que no podemos desencriptarlos ni compartirlos con terceros», aseguran Andy Yen, Jason Stockman y Wei Sun, las caras visibles de un desarrollo que implicó el trabajo de unas 40 personas.

Los científicos subrayan que no registran las direcciones IP ni requieren información personal de aquellas personas que quieran abrir una cuenta.

«Creemos que la privacidad es un derecho humano fundamental que debe estar disponible para todos. Por eso ofrecemos una variedad de precios, además de una versión gratuita que cualquiera puede usar», dicen en su sitio web.

ProtonMail funciona con cualquier navegador y no requiere la instalación de ningún complemento. Además tiene un doble sistema de contraseña: una para poder ingresar en la plataforma y otra que recibe el usuario tras darse de alta, para poder desencriptar sus correos.

Con la misma lógica de mantener la privacidad, desde ayer la aplicación «Secret» se expandió más allá de las fronteras de los Estados Unidos y puede descargarse desde cualquier país.

Secret, descrita en el ambiente tecnológico como «el Twitter sin nombres de usuario», es una aplicación para Android que permite enviar mensajes cortos y fotos a contactos «de forma completamente anónima», según informan sus creadores en el sitio de la plataforma.

«Creamos Secret para que las personas puedan ser ellas mismas y compartir cualquier pensamiento y sentimiento con sus amigos sin que sean juzgados. Lo hicimos eliminando las fotos de perfil y los nombres, para que el énfasis esté completamente puesto en las palabras y las imágenes que compartimos», señalan sus desarrolladores en el blog de la aplicación.

David Byttow, confundador de la aplicación, explica en su blog que «todos las transmisiones que se envían están cifradas con TLS», un protocolo criptográfico de Internet.

«Todos los datos de los mensajes se encriptan antes de llegar a la base de datos. Las claves (que los desencriptan) están almacenadas en un servicio por fuera del sitio», agrega.

Por el momento el servicio sólo está disponible en inglés.

El uso de comunicaciones encriptadas -que, en principio, no pueden ser descifradas por los software y sistemas que se utilizan para espiar las comunicaciones- aumentó desde que comenzaron a publicarse en la prensa las filtraciones ventiladas por Snowden.

América Latina fue la región en donde más creció el tráfico de datos cifrados, que pasó del 1,8 por ciento -antes de que se conocieran los programas de espionaje- al 10,37 por ciento, una vez que se hicieron públicos, según un informe de la consultora Sandivine publicado por el sitio especializado TorrentFreak.

El aumento también se reflejó en Norteamérica (de 2,29 por ciento a 3,8 por ciento) y en Europa, donde se elevó del 1,47 por ciento al 6,1 por ciento.