«Con el correr de los días me doy cuenta que Luppi tenía razón, y se lo agradezco”, aclaró Ricardo Darín

Darín: «Tengo la obligación moral de aclararle a la Presidenta a qué me refería»

El actor no dejó de lado el cruce con el gobierno en la premiere de su nuevo film.

«Se aprende mucho de los errores», dijo y destacó no estar «capacitado para hacer un análisis agudo político porque no es mi especialidad».

«Con el correr de los días me doy cuenta que Luppi tenía razón, y se lo agradezco”, aclaró.

Ricardo Darín presentó su nueva película y no dejó de lado la polémica que tuvo con la Presidenta, Cristina Fernández.

“Se aprende mucho, sobre todo de los errores propios. Quizá yo no hice, como dice Federico Luppi, a quien respeto y admiro, el análisis espiritual de la coyuntura de la política argentina en este momento. Lo cierto es que tampoco estoy capacitado para hacer un análisis agudo político porque no es mi especialidad. Él, en ese sentido sabe mucho más que yo”, dijo el actor de “Tesis sobre un homicidio”, film de Hernán Goldfrid que protagoniza junto a Alberto Ammann, Arturo Puig y Calu Rivero

Y siguió hablando del cruce con Luppi por sus declaraciones del gobierno de turno: “Lo de la famosa semi-puteada, no lo tomo mal porque, primero, para los argentinos ‘boludo’ o ‘pelot…’ es una cosa de todos los días hasta cariñosamente y segundo, porque yo creo que me lo dijo en un tono paternalista como diciendo ‘boludo, no te estás dando cuenta de lo que vos digas puede ser utilizado para un lado o para el otro y te van a despedazar’. Con el correr de los días me doy cuenta que él tenía razón, y se lo agradezco”.

“Tengo la obligación moral de aclararle a ella, esto que estoy tratando de aclarar y no se si me estoy adelantando demasiado. No se si es otro error, pero Federico me lo va a hacer saber, pero tengo obligación moral de aclararle a qué me refería”, destacó Darín.

Sobre su personaje en “Tesis sobre un homicidio”, dijo que lleva varios abogados hechos pero que éste le gusta mucho “porque va para adelante y trata de que aparezca la verdad” y confesó que un abogado le dijo una vez “que lo más importante para la Justicia no es tener la razón sino poder demostrar, y esta película habla de eso”

Por Claudia Seta

Sinopsis de “Tesis…”

Roberto Bermúdez (Ricardo Darín) es un abogado de 55 años de edad que tiene una extensa y reconocida trayectoria, aunque con el tiempo se ha alejado ya de la actividad legal para dedicar sus días a la docencia. Su vida personal es más bien caótica. Separado de su mujer desde hace varios años no ha logrado una relación sentimental estable desde entonces, pero al no conseguir una relación no ha tenido problemas en tener encuentros sexuales con alguna de sus alumnas.

Su escepticismo y su soberbia han ido creciendo a la par de su afición por el whisky. Como todos los años, se prepara para comenzar su prestigioso y afamado Seminario sobre Derecho penal.

Entre los 15 alumnos elegidos para cursar se encuentra con Gonzalo (Alberto Ammann), hijo de Felipe Ruiz Cordera (Arturo Puig), un juez y viejo amigo de Bermúdez. Siendo hijo de un reconocido diplomático, Gonzalo ha crecido entre ceremonias y protocolos. Siempre cuidando sus modales, su comportamiento, siempre pendiente de la aprobación del otro.

Es correcto, educado y moderado hasta el hartazgo. Todas cualidades que irritan a Bermúdez. Sin embargo tiene, entre otras virtudes, una capacidad de observación inquietante y una memoria asombrosa. Bermúdez no pude evitar ver en el chico a un competidor.

Una noche, durante una de las clases del seminario un espantoso crimen sacude la Facultad de Derecho: el cadáver de Valeria Di Natale (Calu Rivero) aparece brutalmente asesinado en el playón del estacionamiento muy cerca de la ventana del aula donde Bermúdez imparte sus clases. Un sutil indicio en la escena del crimen, intrascendente para la policía, pero esencial para Bermúdez lo convence de que Gonzalo es el autor del crimen.

Decidido a probar la culpabilidad del muchacho pero, sobre todo, a imponerse sobre él, en lo que el considera un duelo, Bermúdez inicia una investigación personal. Los indicios sobre la participación de Gonzalo en el asesinato de Valeria se acumulan uno tras otro con fatal contundencia aunque inevitablemente teñidos de la subjetividad de Bermúdez que solo pretende demostrar su tesis