Con el frío llega la temporada de poda de árboles

Es para conservarlos saludables, despejar el alumbrado, aportar a la seguridad y mejorar la visualización de la señalética. Según el último censo, en la Ciudad hay 421.718 ejemplares.

Llega el frío y como todos los años comienza la temporada en la que hay que atender la salud de casi medio millón de «habitantes» de la Ciudad: los árboles.

La poda intensiva se realiza durante el invierno. A lo largo del año se siguen completando las tareas, según el ejemplar y sus necesidades, y las situaciones de emergencia que puedan presentarse.

Según el último censo fitosanitario (2018), en la Ciudad hay 421.718 árboles, de los cuales 367.157 están en las calles

La novedad de este año es que gracias a un convenio firmado por el Gobierno de la Ciudad, los trabajos se van a realizar con ingenieros agrónomos de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UBA. Estos profesionales se van a encargar de garantizar el correcto procedimiento para cuidar la salud de los árboles.

Los objetivos de la poda son fundamentalmente cuatro:

Despejar el alumbrado.

Aportar a la seguridad.

Conservar árboles saludables.

Mejorar la visualización de la señalética.

La veda es la época del año en la que no se puede podar: en otoño, durante la caída de hojas, y en primavera, durante la brotación de las mismas. La duración de estos períodos, más allá de las estaciones, varía en función del clima y, por este motivo, se analiza y se define año a año.

El servicio de poda y retiro es gratuito. Las solicitudes se pueden realizar en persona en la sede comunal de cada barrio, por telefóno llamando al 147, o por internet, completando la solicitud en: www.solicitudes.buenosaires.gob.ar/prestaciones. Por los mismos canales puede realizarse el pedido para retirar los residuos.

Tipos de Poda
Hay siete razones diferentes para intervenir un árbol. Darle una forma equilibrada, eliminar ramas enfermas y permitir el paso de la luz solar. Cada una tiene su nombre:

Poda de estructura o balanceo: se intervienen con el objetivo de devolverle al árbol una forma equilibrada.

Poda de limpieza: se eliminan las ramas secas, rotas, mal formadas y enfermas.

Poda de aclareo: se eliminan ramas internas para permitir el paso de la luz solar.

Poda de refaldado: se eliminan las ramas bajas, lo que se denomina subida de copa (los chupones que salen del tronco y la raíz).

Poda de formación: se intervienen árboles jóvenes con el objetivo de conducirlos.

Poda de acortamiento: se intervienen las ramas cuyo diámetro es un medio del tamaño de la rama remanente.

Terciado: se intervienen las ramas cuyo diámetro es un tercio del tamaño de la rama remanente.

Estas últimas dos podas se realizan sólo en invierno.

Enfermedades más comunes
Los árboles están expuestos a distintas enfermedades. Para recuperarlos muchas veces es necesario recurrir a la poda. Las más comunes son:

Oídio: manchas blancas aisladas de aspecto algodonoso que crecen sobre las hojas. Produce la muerte de algunas de ellas sin comprometer la vida del árbol. Es común que se produzca en los plátanos.

Roya: punteaduras de color naranja que se presentan sobre las hojas. Ataques severos puede generar una gran pérdida de hojas en el árbol. Es muy común que la padezcan sauces y álamos. El tratamiento para esta enfermedad consiste en aplicar fungicidas en el agua de riego.

Fumagina: capa negra que se forma sobre las hojas e impide la llegada de la luz y, por lo tanto, afecta el proceso de la fotosíntesis. Está asociada a la presencia de pulgones. Su tratamiento consiste en la aplicación de insecticidas contra pulgones. Es una enfermedad común en los árboles cítricos.

Podredumbre de la madera: la descomposición de la madera es causada por hongos y tiene lugar en el tronco, ramas y raíces. El resultado es una disminución de la dureza de la madera que puede provocar la rotura y caída de ramas y hasta del propio árbol. Se trata de una enfermedad crónica que no presenta solución. Es la que afectó al ombú de Parque Rivadavia.

Agalla de corona: engrosamiento abultado en el tronco y las raíces, semejante a un tumor, que es causado por bacterias. Afecta a la capacidad de transportar agua desde las raíces a las hojas. Por lo general, el resultado es un árbol con reducida copa que puede terminar secándose en el transcurso de los años. Esta enfermedad es común en fresnos.

Plagas más comunes
Las más frecuentes en la Ciudad son:

Hormigas: se alimentan de las hojas y brotes. Su daño puede resultar peligroso principalmente para árboles recién plantados y jóvenes. El tratamiento consiste en aplicar insecticidas en forma granulada en el camino de las hormigas.

Orugas: se alimentan de las hojas y brotes. Su daño puede resultar peligroso principalmente para árboles recién plantados y jóvenes. Para eliminar la plaga, hay que aplicar insecticidas en el agua de riego o en las hojas mediante pulverización.

Pulgones: insectos de tamaño diminuto (2-3 mm de largo) que atacan todas las partes tiernas de los árboles succionando la savia. Se presentan agrupados en colonias. En ataques severos provoca el debilitamiento del árbol. El tratamiento consiste en aplicar insecticidas en el agua de riego.

Cochinillas: son de tamaño pequeño (2-4 mm) y forma variable. Así es como pueden ser móviles o carecer de patas. Las cochinillas succionan la savia atacando principalmente las hojas, brotes y frutos. En ataques severos provoca el debilitamiento del árbol. Hay dos tratamientos para erradicar esta plaga: si las cochinillas se encuentran agrupadas en unas pocas ramas, se las elimina mediante técnicas de poda. En caso contrario, deben aplicarse insecticidas en el agua de riego.

Nemátodos: organismos invertebrados de aspecto traslúcido y muy pequeño tamaño (menor a 1mm). Atacan la raíz produciendo agallas o tumores que dificultan la absorción de agua. En la copa de los árboles se manifiesta una reducción de su crecimiento y la presencia de hojas amarillas y secas. Es difícil salvar a los árboles de esta clase de plagas, por lo que conviene reemplazarlo por otro ejemplar de diferente especie, previa desinfección del suelo.

Chicharrita de la espuma: pequeños insectos de hasta 1 cm de largo. Se agrupan en colonias sobre hojas y brotes tiernos de los cuales succionan la savia produciendo la formación de la espuma. Cuando esta última se acumula en exceso cae al suelo en forma de gotas. Su presencia es muy común en las tipas. En ataques severos generan un debilitamiento del árbol. El tratamiento para eliminar la plaga consiste en aplicar insecticidas en el agua de riego.