Por Yanela Biancardi,
Organizadora Profesional de Eventos
Las acciones de incentivo dirigidas a optimizar la performance de los empleados de una empresa son tendencia a nivel mundial, y hace algunos años pisan fuerte en la Argentina. Frente a esta situación, el área de Recursos Humanos de una compañía se encuentra ante el desafío de ofrecer nuevas y creativas alternativas para mejorar no sólo el desempeño de los trabajadores a nivel individual sino también la relación entre ellos y el espíritu de grupo.
La proximidad de las vacaciones de invierno escolares hacen de este un excelente momento para empezar a organizar un Family Day, jornada de incentivo que involucre a los hijos de los empleados y a la empresa con la finalidad de reforzar el lazo familia-trabajo.
El Family Day puede planificarse fuera de la oficina o la fábrica, o in company. En el primer caso, una de las alternativas es contratar un complejo teatral y pedir su cierre al público durante media jornada. En cada una de las salas que lo conforman podrá montarse actividades en las que puedan participar padres e hijos, e incluso improvisar una obra sobre la vida en la casa y la empresa, en la que los chicos puedan ocupar el rol de los adultos y viceversa. El lugar deberá estar ambientado en base a los colores y el logo de la empresa, al mejor estilo “parque temático”. Las acciones en el zoológico o en quintas alquiladas y acondicionadas para tal fin son también opciones muy pedidas.
Si la acción se organiza in company, las alternativas son varias. En caso de que el presupuesto lo permita, pueden ofrecerse shows de magia, globología o payasos; búsquedas del tesoro; juegos con productos o logos de la empresa; clases de baile o gimnasia; charlas de seguridad y/o medioambiente; recorridos explicativos por el lugar e incluso acondicionar un sector en la misma oficina en la que trabajan los padres con computadoras conectadas a Internet y/o juegos en red. Hay que tener en cuenta que antes de planear cualquier actividad debe conocerse la cantidad y edades de los chicos que van a participar.
El Family Day, como todo evento de incentivo, puede adaptarse a la situación financiera de cada compañía. Alternativas más económicas son los talleres de pintura, construcción de instrumentos, música, plástica o murales, en los que pueden participar empleados con sus hijos -divididos por sectores- dentro del mismo edificio laboral. Estas son las opciones más elegidas por las PyMEs que se acercan a Yanela Biancardi Creación de Eventos.
En todos los casos es recomendable preparar un catering-refrigerio orientado a los más chicos y entregar un presente al finalizar la jornada, como recuerdo del “día en que fui a trabajar con papá o mamá”.
Recomiendo también realizar un análisis de situación antes de abocarse en una acción de este tipo. Conocer las necesidades de los trabajadores, sus sugerencias y pedidos, y qué cantidad de hijos tienen y de qué edades ayudará a que el evento sea todo un éxito.
El Family Day no sólo es una excelente oportunidad para mejorar el ánimo del trabajador y el clima laboral: también ayuda a afianzar la relación con las familias de los empleados, a “humanizar” la tarea diaria y a que los más chicos valoren el tiempo que los padres dedican al trabajo así como a la misma actividad.
Más información en: http://www.yanelabiancardi.com.ar/index.html