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¿Conectás con tu vulnerabilidad en medio de esta pandemia? Por Pablo Nachtigall.

La pandemia del covid sigue avanzando inexorablemente. La realidad es que todavía ningún país ha descubierto  la receta para enfrentar esta pandemia sin la perdida de vidas y el costo económico, con su posible perjuicio en la calidad de vida. Por primera vez en muchos años, al menos para los que estamos vivos, esta crisis expone cuan frágiles, vulnerables y expuestos nos encontramos. No importa si sos de clase baja, medios o alta. Todos podemos contraer este virus. Y en algunos casos puede matarnos.

Por eso, hoy quiero compartirte acerca de la vulnerabilidad. Porque esta pandemia como ninguna otra, nos da la oportunidad de sentir y conectar con este estado. La vulnerabilidad es el estado en el que nos permitimos mostrar  lo que nos sucede internamente, sin  apelar a defensas psicológicas. Por ejemplo, cuando estas triste, y llorás junto a otra persona, estás mostrando tu ser vulnerable. Esto conlleva  al acto de compartir tus sentimientos. O el permitirte  expresar a tu pareja o amistades, que te sentís triste, atemorizado, ansioso o falto de afecto, es un paso que a muchos nos puede generar miedo. Como sea conectarse con la vulnerabilidad y compartirla de manera abierta y honesta, es un hermoso regalo que nos damos y recibimos en el intercambio con otros. Nos confiere profundidad y plenitud, como pocas cosas en la vida.

Recuerdo que toda mi vida me había peleado con el mostrarme vulnerableEs que nunca lo había visto en el vinculo entre mis padres. Jamás los vi mostrando y expresando abiertamente si sentían tristeza. Como adulto, luego decidí  ser  leal a ese modelo familiar y gran parte de mi vida la malgasté en esconderme de muchas personas.  De hecho podía mostrarme seductor, interesante, pero en el fondo me aterraba mostrarme vulnerable y sostener dicho estado en la intimidad.  Como psicólogo, puedo afirmar que si no mostrás tu vulnerabilidad de manera abierta y sincera, al menos con las personas de tu entorno afectivo,  careces de la  profundidad  en el amor e intimidad. Y eso trae sufrimiento y mucha soledad, aun cuando estés rodeado de muchas personas que te quieren.

Aunque puedo recordar que también hubo momentos maravillosos en mi vida, en los que me permití conectarme y llorar con otras personas. Recuerdo a mis 25 años con mi primera relación larga de parejaEstábamos escuchando el CD de una película y de repente algo en aquella música tocó una fibra de mi ser, en donde sentí que la  emoción me embargaba y tenia unas ganas irrefrenables de llorar. Mi novia de aquel entonces, a Dios gracias, era una persona sensible y amorosa. Percibía de costado que se me caían las lagrimas, y me abrazó de manera que pude dar rienda suelta a mi llanto, al cual ella se fue plegando. Fue un momento hermoso de conexión mutua de vulnerabilidad que jamas voy olvidar. Un regalo al corazón. Otro recuerdo hermoso fue en la comunidad de Osho, en Brasil, donde viví 2 años, y luego de una actividad de bioenergética que habíamos practicado en grupo, conecté con la  tristeza y me dejé abrazar entre 2 hombres mientras  lloraba abiertamente. Para  una masculinidad adecuada  de un hombre,  sea hetero, gay o bi, es muy importante poder llorar y ser contenido a través de un abrazo franco por otro hombre. A mi me ha hecho muy bien al corazón poder entregarme al llanto o compartir miedos entre hombres  en un contexto adecuado para ello. No cabe dudas que me ha ayudado enormemente a sentirme más seguro y enraizado en la tierra. 

Y así como esas experiencias, hubieron otras, con mis padres, hijos y pareja actual. Si bien hoy en dia, a veces sigo peleándome con mostrarme vulnerable, también me hago espacios para abrirme con quienes amo y estimo, y eso me da paz, amor y plenitud.

Y ahora llegamos a nuestra actualidad, donde estamos transitando una de las cuarentenas mas largas a causa del corona virusEsta crisis nos permite como ningún otro evento, conectar con nuestra vulnerabilidad ya que nos expone en toda nuestra fragilidad. Frente a esto, hay personas que se aterran y caen en estados ansiedad, angustia, depresión y fobia. Hay otras que consiguen profundizar y ahondar en si mismas. Y están aquellas que oscilan entre ambos estados. Para mi, como ningún otro evento, esta crisis me ha permitido profundizar en mi persona, crecer, conectarme con la vulnerabilidad, la muerte y el sentido de la vida.  Y agradezco de corazón porque de otra manera hubiese seguido evitando encarar aspectos que precisan ser concientizados, abordados y sanados. Me hace bien al corazón darme cuenta de mis dificultades en relación a la vulnerabilidad ya que hasta ahora he malgastado mucha energía en acorazarme.

Realmente  la vida es corta – y no es una frase cliché, sobretodo en estos momentos- para desperdiciarla en escondernos de nuestros propios sentimientos y el contacto con quienes estimamos, respetamos y queremos. Puedo mirar retrospectivamente y afirmar que los momentos más hermosos, entre otros, fueron aquellos en los que me he permitido compartir lo que sentís sin mascaras y exponiéndome a los demás.  Obviamente en un contexto nutritivo y receptiva para ello.  También  cuando mi hijo mayor llora o se enoja por algo y me lo dice sin vueltas,  lo cual me llega al corazón. O cuando la última vez he pedido disculpas desde el corazón a mi esposa  por haber reaccionado de mala manera. Son  momentos, entre otros, los que me conectan con el amor y la profundidad de la vida.

Esta  crisis pandémica, es una oportunidad como ninguna otra para conectarnos con la vulnerabilidad  y sentir la gama de sentimientos y emociones que nos despierta. Ya que la muerte está flotando a nuestro alrededor. Y cuando eso pasa, más que nunca podemos usarla para profundizar en nosotros mismos y revisar qué nos pasa con sentir, amar, morir, crear, y encaminarnos hacia lo que realmente nos importa y nutre.

Aprovecho para  invitarte a una entrevista – webinar que dictaré – sin cargo – a través de la plataforma LEAMOS.COMeste viernes 3 de julio a las 18 Hs Argentina , donde entre otras cosas hablaré de la vulnerabilidad y su contacto en esta crisis pandémica que nos toca.

Te deseo una hermosa semana en contacto con tu vulnerabilidad.  
 
Pablo Nachtigall- Psicólogo