Conflicto: Con maniobras ilegales, un fiscal, el PAMI y el Gobierno de la Ciudad, cierran el Hospital Israelita

La Fiscalía de la Ciudad de Buenos Aires dispuso la clausura y el traslado de los pacientes del Hospital Israelita ubicado en Terrada y avenida Gaona, límite entre los barrios de Villa Santa Rita, Villa Gral. Mitre y Flores.
El PAMI retiró 17 pacientes y otros 49 no aceptaron el desalojo y permanecen en el lugar.
La decisión cuestionada en duros términos por la “Cooperativa de Trabajo Hospital Israelita Limitada” a cargo del centro de salud luego de su quiebra en el 2004, se debe a las malas condiciones en las que se encuentra la institución, que funciona como sanatorio, como geriátrico y tiene una escuela de enfermería con 300 alumnos.

Según la Fiscalía porteña, “no cuenta con habilitación y presenta irregularidades que significan un riesgo tanto para los pacientes como para los trabajadores de la institución.
Segùn el fiscal actuante Néstor Maragliano, falta el plano de evacuación, no hay hidrantes de incendio ni luces de emergencia, no hay pasamanos en el sector que funciona como geriátrico y los ascensores no registraban las inspecciones reglamentarias (se clausuraron).

El 29 de marzo pasado, la Agencia Gubernamental de Control del gobierno realizó una primera clausura que consideraron incumplida, entonces la decisión del fiscal fue la clausura.
Luego el gobierno realizó un operativo en el hospital con nueve ambulancias y 40 personas que integran el personal del PAMI. Hay 49 que no desean irse y están en tratativas con las autoridades.

A su vez, el jefe de Gobierno de la Ciudad, envió, al otro dia del operativo, un proyecto de ley a la Legislatura porteña para desafectar de utilidad pública el inmueble del Hospital Israelita con el argumento que “No existe ningún beneficio para la comunidad para sostener la utilidad pública que supone la afectación del predio y los bienes a favor de la Cooperativa”.

En argumentos cuestionados como falaces por los trabajadores del centro de salud, Larreta señala que la Cooperativa, actualmente no cumplimenta el fin público establecido en los artículos 5′ de las leyes 1911 y 2971 que les otorgó la administración de la institución y sostiene que la Cooperativa no se encuentra habilitada para funcionar como prestadora de servicios de salud, ante las autoridades de Nación y Ciudad.

Los trabajadores y profesionales, realizaron una protesta por el cierre del hospital cortando la Av Gaona el 25 de noviembre y se pusieron en contacto con bloque legislativos para demostrar que las medidas zona arbitrarias y que detrás de esta embestida a negocios que quiere realizar el ejecutivo porteño con el predio del hospital.

Consultamos a los integrantes de la “Cooperativa de Trabajo Hospital Israelita Limitada” acerca de esta situación.

Eleonora Berton actual presidenta de la cooperativa, trabaja en el hospital desde 1988 como jefa de quirófano y esto nos decìa:
“Somos setenta familia que administramos el hospital y el servicio de salud hace 13 años, desde que funcionamos como cooperativa. Estamos ante la instancia de un fiscal que dice que cierra el hospital porque no contamos con las medidas de seguridad ni con el plan de evacuación, nunca se hizo presente para evaluar lo que afirma, hace tres años que estamos con auditorias que nos vienen a inspecciona y ver las condiciones del hospital y siempre estuvimos en regla”… “le pedimos que viniera a evaluar la situación pero no vino y ordenó cerrar el lugar… sacaron a los abuelos del PAMI en la parte donde funciona la parte geriátrica, diciendo que no cumplimos con las medidas de seguridad para ellos y para nosotros”.

“Es una acción maliciosa del fiscal que decreto el cierre y a del PAMI que retiraron compulsivamente a los pacientes, es más, casi 50 abuelos no quisieron irse.
La verdad va a salir a la luz y vamos a impedir el cierre del hospital, somos una familia junto a los abuelos del Pami, podemos manejar la institución y lo hemos hecho durante 13 años. Nunca hubo una comunicación previa antes del cierre, se presentaron el 15 de noviembre a las 7,30, el gobierno de la ciudad, gente del PAMI y una escribana y cerraron el hospital”.

Otro de los consultados es Luis Alberto Caro, abogado y apoderado legal de la Cooperativa Hospital Israelita Limitada, quien fue clave en todo el proceso desde la quiebra hasta conseguir que la administración del hospital quedara bajo la responsabilidad de los trabajadores. Le preguntamos acerca de la legalidad de esta intervención del fiscal decretando el cierre del hospital y fue contundente en sus apreciaciones:

“El fiscal no tiene facultades para realizar esta maniobra, lo tiene que pedir al juez en el juzgado 18, es una actitud arbitraria, apresurada, con una presunción de culpabilidad enorme contra la cooperativa, que cumple con todos los requisitos exigidos por las autoridades para funcionar”

“La mayoría de los abuelos y sus familiares no quisieron retirarse a pesar de la medida ilegal del fiscal, ya que reciben una muy buena atención y eso está certificado por un acta ante escribano público, que fue presentada ante el juez, vemos que detrás de la acción del fiscal está el mismo gobierno de la ciudad actuando como mafia junto al fiscal y el PAMI”.

“El 15 de noviembres se realiza este acto ilegal y al otro día, Larreta presenta en la legislatura un proyecto de ley para levantar la utilidad pública del hospital, es algo toralmente aberrante, la cooperativa tiene por orden del juez de la quiebra, la autorización para continuar, a pesar de que avance con esa ley que nosotros vamos a tratar de impedir”.

Para que actúe un fiscal tiene que haber una denuncia, ¿quién llevo adelante la denuncia?

Ocurrió lo siguiente, hubo una inspección que dijo que había algunas irregularidades, que derivó en una clausura preventiva, hasta ese momento no había problemas. La primera inspección fue el 29 de marzo, la segunda fue el 10 de mayo, y vinieron con unos listados, diciendo que había más abuelos de los que había antes.
El hospital tiene los listados de los pacientes, pero ocurre que los abuelos van a hacerse estudios afuera de la institución, porque el hospital solo les brinda hotelería y alimentación. Ellos se hacen estudios o tratamientos en las clínicas y sanatorios que les corresponde.

Por ahí están uno o dos días, luego vuelven, no es que se violo la clausura, todos los internados tienen nombre y apellido y están ubicados en camas, no nos preguntaron nada. Cuando empieza a intervenir el fiscal, y hacen otra inspección el 8 de noviembre diciendo que se violo la clausura no una, sino dos veces, pero se basan en el listado del 29, es algo ilógico y perverso. Hay personas que salen y entran todo el tiempo, así es el sistema.

Con respecto a los ascensores tienen seguro de accidentes contra terceros, la atención de conservación autorizada por el gobierno, todo pagado, todo en regla, pero el fiscal “presume que no” y están clausurados. Pedimos tres veces a los inspectores que vengan y verifiquen eso desde el gobierno, pero a pesar de cumplir con todo, el fiscal dice como los abuelos están internados del primero al cuarto piso y nosotros violamos sistemáticamente las medidas de seguridad, sin ningún fundamento.

¿Cuántos abuelos hay internados en hospital?

Existen 49 internados y de la cooperativa somos 58 socios que actúan en los diferentes turnos.
Hay una jugada turbia atrás de todo esto porque el ejecutivo de la ciudad presentó al otro dia de la clausura ilegal un proyecto para levantar la utilidad pública del hospital con argumentos falsos.

Afirman que nosotros no cumplimos servicios de salud, que esta desmentido por los mismos familiares y lo pueden ver a diario. La ley de expropiación marco una obligación que era dar servicios de salud y nosotros la cumplimos. También recibimos una carta documento del PAMI, diciendo que sacan al hospital de prestador de salud por la disposición del fiscal. Está todo muy armado.

Funcionamos como cooperativa desde el 5 de noviembre de2004 y hemos recibido innumerables inspecciones, se ha cumplido con todo. Hay una intención aviesa del estado en intentar vaciar la atención de parte de la cooperativa y apropiarse del inmueble.

¿Pero ustedes están protegidos por la ley de expropiación o se cambió en algo esa normativa?

En la ley de expropiación está el artículo que dice que el predio debe ser cedido a la cooperativa, pero nunca se hizo, solamente actuamos como comodato, solo tiene un préstamo de usufructuar el lugar en forma gratuita. El juicio de expropiación inversa avanzo y el gobierno de la ciudad está condenado a pagar el costo del predio que es cercano a 300 millones de pesos, pero nunca cumplió con el fallo.

La cooperativa es una prestataria de salud y hay otros servicios que nosotros llamamos tercerizados, que no los brinda la cooperativa pero si otras instituciones, como por ejemplo la escuela de enfermería, que tiene 300 estudiantes, una prueba que el hospital tiene utilidad pública, ¿acaso no necesitamos enfermeras?
Esta movida es aberrante y el gobierno va a tener que explicar si atrás de esto no hay un negocio inmobiliario, quieren tal vez privilegiar un negocio particular por sobre la comunidad

¿Cuál es el camino para levantar la clausura?

Primero es exteriorizar la situación en el barrio, luego realizaremos una manifestación de protesta en el Pami Central, estamos totalmente en contra de que saquen a los abuelos de este lugar. Haremos las presentaciones judiciales para que vuelva la cooperativa a prestar servicios.
Las cooperativas trabajan a muy bajo costo, cualquier geriátrico cobra entre 18 y 22 mil pesos por cada paciente, eso lo paga PAMI, tal vez ese sea el negocio que quieren hacer, nosotros cobramos $ 8900, tenemos pacientes que no quieren volver al lugar de donde vinieron, acá se sienten como en familia.
El gobierno se está manejando fuera de la ley, es ilegal lo que está haciendo.
Monseñor Bergoglio cuando era cardenal se ocupó de apoyar a la cooperativa, les envió una carta a los legisladores para que apoyen la ley de expropiación, ahora los compañeros le mandaron un mail y es muy probable que se pronuncie como Papa Francisco.

Otros testimonios

Paulino Quintana Saucedo, trabaja en el hospital desde el año 1968 y esto nos decía: “el Dr caro nos impulsó a demostrarnos que éramos capaces de administrar el hospital cuando en 2004 estalló la crisis y pidieron la quiebra, muchos teníamos más de 50 años, ¿Dónde conseguíamos trabajo?”

“Pero además, éramos conscientes del papel protagónico del Hospital Israelita en la historia de la medicina, no solo en Argentina, sino mundial, celebridades como el Dr Camisqui prestaron servicio acá… el Dr. Caro y el apoyo de distintos movimientos nos ayudó a constituirnos en cooperativa, es una experiencia muy buena, nos da alegría brindar salud y contención a los abuelos, y conservar el trabajo. Hemos recibido siempre el apoyo de la gente del barrio y el hospital lo mantenemos impecable”.

Daniel Zapata es secretario de la cooperativa y cuenta que el día de la quiebra, no sabían que hacer, “pero como cooperativa cumplieron muy bien el trabajo del hospital”…”tenemos consultorios externos, todas las especialidades, nunca dejamos de funcionar, por la parte de Av. Nazca esta la parte de dermatología, con nivel óptimo y aranceles muy accesibles, cualquier persona puede acercarse y atenderse espontáneamente”.

Miriam Graciela Pinis es enfermera y cuenta que llegó al Israelita con su tía, derivada del Hospital Durand:
“Inmediatamente fue hospitalizada en una sala con dos camas y baño privado, la atención fue muy buena, ella no llego bien, pero acá la levantaron. Solo tengo palabras de reconocimiento para esta gente. El operativo del PAMI y el gobierno me recordó cuando salía la perrera a la calle a cazar perros, todos los abuelos se querían quedar y los amenazaron, les decían que les iban a casar el sueldo, una estafa, a la creencia del abuelo.
“No sé cuál es el interés que tienen, el PAMI tiene que dar una explicación a los familiares, acá los abuelos están muy bien”.

La Ley N° 2.971 que habilita como prestadora de salud a la cooperativa

La Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires

Sanciona con fuerza de Ley

Artículo 1°.- Declárase de utilidad pública y sujeto a ocupación temporaria en los términos del artículo 30 de la ley Nº 238 el inmueble ubicado en las calles Terrada 1164, Av. Gaona 3415 y 3449, Av. Nazca 1145 y Luis Viale sin número, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, cuya nomenclatura catastral es: circunscripción 15, sección 67, manzana 38 y parcelas 1 y 8, de propiedad de la fallida Asociación Israelita de Beneficencia y Socorros Mutuos.

Artículo 2º.- El plazo de la ocupación temporaria es de dos (2) años contados a partir de la entrada en vigencia de la presente ley.

Artículo 3º.- Prorrógase, en los términos del artículo 18º segundo párrafo de la Ley 238, la declaración de utilidad pública dispuesta por el artículo 3º de la ley 1911.

Artículo 4º.- El inmueble, los bienes intangibles y los bienes muebles deben ser destinados al funcionamiento de la Cooperativa de Trabajo Hospital Israelita Limitada.

Artículo 5º.- El mencionado predio y sus bienes muebles deben ser destinados a la atención de la salud.

Artículo 6º.- Para el debido cumplimiento de lo dispuesto en el artículo anterior la autoridad de aplicación en materia de habilitaciones permitirá el funcionamiento del Hospital Israelita por medio de autorizaciones precarias y condicionales por todo el plazo de la ocupación temporaria y hasta tanto se obtenga la habilitación definitiva, siempre que se encuentren garantizadas las condiciones generales de seguridad e higiene.

Artículo 7º.- La determinación del precio de los bienes sujetos a expropiación y a ocupación temporaria se hará de acuerdo a lo establecido en el artículo 10º de la ley 238.

Artículo 8º.- La Ciudad Autónoma de Buenos Aires cede en comodato a la “Cooperativa de Trabajo Hospital Israelita Limitada“ los bienes a expropiar, siempre que se cumpla con las condiciones del artículo 5º.

Artículo 9º.- Una vez finalizado el plazo establecido en el artículo 2º de la presente Ley, la “Cooperativa de Trabajo Hospital Israelita Limitada“ tendrá opción para la expropiación de los citados inmuebles, conforme lo establecido en el artículo 3º de la ley 238.

Artículo 10.- Los gastos que demande el cumplimiento de la presente ley deben ser imputados a la partida presupuestaria correspondiente al presupuesto general de gastos y cálculos de los recursos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires del ejercicio 2009.

Artículo 11.- Comuníquese, etc.

DIEGO SANTILLI / CARLOS PÉREZ

LEY N° 2.971

Sanción: 04/12/2008

Promulgación: De Hecho del 13/01/2009

Publicación: BOCBA N° 3118 del 16/02/2009

Historia del Hospital Israelita hasta su quiebra

Dentro de la gran afluencia inmigratoria que tuvo la Argentina desde mucho antes de su formación como nación, un núcleo muy numeroso de familias judías arribó a nuestras tierras. Gran cantidad de judíos sefarditas, españoles y portugueses, arribaron a estas playas así como a otras del resto de América, junto con los primeros colonizadores, en las famosas carabelas, a fines del siglo XV, escapando de la España de la Inquisición.

Esa corriente de inmigración judía tuvo un fuerte impulso a fines del siglo XIX. Gracias a la ayuda de la Jewish Colonization Association llegaron al país familias enteras que escapaban de los pogroms de la Rusia Zarista.
Muchas de estas familias judías se afincaron en zonas agrícolas del interior del país, en particular en Entre Ríos, Santa Fe y La Pampa, mientras otras se estableciendo en Buenos Aires.

Para cubrir las necesidades de culto, educación, ayuda médica y ayuda social se crea en Buenos Aires, en 1862, la Congregación Israelita de la República Argentina, que más tarde habría de llamarse Templo Libertad. En 1885 se crea la Jevrá Kedushá para cubrir la parte de sepulturas. En 1896 se crea el Talmud-Torá Harishono, de enseñanza religiosa, y la asociación Bikur Joilim, que prestaba ayuda médica, entre muchas iniciativas con el fin de congregar y asistir a las familias judías en el país.

En cuanto al área de Asistencia Social ligada a la Salud, el año 1916 fue clave puesto que se crean dos instituciones hospitalarias que adquirirían enorme prestigio a lo largo de varias décadas, con profesionales de primera línea y atendiendo a cientos de miles de concurrentes: la Liga Israelita contra la Tuberculosis y el Hospital Israelita “Ezrah”. En este último, además, se formaron cientos de médicos.

El Hospital Israelita fue sostenido por la Sociedad de Beneficencia Ezrah. Era una institución privada sin fines de lucro que atendía tanto a indigentes como a quienes podían solventar su tratamiento. Las operaciones se practicaban en una única zona de quirófanos y todos los enfermos utilizaban los mismos servicios centrales de diagnóstico. Menos de la mitad de los facultativos lograban acceder a un sueldo tras muchos años de trabajo no remunerado.

El Hospital Israelita se constituyó en un emblema histórico en Buenos Aires, por ser uno de los hospitales más prestigioso y concurrido de la ciudad.
Durante años recibió donaciones para mantener sus instalaciones con capacidad para 400 camas y cubrir todos los servicios, además del funcionamiento de una escuela de enfermería.

En los años noventa las donaciones fueron cayendo y la crisis en el hospital se fue profundizando hasta ingresar en 2001 en concurso preventivo. Finalmente, el 6 de septiembre del 2004, las autoridades se presentaron en quiebra. Dos días después, la Justicia designar un interventor para que se haga cargo de la gestión del centro asistencial.

El personal llevaba 11 meses de sueldos adeudados, apenas recibían vales de cinco pesos para los viáticos y algo del salario. Sobrevivieron gracias a donaciones de alimentos y dinero de personas que conocían la situación del hospital.
La intervención comenzó a vaciar el hospital, a desmantelarlo mientras los trabajadores seguían sin cobrar sus sueldos. En esos tiempos se acerca a la institución el abogado Luis Alberto Caro, presidente del Movimiento de Fábricas Recuperadas.

El personal comienza a organizarse en cooperativa a fin de salvar las fuentes de trabajo y piden a la Justicia que ceda a los trabajadores la administración del hospital, que seguían con las prestaciones médicas.
El juez en lo comercial Atilio González aprobó la formación de la cooperativa y resolvió que los médicos, técnicos, enfermeros y personal de maestranza, administre “todos los servicios del Israelita, incluida la prepaga Isramed” y cede la administración de ese centro asistencial, en proceso de quiebra, a sus trabajadores.

La primera presidenta de la nueva “Cooperativa de Trabajo Hospital Israelita Limitada” fue la médica clínica Silvia Gallo, con 20 años de trabajo en el hospital y la gente que constituyo la cooperativa era personal muy capacitado con muchos años en la institución.

El juez determinó que se alquilara el hospital a los trabajadores por seis meses, renovable por otros seis, mientras la cooperativa debía hacerse cargo de todas las deudas existentes, mientras los pasivos seguían perteneciendo a los anteriores dueños. Una vez pasado ese lapso, el hospital se pondría en venta.

Luego de varias presentaciones de la cooperativa se sanciono el 4 de diciembre de 2008 la LEY N° 2.971 que se promulgo el 13 de enero de 2009 donde el inmueble se declara de utilidad pública y sujeto a ocupación temporaria por el termino de 2 años, contemplando todos los bienes intangibles y los bienes muebles que deben ser destinados al funcionamiento de la Cooperativa de Trabajo Hospital Israelita Limitada, que deben ser destinados a la atención de la salud.

Además, la ley establece que una vez finalizado el plazo establecido la Cooperativa tendrá opción para la expropiación de los citados inmuebles, (artículo 3º de la ley 238), agregando que los gastos que demande el cumplimiento de la presente ley deben en el presupuesto general de gastos de la Ciudad Autónoma en el ejercicio 2009.

Fuente: el adan