Plaza de Mayo

Control de fiebre obligatorio en el ingreso a la Casa Rosada.

La Secretaría General de la Presidencia implementó ayer un control de fiebre obligatorio para quienes ingresen a la Casa Rosada, tanto para visitas como para personal, en el marco de las medidas de prevención frente al avance del coronavirus, dijeron a la prensa fuentes gubernamentales.

La medida, que se estrenó este mediodía, obliga a quienes ingresan a la Casa Rosada, después del control policial rutinario, a ser sometidos a la detección de fiebre mediante un termómetro inflarrojo que toma la temperatura a la distancia y es ejecutado por personal del lugar.

Según precisaron las fuentes, hasta esta tarde no había sido detectada ninguna persona con fiebre.

Si se diera ese caso, la orden estricta es impedir que esa persona ingrese al establecimiento, aunque para encuadrarla en lo que se denomina oficialmente como caso «sospechoso» debe tener además otros de los síntomas compatibles con coronavirus, como tos o dolor de garganta.

«El control de temperatura lo estamos haciendo en Casa Rosada y también en la Residencia de Olivos, en el marco de las medidas precautorias. Son termómetros inflarrojos que detectan la temperatura corporal en segundos. Buscamos que sean rápidos para evitar que se formen fila de gente en espera para ingresar», señalaron desde la Secretaría General de la Presidencia, a cargo de Julio Vitobello.

Desde esa Secretaría, ya se había resuelto otras «medidas preventivas», entre ellas, un refuerzo en la comunicación interna sobre las recomendaciones, la disposición de alcohol en gel tanto en las oficinas como el control de ingreso y el otorgamiento de licencias para quienes hayan regresado al país desde las «zonas afectadas».

A través de una resolución, dispuso que quede «restringida la presencia y circulación de visitantes» en los espacios públicos de la Casa Rosada, la Residencia Presidencial de Olivos, la de Chapadmalal y el Museo Casa Rosada, «hasta tanto se den las condiciones que permitan su restablecimiento».

Es por esa razón que debió suspenderse el miércoles una actividad en el Museo de la Casa Rosada a la que habían sido invitados más de 300 intendentes y que incluía la presencia del presidente Alberto Fernández, en el marco del programa nacional «Argentina Hace» del ministerio de Obras Públicas que conduce Gabriel Katopodis.

Según señalaron cerca del secretario, «por ahora el sistema de ingreso» por huella dactilar para el personal que trabaja en la Casa Rosada «sigue igual».