Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 3 de noviembre de 2015. El proyecto de ley presentado a la Legislatura con las firmas de Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta y Francisco Cabrera plantea cancelar la histórica concesión que tiene el Tiro Federal Argentino sobre un predio de 17,5 hectáreas en el barrio de Nuñez, desafectarlo del dominio público y fraccionarlo en tres lotes: A, B y C. Para el diputado porteño Adrián Camps, «se trata de un gigantesco negocio que, bajo el engañoso nombre de Parque de la Innovación, pretende enajenar más de ocho hectáreas de tierra pública para transferirlas al sector privado».
LOTE A
El lote A, con frente a la Avenida del Libertador, comprende una superficie de 15.560 metros cuadrados -una manzana y media, aproximadamente-. Según el proyecto del Poder Ejecutivo porteño, quedaría zonificado para desarrollar viviendas en dos gigantescos edificios torre con una capacidad constructiva de 8 veces la superficie del terreno -FOT 8-. Esto nos da como resultado unos 124.480 metros cuadrados que, a un valor potencial de 1.000 dólares cada uno, sumarían 124,5 millones de dólares. Un negocio armado para un emprendedor inmobiliario, no precisamente de los más chicos ni dedicado a las viviendas populares.
LOTE B
El lote B, que comprende el edifico y algunos terrenos aledaños con salida a la Avenida Udaondo, quedaría concesionado al Tiro Federal “residual” por un plazo de 30 años.
LOTE C
El lote C es el único asignado propiamente a la “innovación” y comprende 120.066 metros cuadrados.
De esa superficie, la Ciudad mantendría bajo su dominio 50.000 m2 pero en ninguna parte de la ley dice dónde se encontrarían ubicados, qué se piensa construir en ellos, cuales son las actividades concretas a desarrollar y qué presupuesto está previsto.
A los otros 70.066 m2 debemos restarle un 20% que se destinará a circulación y otros espacios de uso público.
Entonces, nos están quedando 56.053 metros cuadrados. Esta superficie podrá subdividirse y quedará zonificada de tal manera que puedan desarrollarse edificios de hasta 37 metros -12 pisos- ocupando un 40% de cada parcela.
En este caso, la cuenta nos daría una capacidad constructiva de 269.054 metros cuadrados (56.053 x 0,40 x 12), que a un valor potencial de 1.000 dólares cada uno se convertirían en 269 millones de dólares.
El cuadro de usos para este sector incluye: Establecimientos educativos, equipamientos de cultura y esparcimiento, comercios, residencias y servicios. Todo indicaría que este negocio está destinado a una universidad privada. Aunque el precio es alto, la ley prevé que el Banco Ciudad adopte «las medidas necesarias para implementar líneas de crédito preferenciales”.
Los ingresos por la venta de las parcelas A y C sumarían casi 400 millones de dólares. Este monto se destinaría a construir no se cabe qué en un predio de 50.000 metros cuadrados, de localización desconocida en la parcela C. En previsión de este despropósito, la ley establece que el 50% de los fondos que no se utilicen para el desarrollo del proyecto deberán ser devueltos a la Ciudad. Cabe preguntarse ¿quién se queda con el otro 50%?
Una perlita más. Las autoridades del “Parque de la Innovación” las designa la Autoridad de Aplicación, en este caso el Ministro de Desarrollo Económico.
«El Gobierno de la Ciudad pretende que la Legislatura ponga en manos de un Ministro 8, 5 hectáreas de tierra pública para que las negocie según su criterio en favor de grandes emprendedores inmobiliarios y una universidad privada. Realmente, toda una innovación. Para eso, necesitan 40 votos y el PRO no llega a los 30; es decir, la llave la tiene la oposición. Obviamente, no cuentan con mi voto», aseguró Adrián Camps.
