COP21: un acuerdo para cambiar el cambio climático

Es urgente reducir las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero para mantener el calentamiento global por debajo de 2° C. La Argentina tiene un gran potencial para mitigar los efectos del cambio climático a través de la implementación de políticas de eficiencia energética, desarrollo de energías renovables y cumplimiento efectivo de la Ley de Bosques.

(Lunes 30 de noviembre, Buenos Aires) Hoy comienza la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático donde representantes de 195 países, entre ellos Argentina, se reunirán en París hasta el 11 de diciembre para tratar de cerrar el primer acuerdo global de lucha contra el cambio climático.

Para la Organización Mundial de Conservación (WWF) las expectativas residen en que los gobiernos se comprometan a actuar con urgencia para garantizar la reducción de sus emisiones a partir de 2020, junto con la entrega de US$ 100 mil millones por año para facilitar la ejecución de acciones de mitigación y adaptación al cambio climático de los países en desarrollo.

Para Samantha Smith, responsable de la Iniciativa Clima Global y Energía de WWF, los esfuerzos deben orientarse al “desarrollo de energías renovables y eficiencia energética junto con el empleo de financiación y tecnología, asuntos esenciales si queremos mantener el calentamiento global por debajo de 2 ° C”.

La Argentina

Nuestro país ocupa el puesto 21 en el ranking de emisiones globales totales[1] , produce 4,6 toneladas métricas de emisiones de CO2 per cápita y contribuye al 0,88% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. En este contexto, la Argentina llega a París con metas que plantean un piso del 15% de reducción de emisiones a 2030, con un potencial de alcanzar un 30% condicionado a financiamiento internacional.

Vida Silvestre considera que esta meta no demuestra un claro compromiso y voluntad por encarar el problema del cambio climático, ni aprovecha el potencial del país para mitigar sus efectos. Así, considera fundamental orientar la estrategia argentina en tres ejes claves: implementación de políticas de eficiencia energética, desarrollo de energías renovables y cumplimiento efectivo de la Ley de Bosques. “En 2016 tener una repartición pública especializada y exclusivamente dedicada a fomentar y jerarquizar el Uso Racional y Eficiente de la Energía para alcanzar un ahorro de energía del 25% al 2030”, propone como meta Carlos Tanides, Coordinador del Programa Energía de Vida Silvestre. A su vez plantea “para 2016 tener reglamentada la Ley 27.191/15 “Régimen de fomento nacional para el uso de fuentes renovables de energía destinadas a la producción de energía eléctrica”, elevando la participación de energía eléctrica nacional proveniente de fuentes renovables con vistas a alcanzar el 20% al 2025. Hoy la Argentina cuenta con menos de 1% de su matriz eléctrica basada en energías renovables”.

Sobre el futuro de nuestros bosques, Manuel Jaramillo, Director de Conservación de Vida Silvestre, considera “Para 2017 contar con un Fondo Nacional plenamente constituido para la Conservación de los Bosques Nativos en Argentina, que evite la emisión de alrededor de 14.680 millones de toneladas de carbono equivalente a través de asegurar la conservación y el manejo sustentable de 30 millones de hectáreas de bosques nativos con categoría roja y amarilla por la Ley de Bosques”.

Desde hoy y hasta el 11 de diciembre, la meta es clara y la coyuntura climática se impone: es urgente reducir las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero para mantener el calentamiento global por debajo de 2° C. La supervivencia de muchas comunidades y ecosistemas claves para el desarrollo humano como los arrecifes de coral, los regímenes de hielo del Ártico, y los Estados insulares del Pacífico están en juego. En la Argentina, la Bahía Samborombón será uno de los sitios más afectados por el cambio climático en los próximos años.

[1] World Resources Institute: http://www.wri.org/

Acerca de Vida Silvestre
La Fundación Vida Silvestre Argentina es una organización no gubernamental, de bien público y sin fines de lucro, creada en 1977. Su misión es proponer e implementar soluciones para conservar la naturaleza, promover el uso sustentable de los recursos naturales y una conducta responsable en un contexto de cambio climático. Desde 1988 está asociada y representa en la Argentina a WWF, una de las organizaciones independientes de conservación más grande del mundo, presente en 100 países.