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Corrida bancaria en Europa: Se derrumban los bancos europeos. Hacer una guerra sin dinero

Los Europeos en crisis van a retirar su dinero en efectivo y ya no confían en los bancos.

Hacer una guerra sin dinero

La quiebra de Silicon Valley Bank (SVB) ya ha asestado un golpe a las valorizaciones de las empresas tecnológicas y podría conllevar consecuencias a largo plazo en el sector, advierten inversores.

El SVB, el decimosexto banco más grande de EE.UU., colapsó el viernes después que los depositantes, en su mayoría relacionados con el sector de la tecnología y empresas respaldadas por capital de riesgo, retiraran su dinero, a medida que se extendía la preocupación por la crisis que atravesaba la entidad bancaria.

Aunque el Gobierno estadounidense se apresuró el pasado fin de semana a tranquilizar a los depositantes de SVB con garantías de protección de sus fondos, el lunes continuó el desplome de los precios de las acciones de empresas tecnológicas emergentes, así como de bancos estadounidenses y otras organizaciones relacionadas con el sector. Por su parte, la empresa HSBC aceptó comprar la sucursal británica del banco estadounidense.

SBV fue una entidad importante en el sector tecnológico y su colapso —la mayor quiebra bancaria de EE.UU. desde la crisis financiera mundial de 2008— afectará las condiciones de préstamo en ese ecosistema empresarial, puesto que casi la mitad de las tecnológicas apoyadas con capital de riesgo estadounidense recibían servicios de ese banco, indica Investors’ Chronicle.

El medio cita al director ejecutivo de la aceleradora Y Combinator, Garry Tan, quien califica la quiebra de SVB como un «evento de nivel de extinción para las ‘startups'» y un «retroceso a la innovación de 10 años o más».

Uno de los factores que llevó al fracaso del banco fue la subida de los tipos de interés que hizo caer la financiación con capital riesgo el año pasado, lo que obligó a los depositantes de SVB a recurrir a sus reservas de efectivo.

Dicha tendencia no ha parado y podría agravarse con la caída de SBV, ya que quedaron a la vista los riesgos que de emitir préstamos bancarios a empresas emergentes.

El medio cita el ejemplo del fondo de capital de riesgo Molten Ventures, con un desplome del 24 % de su valor en cinco días, y de ARK Innovation ETF, con un descenso del 11 %.

Meta y Alphabet, que proporcionan plataformas para los anuncios de las tecnológicas, también experimentaron un leve descenso, de un 3 %, en el precio de las acciones debido a la presión del mercado. La situación está relacionada con preocupaciones sobre los ingresos generados por publicidad ante las expectativas de recortes de gastos por las tecnológicas.

Las empresas de ‘software’ y servicios en la nube, cuyos clientes son compañías emergentes financiadas con capital de riesgo, tampoco se quedarán al margen de ese impacto negativo, advierte el medio.

Por su parte, la firma de corretaje Stifel advierte que centrándose en la supervivencia a corto plazo los ejecutivos de empresas respaldadas con capital de riesgo «tratarán de optimizar aún más el uso de la nube, limitar el crecimiento de nuevas cargas de trabajo y probablemente llevar a cabo reducciones adicionales de personal».

Según sus estimaciones, tales empresas representan entre el 10 % y el 15 % de los ingresos de las cotizadas compañías de software de alto crecimiento.

Se derrumban los bancos europeos: cuatro entidades paralizan su cotización

La tregua que lograron los mercados financieros el martes tras la quiebra de 2 bancos en EEUU fue efímera. Este miércoles 15 de marzo, los mercados giran bruscamente a la baja luego de que el Credit Suisse anunciara que no invertirá más.

La tregua que lograron los mercados financieros el martes tras la quiebra de 2 bancos en EEUU fue efímera. Este miércoles 15 de marzo, los mercados giran bruscamente a la baja luego de que el Credit Suisse anunciara que no invertirá más y se disparara el swap de default. En ese contexto, los bancos europeos se desploman de nuevo y las bolsas se derrumban.

La pérdida de la confianza es contagiosa en un sector tan sensible como el bancario y el resultado es un derrumbe en las principales bolsas del mundo lideradas por el IBEX (-3,4%), seguido del principal índice de referencia de Italia (-3,2%), la bolsa francesa CAC 40 (-2,97%) y el EURO STOXX 50 (-2,8%) a la espera de palabras del Banco Central Europeo (BCE).

La banca española sufre los peores derrumbes: Sabadell (8,7%), BBVA (-7,2]), Bankinter (-7,1%), Santander (-6,6%), (CaixaBank, 6,1%). Las acciones de varios bancos europeos, incluidos Credit Suisse, Societe Generale y los italianos Monte dei Paschi y UniCredit, dejaron de operar debido a la caída de los precios, según informó la CBDC.

El efecto contagio se extiende por los bancos europeos, independientemente de la fortaleza de sus balances. Las acciones de entidades como UBS, BNP Paribas, UniCredit, Monte dei Paschi o Société Générale sufren correcciones que se aproximan por momentos al 10%. El índice sectorial bancario Stoxx Europe 600 Banks registra pérdidas superiores al 5%.

Las tensiones financieras podrían persistir si se confirman las informaciones publicadas esta mañana. La agencia Reuters asegura, citando una fuente próxima, que el Banco Central Europeo tendría decidido subir las tasas de interés en 50 puntos básicos, tal y como tenía previsto antes de las alertas financieras. Los analistas dan por hecho que la Fed sí reducirá su ritmo de subidas de tasas. Estas informaciones enfrían ahora las expectativas de una mayor contención por parte del BCE.

Qué se conoce sobre el Credit Suisse

El Credit Suisse se vuelve a desplomar en Wall Street hasta 20% en premarket en una nueva jornada de tensión. El banco suizo descartó aumentar su inversión al ver las dificultades que atraviesa la empresa en el último tiempo. Así, las acciones del banco marcan nuevos mínimos históricos y hay riesgo de default. La caída, como ocurrió el lunes, arrastra a todo el sector financiero.

“La respuesta es absolutamente no, por muchas razones, aparte de la más simple, que es la regulatoria y la estatutaria”, indicó el presidente del Banco Nacional Saudí, Ammar Al Khudairy, en una entrevista concedida a Bloomberg TV este miércoles. El banco, propiedad del fondo soberano de la nación, respondía así a una pregunta sobre si el banco estaba abierto a nuevas inyecciones en Credit Suisse caso de que hubiera otra petición de liquidez adicional.

Credit Suisse publicó este martes su último reporte anual y reveló que se identificaron «deficiencias significativas» en su control interno sobre la información financiera de 2021 y 2022.

Estas debilidades están relacionadas con la incapacidad de desarrollar y mantener una evaluación de riesgos efectiva en sus estados financieros, señala la firma suiza en su informe reciente.

En este sentido, mencionó que planea realizar cambios en sus procedimientos de auditoría y control interno, al mismo tiempo que destacó que los estados de 2022 y 2021 «reflejan fielmente, en todos sus aspectos», su condición financiera.

Credit Suisse retrasó la publicación de su informe anual después de que la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. planteara una pregunta de última hora tras encontrar irregularidades en los informes de flujo de efectivo para 2019 y 2020, recoge Bloomberg.

Mientras, la firma de contabilidad PricewaterhouseCoopers (PwC), que auditó los informes del banco el año pasado, emitió una «opinión desfavorable» general sobre la efectividad de sus controles internos.

En 2021, el banco sufrió pérdidas multimillonarias relacionadas con las actividades de Archegos Capital Management y el inversor Bill Hwang. Credit Suisse luego acordó que los problemas fueron causados ​​por deficiencias procesales en sus operaciones.

A fines de 2022, la entidad registró una salida de fondos de clientes, que solo en el cuarto trimestre ascendió a más de 110.000 millones de francos suizos (unos 120.383 millones de dólares).

El lunes 13 de marzo, las acciones del banco se desplomaron más del 15 %, hasta llegar a un piso de 2,115 francos suizos (unos 2,290 dólares). Sin embargo, en el transcurso de la jornada lograron recuperarse un poco.

Por su parte, el presidente del banco, Axel Lehmann, renunció a un bono de 1,6 millones de dólares por su primer año en el cargo, «debido a los malos rendimientos financieros de 2022 y a la difícil situación de la empresa al inicio de la transformación trienal».